Frente al avance de la pandemia y después de haber vivido en meses pasados la misma experiencia, es inexplicable e inaudito que nuestras autoridades de salud sigan sin reaccionar.
Por ejemplo, a nivel mundial se detectó, en Inglaterra, una nueva cepa de coronavirus más contagiosa, por lo que países como Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Austria, Irlanda, Bulgaria y Portugal, entre otros, anunciaron restricciones a viajes del Reino Unido.
En cambio, en nuestro país, se determinó ayer “analizar” el tema para tener una reunión nocturna con el gabinete de salud, estamos hablando de varias horas perdidas mientras las autoridades sanitarias deciden qué hacer, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México sigue operando sin ninguna medida. Solo se le toma la temperatura y se levanta un cuestionario, como si fuera suficiente.
Ya lo vivimos hace meses, espero equivocarme y que reaccionen rápido quienes tienen en sus manos el manejo de la pandemia en México. Ayer, antes de las 15:00 horas, ya sumaban 16 países de Europa los que decidieron cerrar sus vuelos provenientes de Inglaterra. Y nuestro país, todavía lo estaba analizando.
La población espera de sus gobernantes una respuesta rápida a sus necesidades, estamos hablando de apoyos sociales y económicos para hacer frente al Covid-19. Y no que sigan sucediendo situaciones como el caso de las inundaciones en Tabasco, donde aún muchos de los damnificados siguen sin recibir el apoyo prometido. Es necesaria una mayor respuesta.
La pandemia debería ser la prioridad número uno, es muy preocupante que los hospitales del Valle de México estén saturados; cientos de enfermeras y doctores están agotados, mientras todavía hay quienes piensan que ya está controlada, que no existe el virus o simplemente que nos les conviene medidas más extremas porque les afectaría electoralmente.
Estamos hablando de vidas humanas. Estamos hablando de 118,202 defunciones y un millón 320 mil 545 contagiados por Covid-19, lo cual resulta alarmante. Aunque estemos en semáforo rojo, todavía hay fiestas, gente en la calle y establecimientos no esenciales que venden sus productos. Todos tenemos que ser hoy más que nunca responsables.
Los habitantes del Valle de México tienen que cumplir con las recomendaciones y las autoridades impulsar medidas más restrictivas acompañadas de apoyos para los negocios, desempleados y micro empresas. Entre todos debemos darnos la mano, pero sobre todo que las autoridades sanitarias deben ponerse las pilas.
