Este viernes 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, y aunque han ido ganando espacios en el quehacer económico nacional, y seguramente México será gobernado entre 2024 y 2030 por una mujer, hay mucho por hacer.
Sin importar quien gane este 2 de junio, ya sea Claudia o Xóchitl, resulta fundamental entender y apoyar a la mujer mexicana contemporánea, con políticas públicas que ayuden a romper el techo de cristal que todavía existe.
En muy pocos años, la mujer mexicana pasó de casarse entre los 18 y 22 años, como sucedía entre 1950 y 1980, a no casarse y juntarse con una pareja o casarse como sucede en la actualidad entre los 25 y 30 años. Al casarse más grandes las mujeres, el número de hijos en promedio se redujo de forma dramática de 4 hijos en promedio a 1.7 hijos en la actualidad.
La mujer mexicana hoy tiende a contraer matrimonio más grande que sus mamás y abuelas porque su nivel educativo es mucho mayor. Actualmente hay muchas carreras, sobre todo en el cuidado de la salud y docencia, así como algunas humanidades, donde la matrícula escolar es mayoritariamente femenina, lo cual es un gran avance, pero al mismo tiempo una desventaja.
En el mercado laboral actual, hay una mayor demanda por egresados y egresadas de carreras relacionadas con las ciencias exactas como la física, la química, así como ingenierías, matemáticas y tecnología que con carreras tradicionales. Por eso, aunque los sueldos para hombres y mujeres sean idénticos, en promedio una mujer gana menos que un hombre. No es el género, es lo que estudia.
Por lo anterior, es necesario el próximo sexenio, crear políticas públicas que apoyen a la mujer.
En primer lugar, se requieren escuelas de tiempo completo, para que las niñas tengan una mejor preparación académica y sus mamás, puedan trabajar sabiendo que sus hijos e hijas están bien cuidados.
Es necesario retomar los refugios para mujeres violentadas. Toda persona sin importar su sexo debe ser capaz de trabajar y poder ganar su sustento, sin depender de terceros y es obligación del Estado, brindar esas oportunidades.
Hay que hacer campañas de difusión para acercar a las estudiantes de secundaria y preparatoria a carreras con mayor carga de matemáticas. Xóchitl al ser ingeniera y Claudia al ser científica ambiental, son buenos ejemplos de lo que una mujer, puede lograr cuando se tiene una buena preparación académica.
La interrupción legal del embarazo, debe ser una opción legal en todo el país. Una mujer puede no estar preparada en un momento de su vida, para ser madre y postergar esa decisión, le permitirá a ella, pero sobre todo a su hijo o hija, tener un mejor hogar con bases más sólidas para su crianza.
Actualmente solamente el 46.5% de las mujeres mexicanas en edad de trabajar, lo hace, frente al 75% de los hombres. Eso debe cambiar. La mujer es el bono económico de los próximos 30 años.
Carlos López Jones
Director de Consultoría en Tendencias.com.mx
Twitter: @Carloslopezjone
