Uno de los temas que esta generando debate y urge resolver es el caso del programas Pueblos Mágicos, el cual requiere urgentemente de presupuesto para el 2020.
Al parecer no hay una partida presupuestal para este fin, por lo que desde el Senado de la República hay algunas voces que se pronuncian por incluir en la Ley General de Turismo este programa para garantizar recursos a los 121 Pueblos Mágicos que existen en el país.
Por desgracia, los pueblos mágicos carecieron el año pasado de recursos para promover sus actividades turísticas, lo cual tiene un costo altísimo para el turismo nacional, pues al no tener difusión hay una pérdida económica muy importante para el país.
En mayo de este año, la Secretaría de Turismo federal anunció la creación del programa “Barriendo y Pintando” que ayudará a la mejora de infraestructura y a una bolsa de recursos por 302 millones de pesos.
Sin embargo, es indispensable que se asigne una partida presupuestal al programa de Pueblos Mágicos, ya que representa un signo de identidad, de tradiciones y una derrama económica importante para los municipios.
En el 2018, el Programa de Desarrollo Regional Turístico Sustentable y Pueblos Mágicos tuvo una partida de 56 millones de pesos. Esperemos que los diputados analicen los beneficios y ventajas que tiene esta acción nacional y se le asigne una partida importante a favor de los 3.3 millones de personas que viven en esas localidades.
Entre los pueblos mágicos, llamados así por su paisaje, arquitectura, gastronomía, cultura y valor histórico, están San Miguel Allende, San Cristóbal de las Casas, Comalá, Valle de Bravo, Tecate, Tecate, Xico, Chapa de Corzo, Parras de la Fuente, Comala, Aculco, Amealco de Bonfil, Arteaga, Bacalar y muchos más.
Esperemos que los diputados otorguen una partida presupuestal a los pueblos mágicos y zonas patrimoniales del país, y al mismo tiempo la iniciativa privada apoye diversos proyectos, ya que el turismo aporta una derrama económica al país.
