/ domingo 15 de noviembre de 2020

La necedad de salir vs. La necesidad de vivir

De nueva cuenta el semáforo de alerta se quedó en naranja con doble alerta y cierre de negocios, es como cuando de niños se decía a la de tres y después del dos se decía dos y medio, dos y tres cuartos… es decir, nada mas quieren retrasar el semáforo en rojo por aumento de hospitalizaciones hasta que termine el Buen Fin, porque es grande la necedad de salir a la necesidad de vivir.

Parece hasta exagerado, pero el ver los supermercados y las tiendas departamentales atiborradas de personas que bajo el pretexto de “estamos hartos de estar encerrados” salen a la calle como si de verdad hubieran pasado los últimos meses en la cárcel o algo peor, en el manicomio, lo que lleva a miles y miles inconcientes, porque después de tantos meses no se les puede llamar de otro modo, que salen sin la menor medida de seguridad.

Esos que pese a las infinitas campañas para usar bien el cubrebocas, lavarse las manos y demás, andan paseando en la calle, con el cubrebocas en la bolsa o peor aun, mal puesto, y andan como si se sintieran seres superiores porque no se han dejado subyugar por la bota del gobierno que insiste en tenerlos con la boca cubierta, esos que no entienden que es un asunto de salud personal, pero también pública.

No era de extrañarse que los contagios subieran a causa de la flexibilidad en las medidas sanitarias, o en las pocas ganas que tienen los capitalinos en seguir encerrados, o peor aun en la gran necesidad que tienen millones de mexicanos en salir a la calle a ganarse el sustento, pero que pasaría si los que anduvieran en la calle fueran los menos y quien si pudiera quedarse en casa lo hiciera. ¿bajarían los contagios?, eso nunca lo sabremos porque los segundos no quieren hacerlo.

Insistir que se trata de un repunte cuando no se llegó al punto máximo es mucho más peligroso y mentiroso por parte del gobierno que hablar con la verdad, pues si bien la responsabilidad de cuidarse de los contagios es de cada uno, es responsabilidad del gobierno informar de manera adecuada y no salir tres veces a la semana en la mañanera a decir que ya pasó lo peor. Dicen que mucho ayuda el que no estorba y no hay nada peor que un gobernante que no hable con la verdad.

Sin duda está mas que claro que hay mas necedad por salir que necesidad de vivir, entonces, ya estaremos haciendo cuentas en las próximas tres semanas cuanta derrama económica dejó El Buen Fin y cuantos mandó al hospital o a una urna.

De nueva cuenta el semáforo de alerta se quedó en naranja con doble alerta y cierre de negocios, es como cuando de niños se decía a la de tres y después del dos se decía dos y medio, dos y tres cuartos… es decir, nada mas quieren retrasar el semáforo en rojo por aumento de hospitalizaciones hasta que termine el Buen Fin, porque es grande la necedad de salir a la necesidad de vivir.

Parece hasta exagerado, pero el ver los supermercados y las tiendas departamentales atiborradas de personas que bajo el pretexto de “estamos hartos de estar encerrados” salen a la calle como si de verdad hubieran pasado los últimos meses en la cárcel o algo peor, en el manicomio, lo que lleva a miles y miles inconcientes, porque después de tantos meses no se les puede llamar de otro modo, que salen sin la menor medida de seguridad.

Esos que pese a las infinitas campañas para usar bien el cubrebocas, lavarse las manos y demás, andan paseando en la calle, con el cubrebocas en la bolsa o peor aun, mal puesto, y andan como si se sintieran seres superiores porque no se han dejado subyugar por la bota del gobierno que insiste en tenerlos con la boca cubierta, esos que no entienden que es un asunto de salud personal, pero también pública.

No era de extrañarse que los contagios subieran a causa de la flexibilidad en las medidas sanitarias, o en las pocas ganas que tienen los capitalinos en seguir encerrados, o peor aun en la gran necesidad que tienen millones de mexicanos en salir a la calle a ganarse el sustento, pero que pasaría si los que anduvieran en la calle fueran los menos y quien si pudiera quedarse en casa lo hiciera. ¿bajarían los contagios?, eso nunca lo sabremos porque los segundos no quieren hacerlo.

Insistir que se trata de un repunte cuando no se llegó al punto máximo es mucho más peligroso y mentiroso por parte del gobierno que hablar con la verdad, pues si bien la responsabilidad de cuidarse de los contagios es de cada uno, es responsabilidad del gobierno informar de manera adecuada y no salir tres veces a la semana en la mañanera a decir que ya pasó lo peor. Dicen que mucho ayuda el que no estorba y no hay nada peor que un gobernante que no hable con la verdad.

Sin duda está mas que claro que hay mas necedad por salir que necesidad de vivir, entonces, ya estaremos haciendo cuentas en las próximas tres semanas cuanta derrama económica dejó El Buen Fin y cuantos mandó al hospital o a una urna.

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