Nuevamente llegamos a diciembre, es época de dar y recibir, para muchos serán fechas difíciles por las personas que perdieron y para otros serán motivos de celebración de que, a pesar de la gravedad de la pandemia, no perdieron a algún familiar y el exceso de confianza puede ser un factor determinante para frenar la ola de contagios de cara a 2022.
Sin duda habrá familias enteras que decidan festejar, relajarán las medidas sanitarias y vendrán los contagios y esto podrá repercutir en situaciones adversas, sin embargo, se está apelando a un festejo responsable, celebraciones que lleven en su espíritu la unidad y la protección a quienes más queremos.
Si bien ya inició y se está acelerando una dosis de refuerzo para los adultos mayores, esto no será, propiamente, un pasaporte para evadir las responsabilidades sanitarias, ni mucho menos la venia para olvidar las medidas preventivas, tampoco será, o debe ser, un motivo para olvidarse que la pandemia existe y la variante Omicron aún puede ser letal.
De acuerdo con las autoridades, no existe una tendencia que pueda sugerir que esta nueva variante nos llevará hacia una cuarta ola, pero eso depende también de que los ciudadanos tengan en mente que no se deben confiar y que el exceso de confianza puede ser malo, no se puede creer que, porque a mí no me ha pasado, no me va a suceder.
Una celebración responsable nos permitirá avanzar hacia una recuperación emocional y económica de los estragos que los casi dos años de pandemia han dejado, será el parteaguas para saber si aprendimos la lección en todo este tiempo o va a ganar el egoísmo y volveremos al confinamiento preventivo a inicios del 2022.
Vienen tiempos difíciles, serán parteaguas para avanzar o no a la nueva normalidad, pues, aunque muchos piensan que volverán a la normalidad, como antes la conocían, esto no puede ni será posible, pues habrá que adaptar la vida a la situación actual, la vida como antes la conocimos, difícilmente volverá.
Será necesario que nuevamente, como ocurrió en el sismo y en otras catástrofes naturales que los mexicanos tengamos el espíritu de unidad y ganas de salir adelante, no como individuo, sino como un solo colectivo con miras a encontrar en el siguiente año la fórmula para salir avante ante la situación de salud mundial.
Ante esto solo queda insistir en un festejo responsable, cuidar de uno, pero también cuidar de los nuestros para que podamos llegar a la siguiente navidad todos juntos y sanos.