/ viernes 5 de julio de 2019

Complejo desmantelamiento de la Policía Federal

Complejo desmantelamiento de la Policía Federal

Aprobada ya la reforma, bajo una lluvia de protestas bien fundadas en su momento por organizaciones civiles y expertos, se dio paso al proyecto amlista de seguridad pública federal en manos de la Guardia Nacional, adscrita como órgano desconcentrado de la Secretaría de Seguridad Pública y con ello el desmantelamiento de la Policía Federal que apenas empieza a materializarse.

El secretario Durazo dijo ayer algo que da cuenta de un estilo del gobierno que es no comunicar o comunicar mal o a medias. En realidad, el gobierno tiende a minimizar no sólo las críticas, sino, al parecer, también los conflictos previsibles como el que se esperaba en este complejísimo proceso, que busca, en el papel, un cambio profundo para mejorar la actuación policial y que implica una serie de cambios de raíz, fundada fuertemente en la transformación del recurso humano. Esa necesidad de transformar a los integrantes de la policía es una cuestión sabida e intentada por décadas. Todos los diagnósticos coinciden en que es ahí donde urge un cambio total, sobre todo al nivel del desempeño de sus integrantes. Y muchas estatales no se quedan atrás, hay muchos botones de muestra.

En sus transitorios, ya la ley señalaba cosas muy claras: la administración, incluida la integración de la Guardia Nacional serían civiles, a cargo de secretarías, pero el mando operativo evidentemente recaería en un militar, tal como ocurrió y lo mismo en las coordinaciones territoriales (con un comisario general), estatales (comisario jefe) y de unidad (batallón compañía, sección, pelotón y escuadra) A la par existirá, dice la ley una jefatura general de coordinación policial y jefaturas. Es decir, los policías reportarán a los militares.

También desde este Decreto se estableció que para ingresar a la GN es necesario aprobar los procesos de evaluación de control de confianza y “estar funcionalmente separado de su institución armada de origen”. Además, estaría supeditado a los antecedentes de las personas en el Registro Nacional de Personal de Seguridad Pública, tener certificado único policial y la permanencia dependerá de la aprobación de los cursos, talleres y evaluaciones anuales.

Sin embargo, si bien garantiza las prestaciones, el ingreso y permanencia en la carrera de la GN y promociones para sus elementos, incluyendo a los provenientes de la Policía Federal, no lo hace respecto a la suerte de los que no sean admitidos. Se refiere que la transferencia total será máximo en 18 meses y que no deberá haber adeudos de una institución a otra. Importante es mencionar que los acuerdos de transferencia deben publicarse en el DOF.

@ViaLegal_mx

vialegalmx@gmail.com

Complejo desmantelamiento de la Policía Federal

Aprobada ya la reforma, bajo una lluvia de protestas bien fundadas en su momento por organizaciones civiles y expertos, se dio paso al proyecto amlista de seguridad pública federal en manos de la Guardia Nacional, adscrita como órgano desconcentrado de la Secretaría de Seguridad Pública y con ello el desmantelamiento de la Policía Federal que apenas empieza a materializarse.

El secretario Durazo dijo ayer algo que da cuenta de un estilo del gobierno que es no comunicar o comunicar mal o a medias. En realidad, el gobierno tiende a minimizar no sólo las críticas, sino, al parecer, también los conflictos previsibles como el que se esperaba en este complejísimo proceso, que busca, en el papel, un cambio profundo para mejorar la actuación policial y que implica una serie de cambios de raíz, fundada fuertemente en la transformación del recurso humano. Esa necesidad de transformar a los integrantes de la policía es una cuestión sabida e intentada por décadas. Todos los diagnósticos coinciden en que es ahí donde urge un cambio total, sobre todo al nivel del desempeño de sus integrantes. Y muchas estatales no se quedan atrás, hay muchos botones de muestra.

En sus transitorios, ya la ley señalaba cosas muy claras: la administración, incluida la integración de la Guardia Nacional serían civiles, a cargo de secretarías, pero el mando operativo evidentemente recaería en un militar, tal como ocurrió y lo mismo en las coordinaciones territoriales (con un comisario general), estatales (comisario jefe) y de unidad (batallón compañía, sección, pelotón y escuadra) A la par existirá, dice la ley una jefatura general de coordinación policial y jefaturas. Es decir, los policías reportarán a los militares.

También desde este Decreto se estableció que para ingresar a la GN es necesario aprobar los procesos de evaluación de control de confianza y “estar funcionalmente separado de su institución armada de origen”. Además, estaría supeditado a los antecedentes de las personas en el Registro Nacional de Personal de Seguridad Pública, tener certificado único policial y la permanencia dependerá de la aprobación de los cursos, talleres y evaluaciones anuales.

Sin embargo, si bien garantiza las prestaciones, el ingreso y permanencia en la carrera de la GN y promociones para sus elementos, incluyendo a los provenientes de la Policía Federal, no lo hace respecto a la suerte de los que no sean admitidos. Se refiere que la transferencia total será máximo en 18 meses y que no deberá haber adeudos de una institución a otra. Importante es mencionar que los acuerdos de transferencia deben publicarse en el DOF.

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