Ante el cambio climático, nuestro país debe apostarle a las energías renovables y limpias, pero tal pareciera que estamos dando pasos hacia atrás, pues hay quienes aún desean utilizar el carbón –altamente contaminante- para generar electricidad como si fuera la panacea de este siglo, una fórmula exitosa y única.
Estamos hablando de un gobierno que a toda costa y sin escuchar razones quiere garantizar el sistema eléctrico nacional, sin importar los costos ambientales, los acuerdos internacionales y el alud de demandas de empresas de energías renovables. Incluso, se avisoran hasta cambios en la Constitución que borrarían de un plumazo cualquier intención de impulsar energías limpias en nuestro país.
Más allá de desaparecer la reforma energética, que tiene sus pros y contras y de darle seguimiento a supuestos actos de corrupción para beneficiar ciertas empresas, México no puede quedarse en el aislamiento internacional por no cumplir sus compromisos ambientales y ahuyentar la inversión extranjera.
La intención por parte del gobierno federal es clara, promover las energías de origen fósil como el carbón o el combustóleo, lo cual no es la mejor decisión, pues se trata de un tema que produce contaminación, pues habrá más gases de efecto invernadero y la emisión de partículas dañinas para la salud.
En mayo pasado, la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, mencionó en su cuenta de twitter que “México tiene la capacidad instalada de generar electricidad a través de energía renovable en un 31%, la cual se produce por diferentes fuentes como la hidraúlica, geotermia, nuclear, eólica y solar, las cuales aumentarán en forma ordenada”.
La pregunta sería ¿entonces qué pasó en el camino para que cambiaran de opinión?, por supuesto si se detectaron actos de corrupción hay que sancionar a quienes intentan saquear el país, pero tampoco se trata de eliminar todo de un manotazo sin prever los costos ambientales, las inversiones y los beneficios para colocar a México entre los países de avanzada.
Países como Alemania, Brasil, Dinamarca, España, Canadá y Reino Unido han desarrollado tecnologías que les han permitido utilizar diversas fuentes renovables para generar energía eléctrica. Las energías renovables son precursoras del desarrollo y comercialización de nuevas tecnologías. Quizás lo que haga falta en este debate son reglas claras. Nuestros hijos y futuras generaciones estarán agradecidos.
