/ martes 7 de julio de 2020

Entre abrazos y balazos

Para algunos analistas, el problema de la violencia en México y el de su escaso crecimiento económico están íntimamente relacionados. De acuerdo con la encuesta sobre las expectativas de especialistas en economía, hecha por el Banco de México, el motivo más señalado como obstáculo al crecimiento económico es la inseguridad. Según el NY Times, por ejemplo, la solución al problema de la violencia es una colaboración con Estados Unidos, para implementar una estrategia que permita controlar el flujo de armas ilegales, regular a farmacéuticas que han creado una dependencia en opiáceos en el mercado estadounidense y reconstruir el sistema de justicia mexicano.

El presidente López Obrador ha mostrado una actitud de conciliación ante las bandas del crimen organizado, “para los amigos, justicia y gracia; para los enemigos la ley a secas”. Al menos eso se ha visto desde que el Jefe de Ejecutivo decidió aplicar la “política de abrazos y no balazos”, la cual afirman los críticos, es una estrategia que no ha funcionado. Es decir, los abrazos brindados al hijo del Chapo Ovidio Guzmán López y otorgar su liberación, romper protocolos de seguridad para saludar personalmente a Consuelo Loera, a madre del Chapo, promover con el gobierno de Estados Unidos para la concesión de una visa humanitaria para ella y sus dos hijas, con el propósito de que puedan visitar al Chapo, son un precedente peligroso para un panorama más violento en el futuro.

La ingenuidad de AMLO lo lleva ahora a su primera reunión internacional a los Estados Unidos, en el contexto de la política norteamericana de campaña, en donde el bien común para los mexicanos no está en la agenda. Todo indica que el encuentro solo busca brindar apoyo al presidente de Estados Unidos Donald Trump, porque es sabido que la “mexican piñata”, se ha traducido en posibles votos para el republicano, el asunto podría no pasar de una mera ocurrencia política.

La verdad es que desde este lado de del Rio Bravo los problemas de inseguridad se incrementan, el crimen organizados en diferentes carteles buscan apoderarse de ciudades y Estados del país; tirando balazos a diestra y siniestra, incluso contra la población abierta. La toma de malas decisiones alcanzo ya al “gobierno de la cuarta transformación” las amenazas a diversos funcionarios públicos, el lamentable atentado con García Harfuch, el culiacanazo o la masacre de los Le´baron, ha obligado a todos en el gabinete a usar camionetas blindadas, incrementar el personal de escoltas y choferes. Pues no qué no?. El miedo no anda en burro. Hoy, todo lo que han criticado del pasado lo están haciendo…en muchos casos incluso superan en corrupción e impunidad. Lamentable.


Para algunos analistas, el problema de la violencia en México y el de su escaso crecimiento económico están íntimamente relacionados. De acuerdo con la encuesta sobre las expectativas de especialistas en economía, hecha por el Banco de México, el motivo más señalado como obstáculo al crecimiento económico es la inseguridad. Según el NY Times, por ejemplo, la solución al problema de la violencia es una colaboración con Estados Unidos, para implementar una estrategia que permita controlar el flujo de armas ilegales, regular a farmacéuticas que han creado una dependencia en opiáceos en el mercado estadounidense y reconstruir el sistema de justicia mexicano.

El presidente López Obrador ha mostrado una actitud de conciliación ante las bandas del crimen organizado, “para los amigos, justicia y gracia; para los enemigos la ley a secas”. Al menos eso se ha visto desde que el Jefe de Ejecutivo decidió aplicar la “política de abrazos y no balazos”, la cual afirman los críticos, es una estrategia que no ha funcionado. Es decir, los abrazos brindados al hijo del Chapo Ovidio Guzmán López y otorgar su liberación, romper protocolos de seguridad para saludar personalmente a Consuelo Loera, a madre del Chapo, promover con el gobierno de Estados Unidos para la concesión de una visa humanitaria para ella y sus dos hijas, con el propósito de que puedan visitar al Chapo, son un precedente peligroso para un panorama más violento en el futuro.

La ingenuidad de AMLO lo lleva ahora a su primera reunión internacional a los Estados Unidos, en el contexto de la política norteamericana de campaña, en donde el bien común para los mexicanos no está en la agenda. Todo indica que el encuentro solo busca brindar apoyo al presidente de Estados Unidos Donald Trump, porque es sabido que la “mexican piñata”, se ha traducido en posibles votos para el republicano, el asunto podría no pasar de una mera ocurrencia política.

La verdad es que desde este lado de del Rio Bravo los problemas de inseguridad se incrementan, el crimen organizados en diferentes carteles buscan apoderarse de ciudades y Estados del país; tirando balazos a diestra y siniestra, incluso contra la población abierta. La toma de malas decisiones alcanzo ya al “gobierno de la cuarta transformación” las amenazas a diversos funcionarios públicos, el lamentable atentado con García Harfuch, el culiacanazo o la masacre de los Le´baron, ha obligado a todos en el gabinete a usar camionetas blindadas, incrementar el personal de escoltas y choferes. Pues no qué no?. El miedo no anda en burro. Hoy, todo lo que han criticado del pasado lo están haciendo…en muchos casos incluso superan en corrupción e impunidad. Lamentable.