Antes de que concluya esta década, el mundo alcanzará el nivel tope en el consumo mundial de petróleo. Después poco a poco este irá bajando, dando paso a nuevas energías limpias y renovables; donde México por su ubicación geográfica, está llamado a ser uno de los grandes líderes del futuro.
Los mexicanos por nuestra historia muy particular, pensamos que el principal energético del mundo es el petróleo, pero realmente es el gas, con el que no sólo se produce la mayor parte de la electricidad que consumimos, sino que además sirve para calentar hornos que se utilizan en la elaboración de pan, tortillas, alimentos procesados, tequila, y también sirve para calentar los hornos donde se produce el acero, cemento, plásticos, entre otros tantos productos más.
El problema es que el gas es un combustible fósil y al extraerlo, transportarlo y quemarlo se expulsan una gran cantidad de contaminantes a la atmósfera; aunque quisiéramos cambiar todo a procesos eléctricos, lo cierto es que almacenar energía eléctrica en este momento, además de ser costoso es poco eficiente si pensamos en escenarios donde no haya sol o aire suficiente durante una semana al año, por ejemplo.
Por ello, la opción del futuro además de sol y aire es el hidrógeno, cuyo poder calórico es más elevado que el gas y con la particularidad de que es mucho más abundante en el universo que el gas, aunado de estar al alcance de todos los países.
Actualmente existe el hidrógeno azul, que se encuentra en la naturaleza, normalmente asociado a campos de hidrocarburos, pero es muy poco. También se produce hidrógeno gris, que se obtiene de la descomposición de hidrocarburos, pero su huella de carbono es muy alta y finalmente tenemos al hidrógeno verde, producto de dividir el agua en sus partes, que es H20, dos moléculas de hidrógeno por una de oxígeno, usando energía para separar las moléculas.
Hasta el momento, obtener hidrógeno verde es muy caro, porque la energía necesaria para la separación molecular aún es costosa; sin embargo, sus precios comienzan a bajar paulatinamente y empieza a ser más barato el hidrógeno verde que el gris, pero aun es más caro que el gas.
En los próximos 10 años esto cambiará, conforme generar energía eléctrica sea cada vez más barato, y el ser humano hacia 2035, sustituirá de forma generalizada el gas por hidrógeno verde, usará celdas de hidrógeno en los aviones en lugar de turbosina y probablemente también se usará en trenes, así como en los hornos de pan, tortillas, acero, cemento e incluso en las turbinas generadoras de energía eléctrica, que hoy usan gas, lo sustituirán por hidrógeno.
El mundo está cambiando muy rápido. El fin de los combustibles fósiles se acerca y México debe aprovechar sus ventajas geográficas para generar hidrógeno verde para México, Estados Unidos y Canadá. Lamentablemente este sexenio en lugar de avanzar en ese sentido, hemos retrocedido.
Carlos López Jones
Director de Consultoría en Tendencias.com.mx
Twitter: @Carloslopezjone
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