A los equipos de más de una decena de candidatos a cargos de elección popular en la Ciudad de México, tan solo en Coyoacán, se les ha olvidado lo que significa la sana distancia, eso sí, todos con su cubrebocas mal puesto, y atiborrando los mercados y plazas para repartir panfletos y sourvenirs de quienes aspiran a un cargo de elección popular.
Y es que desde que iniciaron las campañas, los candidatos han mostrado que no les importa en lo más mínimo la sana distancia, que ni siquiera han de seguir las medidas sanitarias esenciales, ya que lo único que buscan es hacer presencia, regalar sus cosas y tratar de convencer a los vecinos que voten por ellos.
Definitivamente es algo complicado, pues los intereses político-económico están muy por encima de la salud pública y eso es claro, porque las campañas políticas en plena contingencia están a todo lo que dan, no buscaron la manera de hacerlo a distancia, de manera virtual, es decir, como si no pasara nada.
Y para rematar, nos enfilamos directamente a un semáforo amarillo y no porque no haya riesgo, sino porque la maquinaria del gobierno necesita, ansía que todo mundo salga a votar en su favor, pues necesita conservar la mayoría en las cámaras y en los gobiernos locales para hacerse de todo el poder.
Y así, la salud pública pasará a un segundo término, para que las elecciones puedan llevarse a cabo y por supuesto se pueda conservar el poder; una vez que esto haya pasado, entonces culparán de nuevo al pueblo sabio de que no guardó las debidas medidas de seguridad.
De todas maneras, es claro que, ante las elecciones del próximo 6 de junio, no hay medidas que valgan para hacer las campañas con sana distancia, y mucho menos va a haber tregua en la lucha encarnizada por el poder, al final, el egoísmo de los políticos puede más que cualquier otra situación.
Sin duda nos enfrentaremos a una de las luchas por el poder nunca antes vista, pues lo que antes fue oposición, hoy busca ser apabullante en las decisiones de los electores, hoy buscará no tener contrapesos para enfilarse a lo que podría parecer una dictadura moderna.
Es decir, tiene la intención de volver a lo que juró destruir, es decir, quiere ser como el antiguo régimen del PRI, donde ellos dominaban todo y solo una persona decidía por todos, incluso en el tema de la salud.
