/ lunes 17 de enero de 2022

Fortaleza ante la cuesta

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres


Vamos a la mitad de enero y hemos sido puestos como nunca a prueba en la cuesta que lleva el nombre del primer mes del año. Frente a la presión del desempleo, la probable enfermedad o simplemente la ansiedad, requerimos de capacidad emocional para superarla, aliviarla y advertirnos ante los nuevos riesgos.

Aunque menos agresiva que la primera oleada de la pandemia —no había vacunas ni conocimiento acumulado—, ahora nos retan el apremio económico, memoria de lo perdido y cierta incertidumbre por la auténtica normalización de la vida en un mundo global que reconoce la continua innovación de la amenaza viral.

Los delincuentes aprovechan esas circunstancias para captar y engañar a sus víctimas con esquemas que prometen resolver los problemas financieros o de salud.

La necesidad y su hermana, la ingenua expectativa, ha llevado a muchos a ser víctimas del fraude, al acceder a un préstamo con aparentes buenas condiciones para resolver de inmediato un problema de liquidez. Creer a pie juntillas puede colocarnos ante una gran deuda cuando las financieras cambian sin aviso las condiciones de pago.

Los defraudadores se presentan por medio de redes sociales y piden a la víctima tramitar el crédito por medio de una app, que a su vez requiere acceso al dispositivo móvil. Para la cobranza emplean posteriormente métodos ilegítimos, como las amenazas, la extorsión o la difusión de datos personales.

En el último semestre, en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México recibimos cerca de 2 mil reportes sobre esta modalidad conocida como “fraude financieras”. Es necesario revisar las condiciones del préstamo, hacerlo con entidades reconocidas y de reputación avalada y, sobre todo, no permitir el acceso al celular.

Los estafadores plantean en su estrategia la solución a un problema. En días recientes ha sido a través del ofrecimiento de pruebas Covid o vacunas.

En redes sociales ofertan lotes de pruebas supuestamente certificadas por Cofepris, pero que carecen de toda validez y cuya efectividad resulta nula, o también envían mensajes para la aplicación de un refuerzo del antígeno, pero piden datos personales que podrían ser empleados para otros delitos.

El llamado, incluso de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha sido a mantener la calma, aislarse en caso de contacto de riesgo y atenderse cuando se presentan síntomas.

La cuesta de enero es difícil. El riesgo ante defraudadores puede aliviarse con asesoría preventiva y de contención en el Consejo Ciudadano, de manera gratuita y 24/7 a través de la Línea de Seguridad o el Chat de Confianza accesibles mediante el 55 5533 5533.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres


Vamos a la mitad de enero y hemos sido puestos como nunca a prueba en la cuesta que lleva el nombre del primer mes del año. Frente a la presión del desempleo, la probable enfermedad o simplemente la ansiedad, requerimos de capacidad emocional para superarla, aliviarla y advertirnos ante los nuevos riesgos.

Aunque menos agresiva que la primera oleada de la pandemia —no había vacunas ni conocimiento acumulado—, ahora nos retan el apremio económico, memoria de lo perdido y cierta incertidumbre por la auténtica normalización de la vida en un mundo global que reconoce la continua innovación de la amenaza viral.

Los delincuentes aprovechan esas circunstancias para captar y engañar a sus víctimas con esquemas que prometen resolver los problemas financieros o de salud.

La necesidad y su hermana, la ingenua expectativa, ha llevado a muchos a ser víctimas del fraude, al acceder a un préstamo con aparentes buenas condiciones para resolver de inmediato un problema de liquidez. Creer a pie juntillas puede colocarnos ante una gran deuda cuando las financieras cambian sin aviso las condiciones de pago.

Los defraudadores se presentan por medio de redes sociales y piden a la víctima tramitar el crédito por medio de una app, que a su vez requiere acceso al dispositivo móvil. Para la cobranza emplean posteriormente métodos ilegítimos, como las amenazas, la extorsión o la difusión de datos personales.

En el último semestre, en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México recibimos cerca de 2 mil reportes sobre esta modalidad conocida como “fraude financieras”. Es necesario revisar las condiciones del préstamo, hacerlo con entidades reconocidas y de reputación avalada y, sobre todo, no permitir el acceso al celular.

Los estafadores plantean en su estrategia la solución a un problema. En días recientes ha sido a través del ofrecimiento de pruebas Covid o vacunas.

En redes sociales ofertan lotes de pruebas supuestamente certificadas por Cofepris, pero que carecen de toda validez y cuya efectividad resulta nula, o también envían mensajes para la aplicación de un refuerzo del antígeno, pero piden datos personales que podrían ser empleados para otros delitos.

El llamado, incluso de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha sido a mantener la calma, aislarse en caso de contacto de riesgo y atenderse cuando se presentan síntomas.

La cuesta de enero es difícil. El riesgo ante defraudadores puede aliviarse con asesoría preventiva y de contención en el Consejo Ciudadano, de manera gratuita y 24/7 a través de la Línea de Seguridad o el Chat de Confianza accesibles mediante el 55 5533 5533.