/ domingo 9 de enero de 2022

Criptomonedas, sí. ¿Monedas Digitales?

El 24 de octubre del año pasado publiqué en esta columna un artículo sobre la adopción del Bitcoin por El Salvador como moneda de curso legal, y aunque es muy pronto para ver el verdadero impacto de la medida en la economía de aquel país, el hecho es que Forbes publicó recientemente las economías de América Latina con mejores perspectivas para 2022, posicionando a El Salvador en tercer lugar después de Panamá y República Dominicana. México se encuentra en el lugar 13.

Días después de que El Salvador tomara dicha medida, el Banco de México conjuntamente con la SHCP y la CNBV emitieron un comunicado en el que alertaron de los riesgos de usar estos activos, reiterando que las criptomonedas están “prohibidas” en nuestro país. No obstante, el 16 de diciembre Elektra anunció que a partir de esa fecha recibirían Bitcoin, y que habría un descuento del 20% en las compras que se hicieran con dicha moneda durante todo diciembre.

Aunque el Banco de México no se ha expresado al respecto, el 30 de diciembre anunció vía Twitter que en 2024 se contará en nuestro país con una moneda digital en circulación. Sin embargo, es muy importante diferenciar entre una moneda digital y una criptomoneda pues son totalmente diferentes. El valor de las criptomonedas como el Bitcoin se deriva de la confianza y la adopción de sus usuarios pues no hay un Banco Central que las regule y precisamente de eso deriva su alta volatilidad; mientras que la moneda digital que emite un Banco Central es una expresión más del conocido dinero FIAT o dinero fiduciario que surgió en los 70s cuando los Estados Unidos rompieron con el patrón oro.

Al dinero FIAT, ya sea en papel, acuñado en monedas o digital se le asigna valor por los Bancos Centrales de acuerdo con sus políticas monetarias. Y frente a una crisis siempre se presenta la tentación de emitir más dinero, tal como está pasando en Estados Unidos, Europa, y muchos países de América Latina. Sin embargo, si nos basamos en la elemental ley de la oferta y la demanda, y aunado a otros factores, a mayor cantidad de circulante, mayor inflación. Estados Unidos y España cerraron el 2021 con una inflación estimada del 6.7% y México del 7.3%, en los tres casos son cifras no vistas desde la década de los 90s. Argentina tuvo una inflación del 45.4%.

Por su parte el Bitcoin, tras fuertes caídas y subidas a lo largo del año, pasó de $33,108 USD en enero a $46,219 en diciembre, habiendo tocado un pico de más de $61,000 en octubre. Goldman Sachs comunicó esta semana que el Bitcoin competirá con el oro como reserva de valor, pudiendo alcanzar una rentabilidad anualizada de 18% en los próximos años.

Twitter: MarinievesGM @gm_marinieves

El 24 de octubre del año pasado publiqué en esta columna un artículo sobre la adopción del Bitcoin por El Salvador como moneda de curso legal, y aunque es muy pronto para ver el verdadero impacto de la medida en la economía de aquel país, el hecho es que Forbes publicó recientemente las economías de América Latina con mejores perspectivas para 2022, posicionando a El Salvador en tercer lugar después de Panamá y República Dominicana. México se encuentra en el lugar 13.

Días después de que El Salvador tomara dicha medida, el Banco de México conjuntamente con la SHCP y la CNBV emitieron un comunicado en el que alertaron de los riesgos de usar estos activos, reiterando que las criptomonedas están “prohibidas” en nuestro país. No obstante, el 16 de diciembre Elektra anunció que a partir de esa fecha recibirían Bitcoin, y que habría un descuento del 20% en las compras que se hicieran con dicha moneda durante todo diciembre.

Aunque el Banco de México no se ha expresado al respecto, el 30 de diciembre anunció vía Twitter que en 2024 se contará en nuestro país con una moneda digital en circulación. Sin embargo, es muy importante diferenciar entre una moneda digital y una criptomoneda pues son totalmente diferentes. El valor de las criptomonedas como el Bitcoin se deriva de la confianza y la adopción de sus usuarios pues no hay un Banco Central que las regule y precisamente de eso deriva su alta volatilidad; mientras que la moneda digital que emite un Banco Central es una expresión más del conocido dinero FIAT o dinero fiduciario que surgió en los 70s cuando los Estados Unidos rompieron con el patrón oro.

Al dinero FIAT, ya sea en papel, acuñado en monedas o digital se le asigna valor por los Bancos Centrales de acuerdo con sus políticas monetarias. Y frente a una crisis siempre se presenta la tentación de emitir más dinero, tal como está pasando en Estados Unidos, Europa, y muchos países de América Latina. Sin embargo, si nos basamos en la elemental ley de la oferta y la demanda, y aunado a otros factores, a mayor cantidad de circulante, mayor inflación. Estados Unidos y España cerraron el 2021 con una inflación estimada del 6.7% y México del 7.3%, en los tres casos son cifras no vistas desde la década de los 90s. Argentina tuvo una inflación del 45.4%.

Por su parte el Bitcoin, tras fuertes caídas y subidas a lo largo del año, pasó de $33,108 USD en enero a $46,219 en diciembre, habiendo tocado un pico de más de $61,000 en octubre. Goldman Sachs comunicó esta semana que el Bitcoin competirá con el oro como reserva de valor, pudiendo alcanzar una rentabilidad anualizada de 18% en los próximos años.

Twitter: MarinievesGM @gm_marinieves