/ lunes 16 de octubre de 2023

OPINIÓN SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS | Paridad, competitividad y Dinamarca

Las acciones afirmativas y el principio de progresividad, como instrumentos institucionales y normativos para desmantelar la desigualdad social y política fundamentalmente agresiva contra las mujeres, tendrá en estos días una oportunidad histórica a nivel nacional.


Lograr la paridad contundentemente efectiva deberá partir del reconocimiento no solamente de la capacidad de competencia electoral en términos absolutos sobre el volumen de las simpatías, sino en relación con la propia obligación del Estado Nacional y de quienes hablan en su nombre para hacerlo con legitimidad a través de políticas específicas, reveladoras, transparentes y cruciales para el futuro del país.


Clara Brugada en la CDMX es hoy la segunda figura femenina más competitiva del movimiento social de clases populares y medias acuerpadas en Morena —solamente después de Rocío Nahle, en Veracruz— de entre las nueve entidades donde se definirán los esfuerzos estatales para la defensa de la 4T en las encuestas del fin de semana.


Este martes se cumplen 70 años de la promulgación de las reformas constitucionales que permitieron a las mexicanas ejercicio pleno de ciudadanía: derecho a voto y a ser votadas. Una retrospectiva oportuna pareciera anunciar que la amplitud de posiciones de las candidaturas nacionales y locales no se encuentra en otros lados.

En el país y, particularmente, en la Ciudad de México, la igualdad de género y la competitividad en cargos políticos, más que una consigna, es una realidad. En un tiempo en el que las mujeres han irrumpido con fuerza política, incluso para naciones como Dinamarca, donde 44.1% de los puestos de su parlamento nacional fueron electas mujeres en 2022, la capital nacional, y la contienda por la Presidencia de México, se erigen como faro de empoderamiento y presencia femenina.


Dos ejemplos claros. A mediados de junio, Claudia Sheinbaum Pardo dejó la Jefatura de Gobierno para convertirse abiertamente, de acuerdo con todos los estudios demoscópicos, en la candidata con mayor preferencia electoral rumbo al 2024. De su gobierno destaca que, sólo ella y el ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador, lograron reducción de homicidios en la Ciudad de México. Únicos gobiernos en el siglo 21 que consolidaron reversión de tendencia y desplome en promedio mensual.

Clara Brugada Molina solicitó licencia temporal como titular de la alcaldía Iztapalapa en septiembre. Después de una administración que se distinguió por la construcción de Utopías, centros de promoción del deporte, cultura y arte; reelección con el 57.7% de los votos para seguir a cargo de la demarcación; y una disminución del 67% de delitos de alto impacto contra 2018.


Dinamarca fue más sencillo que en México. En tiempos de definición política, resulta mera casualidad que ambas aspirantes sean mujeres, pero que sean capaces es un hecho.


Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres

Las acciones afirmativas y el principio de progresividad, como instrumentos institucionales y normativos para desmantelar la desigualdad social y política fundamentalmente agresiva contra las mujeres, tendrá en estos días una oportunidad histórica a nivel nacional.


Lograr la paridad contundentemente efectiva deberá partir del reconocimiento no solamente de la capacidad de competencia electoral en términos absolutos sobre el volumen de las simpatías, sino en relación con la propia obligación del Estado Nacional y de quienes hablan en su nombre para hacerlo con legitimidad a través de políticas específicas, reveladoras, transparentes y cruciales para el futuro del país.


Clara Brugada en la CDMX es hoy la segunda figura femenina más competitiva del movimiento social de clases populares y medias acuerpadas en Morena —solamente después de Rocío Nahle, en Veracruz— de entre las nueve entidades donde se definirán los esfuerzos estatales para la defensa de la 4T en las encuestas del fin de semana.


Este martes se cumplen 70 años de la promulgación de las reformas constitucionales que permitieron a las mexicanas ejercicio pleno de ciudadanía: derecho a voto y a ser votadas. Una retrospectiva oportuna pareciera anunciar que la amplitud de posiciones de las candidaturas nacionales y locales no se encuentra en otros lados.

En el país y, particularmente, en la Ciudad de México, la igualdad de género y la competitividad en cargos políticos, más que una consigna, es una realidad. En un tiempo en el que las mujeres han irrumpido con fuerza política, incluso para naciones como Dinamarca, donde 44.1% de los puestos de su parlamento nacional fueron electas mujeres en 2022, la capital nacional, y la contienda por la Presidencia de México, se erigen como faro de empoderamiento y presencia femenina.


Dos ejemplos claros. A mediados de junio, Claudia Sheinbaum Pardo dejó la Jefatura de Gobierno para convertirse abiertamente, de acuerdo con todos los estudios demoscópicos, en la candidata con mayor preferencia electoral rumbo al 2024. De su gobierno destaca que, sólo ella y el ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador, lograron reducción de homicidios en la Ciudad de México. Únicos gobiernos en el siglo 21 que consolidaron reversión de tendencia y desplome en promedio mensual.

Clara Brugada Molina solicitó licencia temporal como titular de la alcaldía Iztapalapa en septiembre. Después de una administración que se distinguió por la construcción de Utopías, centros de promoción del deporte, cultura y arte; reelección con el 57.7% de los votos para seguir a cargo de la demarcación; y una disminución del 67% de delitos de alto impacto contra 2018.


Dinamarca fue más sencillo que en México. En tiempos de definición política, resulta mera casualidad que ambas aspirantes sean mujeres, pero que sean capaces es un hecho.


Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres