Hace ya casi un año que el presidente dijo a los cuatro vientos que la pandemia le había caído al gobierno “como anillo al dedo” y es justo ahorita cuando esa frase empieza a tomar forma, pues son muchas las situaciones que está acomodando previo a las elecciones, empezando por las vacunas, que quien va a decidir quién se vacuna y quien no es el mismo gobierno, de acuerdo con su “plan de vacunación” que más bien parece estrategia electoral.
Veamos punto por punto, en diciembre se inició la vacunación para el personal de primera línea, no obstante, no inocularon a todos los que eran ni eran todos a los que tenían que vacunar, pues aún hay personal de primera línea que se la sigue rifando sin las dos dosis, y hay quienes ya la tienen y no están en primera línea, pero aquí, realmente no hay tantos votos que conseguir.
Después, por supuesto, se continuó la vacunación con los adultos mayores, estas voluntades están más que compradas con la pensión universal, porque, aunque en lo público se diga que no se va a condicionar la ayuda al voto, en lo privado, los servidores de la nación se la pasan amenazando a los viejitos con que si no gana ya no habrá pensión; y además le tienen que agradecer el privilegio al gobierno de que ya los haya vacunado y solo lo pueden hacer votando por él.
Aparentemente hasta aquí su plan marcha bien, pero ahora desdeña a los médicos particulares para que se vacunen pues no le representan tantos votos, es decir no representan tantos votos como vendrían siendo, por ejemplo, el magisterio, lo que nos lleva al siguiente punto.
En algunos estados en “semáforo verde” ya les urge regresar a clases, como si eso realmente hubiera sido prioridad en el gobierno, lo que, si es, es el pretexto perfecto para vacunar a los maestros, porque ese sector sí es prioritario, no para la operatividad del país, es determinante en las elecciones por el número de agremiados; una vez más, las vacunas al servicio del partido en el gobierno.
No es difícil distinguir que sigue, van a vacunar a los jóvenes con el pretexto de que, si ya los maestros están vacunados, pues vacunemos a los alumnos, es decir, otra gran cantidad de votos que Morena buscará echarse a la bolsa; es muy conocido el dicho de que en la política nada es casualidad.
La intención es retener la mayoría en la cámara, porque sabrán ellos que es lo que sigue en su agenda de gobierno que a todas luces no es la misma agenda de prioridades del pueblo.