Los procesos internos recientemente vividos por la militancia de MORNA nos dice a todos, que en lo que resta del gobierno de AMLO, el mal gobierno, la corrupción, impunidad y los crímenes del presidente, y de la mayoría de sus integrantes, sumarán simpatías en cascada a favor del candidato mejor preparado, con experiencia y conocimiento de la función pública en el Estado de México. Lo anterior, luego de que el “Movimiento Degeneración Nacional”, el partido López Obradorista, el partido en el Gobierno, carece de talante democrático. El cochinero electoral que hicieron es espejo fiel de lo que ocurre dentro del Gobierno de la 4T: se ignora la ley, se pisotean los derechos ciudadanos y a punta de violencia se pretende imponer el poder por el poder del más salvaje.
Al puro estilo gansteril destruyen urnas, roban urnas, queman boletas, compran votos, llevan acarreados, condicionan programas sociales, amenazan, presionan, pelean y proponen trampas electorales para conseguir su enfermizo fin, que no es otro, más que el destrozar la democracia. Y lo peor, así quiere lograr la continuidad en 2024: robarse, literal, la elección presidencial.
La elección de su corcholata para el Estado de México no fue la excepción, entre el lodazal de su autoritarismo y la antidemocracia de sus intenciones: impusieron, a la mala y no con votos, a Delfina, a una delincuente, acusada de desvió de recursos público y protegida del franciscano y todo poderoso de palacio nacional. A pesar de la mala imagen de su candidata, Lopitos pretende controlar las elecciones en 2024 para asegurar, al precio que sea y como sea, que la candidata o candidato de la 4T siga gobernando en el próximo sexenio, lo cual, desde ahora hay que decirlo, acabaría por convertir a México en un ente del socialismo latinoamericano.
Lo bueno y esperando que trascienda, es que ese repudio manifestado en todas partes contra la oligarquía mandona e injusta, ya despertó al pueblo y se abre la posibilidad real de derrotar a la mafia en el poder por la vía pacífica. Solo espero que los mexiquenses impongan su decisión y Del Mazo no venda la elección como ya lo hicieron otros gobernadores del PRI.
