/ martes 17 de septiembre de 2019

Respeto, Ejército y Marina

Luego de los fracasos y evidente corrupción existente en los cuerpos de seguridad en los tres niveles de gobierno; encargados de brindar prevención y protección a los ciudadanos mexicanos, el ejército y la marina salieron a las calles de nuestro país para defender la sana convivencia de millones de hombres, mujeres y niños que han perdido su libertad a transitar con seguridad, luego de que diversos grupos delincuenciales amedrentan o vulneran a la sociedad en general. Como ya se ha dicho, si perdemos el respeto al Ejército y a la Marina, estamos perdidos, porque es lo poco que todavía la gente quiere y respeta.

Durante mi trayectoria he tenido la oportunidad de conocer y convivir con oficiales de las fuerzas armadas de México, y solo he podido confirmar su profundo amor a la patria. Viven con la obligación de obrar en forma recta para portar con orgullo y respeto la investidura militar. La disciplina es una condición esencial para la existencia de la fuerza militar. Mandar y obedecer dentro de las atribuciones del superior y las obligaciones del subalterno.

El Ejército no es enemigo ni del pueblo ni de las ideas de izquierda. Tenemos un Ejército institucional que es el más eficiente del mundo en función del presupuesto que se destina. Creo que ha llegado el momento de dejar de faltarle al respeto. Creo que fueron suficientes los ataques recientes y el culparlo de una guerra desmedida que ellos no empezaron, pero de la cual no saldrá nadie victorioso sin la participación de los heroicos mujeres y hombres que, de forma patriótica, arriesgan la vida por nosotros.

De manera institucional las Fuerzas Armadas solo han coadyuvado a mantener el orden interno y la seguridad de la población, luego del fracaso de las autoridades de seguridad de los 3 órdenes de gobierno, en beneficio de la población. Lo anterior lo confirman diversas encuestas de opinión pública que los colocan como una de las instituciones de mayor confianza y que son sabedores de la importancia de su papel para contribuir al desarrollo y la consecución de los objetivos nacionales que permitan a México ocupar un lugar preponderante en el escenario internacional.

El Ejército mexicano es pues la fuerza armada permanente que, desde su creación, busca mantener la paz y justicia sociales traducidos en seguridad, lo que permiten inversiones locales y extranjeras alentando así el crecimiento y desarrollo nacionales.

Luego de los fracasos y evidente corrupción existente en los cuerpos de seguridad en los tres niveles de gobierno; encargados de brindar prevención y protección a los ciudadanos mexicanos, el ejército y la marina salieron a las calles de nuestro país para defender la sana convivencia de millones de hombres, mujeres y niños que han perdido su libertad a transitar con seguridad, luego de que diversos grupos delincuenciales amedrentan o vulneran a la sociedad en general. Como ya se ha dicho, si perdemos el respeto al Ejército y a la Marina, estamos perdidos, porque es lo poco que todavía la gente quiere y respeta.

Durante mi trayectoria he tenido la oportunidad de conocer y convivir con oficiales de las fuerzas armadas de México, y solo he podido confirmar su profundo amor a la patria. Viven con la obligación de obrar en forma recta para portar con orgullo y respeto la investidura militar. La disciplina es una condición esencial para la existencia de la fuerza militar. Mandar y obedecer dentro de las atribuciones del superior y las obligaciones del subalterno.

El Ejército no es enemigo ni del pueblo ni de las ideas de izquierda. Tenemos un Ejército institucional que es el más eficiente del mundo en función del presupuesto que se destina. Creo que ha llegado el momento de dejar de faltarle al respeto. Creo que fueron suficientes los ataques recientes y el culparlo de una guerra desmedida que ellos no empezaron, pero de la cual no saldrá nadie victorioso sin la participación de los heroicos mujeres y hombres que, de forma patriótica, arriesgan la vida por nosotros.

De manera institucional las Fuerzas Armadas solo han coadyuvado a mantener el orden interno y la seguridad de la población, luego del fracaso de las autoridades de seguridad de los 3 órdenes de gobierno, en beneficio de la población. Lo anterior lo confirman diversas encuestas de opinión pública que los colocan como una de las instituciones de mayor confianza y que son sabedores de la importancia de su papel para contribuir al desarrollo y la consecución de los objetivos nacionales que permitan a México ocupar un lugar preponderante en el escenario internacional.

El Ejército mexicano es pues la fuerza armada permanente que, desde su creación, busca mantener la paz y justicia sociales traducidos en seguridad, lo que permiten inversiones locales y extranjeras alentando así el crecimiento y desarrollo nacionales.