/ martes 23 de febrero de 2021

Feminicidios, cáncer de mama y cervicouterino asuntos hoy desatendidos por el gobierno

Entre los temas más ignorados por las autoridades federales y locales son los feminicidios, el cáncer de mama y el cervicouterino, problemáticas que día a día aquejan a millones de mujeres y acaban con sus vidas.

Se requiere de medidas urgentes que hagan frente a dichos desafíos, pues no pueden seguir siendo desdeñados por el actual gobierno. Cifras van y vienen, nos aseguran que han disminuído, mientras que en la realidad, tanto en materia de seguridad como en salud, no hay una mejoría.

Los recortes presupuestales que desde 2019 se han aplicado al sistema de salud, sin duda han impactado los programas de prevención de cánceres femeninos, como el de mama, hoy catalogado como la primera causa de muerte en mujeres en edad productiva.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2019, por cada 100 mil mujeres de 20 años o más se reportaron 35.24 casos nuevos.

Asimismo, el cáncer cervicouterino, según datos de la Secretaria de Salud, anualmente se estima una ocurrencia de 13 mil 960 casos nuevos. Las cifras anteriores no pueden continuar siendo ignoradas dentro de las prioridades de las autoridades, es urgente tomar medidas y aportar los recursos necesarios para poner fin a tales sensibles asuntos.

De igual manera, el gobierno actual ha minimizado hasta ahora el feminicidio, una terrible realidad que en México sólo de enero a junio de 2020 registró 969 casos, más de dos por día en promedio, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En la Ciudad de México, la Fiscalía General de Justicia informó que en 2020, se investigaron 64 casos de feminicidios.

Es imperioso cambiar esta realidad en la Ciudad y el país en general, no podemos permitir que las cosas sigan igual, si en verdad queremos un cambio, tenemos que repensar y actuar para tomar las mejores decisiones.

No podemos anteponer intereses de ningún tipo frente a la salud y la vida de nadie, podemos todavía transformar las cosas y apostar a programas y acciones a favor de las mujeres, y no permitir más que se deje “para después” su atención y seguridad. Los ciudadanos tienen la decisión en sus manos.

Entre los temas más ignorados por las autoridades federales y locales son los feminicidios, el cáncer de mama y el cervicouterino, problemáticas que día a día aquejan a millones de mujeres y acaban con sus vidas.

Se requiere de medidas urgentes que hagan frente a dichos desafíos, pues no pueden seguir siendo desdeñados por el actual gobierno. Cifras van y vienen, nos aseguran que han disminuído, mientras que en la realidad, tanto en materia de seguridad como en salud, no hay una mejoría.

Los recortes presupuestales que desde 2019 se han aplicado al sistema de salud, sin duda han impactado los programas de prevención de cánceres femeninos, como el de mama, hoy catalogado como la primera causa de muerte en mujeres en edad productiva.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2019, por cada 100 mil mujeres de 20 años o más se reportaron 35.24 casos nuevos.

Asimismo, el cáncer cervicouterino, según datos de la Secretaria de Salud, anualmente se estima una ocurrencia de 13 mil 960 casos nuevos. Las cifras anteriores no pueden continuar siendo ignoradas dentro de las prioridades de las autoridades, es urgente tomar medidas y aportar los recursos necesarios para poner fin a tales sensibles asuntos.

De igual manera, el gobierno actual ha minimizado hasta ahora el feminicidio, una terrible realidad que en México sólo de enero a junio de 2020 registró 969 casos, más de dos por día en promedio, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En la Ciudad de México, la Fiscalía General de Justicia informó que en 2020, se investigaron 64 casos de feminicidios.

Es imperioso cambiar esta realidad en la Ciudad y el país en general, no podemos permitir que las cosas sigan igual, si en verdad queremos un cambio, tenemos que repensar y actuar para tomar las mejores decisiones.

No podemos anteponer intereses de ningún tipo frente a la salud y la vida de nadie, podemos todavía transformar las cosas y apostar a programas y acciones a favor de las mujeres, y no permitir más que se deje “para después” su atención y seguridad. Los ciudadanos tienen la decisión en sus manos.