/ martes 16 de julio de 2019

Incertidumbre nacional

Las políticas “contradictorias” del presidente Andrés Manuel López Obrador generan incertidumbre en la economía nacional, particularmente en todas las relacionadas a las finanzas de la administración pública en sus tres niveles de gobierno, en el sector energético y empresarial, principalmente porque la administración morenista socava todas las reglas del juego, generando incertidumbre en los posibles inversionistas, amén de los distintos errores que a la fecha suman la cancelación del NAIM, el recorte de personal, salarios en el gobierno, suspender subastas y debilitar las instituciones. De tal forma que hay elementos que no encuadran en una etiqueta única, pero diría que es un gobierno de izquierda a pesar de los métodos que usa, por ejemplo, en lugar de crear servicios públicos como los de las estancias le da el dinero a los inmigrantes, y creo que la característica principal de un gobierno de izquierda es que las medidas están encaminadas a redistribuir el recurso hacia los sectores más débiles.

Respecto a la corrupción, es importante resaltar que una preocupación sustancial entre los inversionistas es la complicidad del Gobierno mexicano y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley con criminales, situación que plantea serios desafíos para el estado de derecho en nuestro país. Incluso algunas de las situaciones de corrupción más comunes en nuestro país involucran a funcionarios del Gobierno que roban de las arcas públicas o exigen sobornos a cambio de otorgar contratos públicos.

Así pues, las políticas, programas y comunicación de la administración López Obradorista han contribuido al aumento de la incertidumbre para hacer negocios en México, la mayoría de las instituciones financieras, incluido el Banco de México, han revisado su expectativa de crecimiento para 2019 a 1.1% (el consenso de Banxico). Las calificadoras de riesgo más importantes han bajado o puesto en negativa la nota soberana de México, y de otras instituciones, como se ha informado ya en el reporte Clima de Inversiones en México 2019, publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos.

El presidente de la República no escucha a los inversionistas” y su paciencia se puede agotar, porque todo tiene un límite y no pueden mantenerse en un impasse.

Las políticas “contradictorias” del presidente Andrés Manuel López Obrador generan incertidumbre en la economía nacional, particularmente en todas las relacionadas a las finanzas de la administración pública en sus tres niveles de gobierno, en el sector energético y empresarial, principalmente porque la administración morenista socava todas las reglas del juego, generando incertidumbre en los posibles inversionistas, amén de los distintos errores que a la fecha suman la cancelación del NAIM, el recorte de personal, salarios en el gobierno, suspender subastas y debilitar las instituciones. De tal forma que hay elementos que no encuadran en una etiqueta única, pero diría que es un gobierno de izquierda a pesar de los métodos que usa, por ejemplo, en lugar de crear servicios públicos como los de las estancias le da el dinero a los inmigrantes, y creo que la característica principal de un gobierno de izquierda es que las medidas están encaminadas a redistribuir el recurso hacia los sectores más débiles.

Respecto a la corrupción, es importante resaltar que una preocupación sustancial entre los inversionistas es la complicidad del Gobierno mexicano y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley con criminales, situación que plantea serios desafíos para el estado de derecho en nuestro país. Incluso algunas de las situaciones de corrupción más comunes en nuestro país involucran a funcionarios del Gobierno que roban de las arcas públicas o exigen sobornos a cambio de otorgar contratos públicos.

Así pues, las políticas, programas y comunicación de la administración López Obradorista han contribuido al aumento de la incertidumbre para hacer negocios en México, la mayoría de las instituciones financieras, incluido el Banco de México, han revisado su expectativa de crecimiento para 2019 a 1.1% (el consenso de Banxico). Las calificadoras de riesgo más importantes han bajado o puesto en negativa la nota soberana de México, y de otras instituciones, como se ha informado ya en el reporte Clima de Inversiones en México 2019, publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos.

El presidente de la República no escucha a los inversionistas” y su paciencia se puede agotar, porque todo tiene un límite y no pueden mantenerse en un impasse.