/ martes 9 de marzo de 2021

Ya basta de ignorar a las mujeres

Hoy nuestro país enfrenta una de sus peores crisis sociales, y la autoridad todavía no ha dimensionado la magnitud de este problema, estamos hablando de cifras estremecedoras de feminicidios y de denuncias por asesinatos, acoso sexual y agresiones en contra de las mujeres.

Aquí ya no se trata de temas partidistas, electorales o de conservadores y liberales, se trata del grito de las mexicanas que a diario viven episodios de violencia, a algunas les ha costado la vida, mientras otras siguen esperando justicia a sus demandas. Estamos hablando de 7,224 mujeres y niñas desaparecidas y no localizadas en México desde el año 2000 a la fecha, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Comisión Nacional de Búsqueda, dependiente de la Secretaría de Gobernación.

Estamos hablando de que, durante el 2020, se registraron 3 mil 752 asesinatos de mujeres; y entre 2018 y 2020 se han cometido más de 54 mil delitos sexuales y 610 mil 373 denuncias de violencia familiar. Todos estos datos son del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el cual ha reconocido un aumento en la violencia contra las mujeres.

Ahora, si preguntan cuáles son los estados de la República donde mayor número de asesinatos y feminicidios ocurrieron el año pasado, destacan Guanajuato, Estado de México, Chihuahua, Baja California y Jalisco.

Estamos hablando, de acuerdo con la Red de los Derechos a la Infancia en México (Redim), de que en México se registraron, durante enero a septiembre del 2020, 10 feminicidios al mes, de los cuales uno fue contra una menor de edad.

Ahora, si sumamos que estamos ante una crisis sanitaria generada por el Covid-19 y una economía que se tambalea desde hace tres años, sin duda hay mayores niveles de violencia en casa. Pero no ha sido el único factor, la falta de educación también es un factor que hay que sumar.

Puedo enumerar una larga lista de datos que nos hablan sobre la terrible situación que enfrentan las mexicanas, pero prefiero que nos centremos a reflexionar sobre ¿qué nos está pasando como sociedad para llegar a este punto? Seguramente la crisis económica generada antes y durante la pandemia ha sido una de las muchas causas, pero la impunidad y la corrupción es el factor determinante.

La impunidad, la corrupción y la falta de compromiso de las autoridades para hacer frente a la violencia que se registra contra las mujeres. Me uno a la voz de ellas, que ayer salieron a las calles a reclamar justicia, a denunciar la violencia y a exigir al gobierno un alto al pacto, porqué así lo ha dejado ver, sobre todo cuando no escucha ni ve a las mujeres mexicanas, cuando en vez del diálogo y acciones para poner fin de esta impunidad, la única respuesta son las vallas.

El tiempo, quizás, haga razonar a quienes todavía defienden a candidatos violadores o agresores sexuales; a quienes restan importancia a este grito desesperado, a las miles de mujeres que salen a las calles a decir un ¡basta!. Lo único que pedimos es que no sea demasiado tarde.

Hoy nuestro país enfrenta una de sus peores crisis sociales, y la autoridad todavía no ha dimensionado la magnitud de este problema, estamos hablando de cifras estremecedoras de feminicidios y de denuncias por asesinatos, acoso sexual y agresiones en contra de las mujeres.

Aquí ya no se trata de temas partidistas, electorales o de conservadores y liberales, se trata del grito de las mexicanas que a diario viven episodios de violencia, a algunas les ha costado la vida, mientras otras siguen esperando justicia a sus demandas. Estamos hablando de 7,224 mujeres y niñas desaparecidas y no localizadas en México desde el año 2000 a la fecha, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Comisión Nacional de Búsqueda, dependiente de la Secretaría de Gobernación.

Estamos hablando de que, durante el 2020, se registraron 3 mil 752 asesinatos de mujeres; y entre 2018 y 2020 se han cometido más de 54 mil delitos sexuales y 610 mil 373 denuncias de violencia familiar. Todos estos datos son del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el cual ha reconocido un aumento en la violencia contra las mujeres.

Ahora, si preguntan cuáles son los estados de la República donde mayor número de asesinatos y feminicidios ocurrieron el año pasado, destacan Guanajuato, Estado de México, Chihuahua, Baja California y Jalisco.

Estamos hablando, de acuerdo con la Red de los Derechos a la Infancia en México (Redim), de que en México se registraron, durante enero a septiembre del 2020, 10 feminicidios al mes, de los cuales uno fue contra una menor de edad.

Ahora, si sumamos que estamos ante una crisis sanitaria generada por el Covid-19 y una economía que se tambalea desde hace tres años, sin duda hay mayores niveles de violencia en casa. Pero no ha sido el único factor, la falta de educación también es un factor que hay que sumar.

Puedo enumerar una larga lista de datos que nos hablan sobre la terrible situación que enfrentan las mexicanas, pero prefiero que nos centremos a reflexionar sobre ¿qué nos está pasando como sociedad para llegar a este punto? Seguramente la crisis económica generada antes y durante la pandemia ha sido una de las muchas causas, pero la impunidad y la corrupción es el factor determinante.

La impunidad, la corrupción y la falta de compromiso de las autoridades para hacer frente a la violencia que se registra contra las mujeres. Me uno a la voz de ellas, que ayer salieron a las calles a reclamar justicia, a denunciar la violencia y a exigir al gobierno un alto al pacto, porqué así lo ha dejado ver, sobre todo cuando no escucha ni ve a las mujeres mexicanas, cuando en vez del diálogo y acciones para poner fin de esta impunidad, la única respuesta son las vallas.

El tiempo, quizás, haga razonar a quienes todavía defienden a candidatos violadores o agresores sexuales; a quienes restan importancia a este grito desesperado, a las miles de mujeres que salen a las calles a decir un ¡basta!. Lo único que pedimos es que no sea demasiado tarde.