/ domingo 20 de agosto de 2023

Pongamos en contexto los nuevos libros de texto

Por Marinieves García-Manzano

“Los libros de texto se han convertido en catálogos de programas políticos con numerosos contenidos y conceptos que implican una carga ideológica muy importante y que no contribuyen a adquirir las competencias. Quieren crear activistas de sus leyes ideológicas”. Así reza un artículo escrito por Miguel Antón en junio del año pasado sobre los nuevos libros de texto españoles, a raíz de las reformas legales sobre educación promovidas por el Partido Socialista.

Hablando de la capacitación de los profesores de primaria, los futuros maestros españoles recibirán las mismas horas de matemáticas que de igualdad de género. Se reducen ”asignaturas como Matemáticas o Lengua para dejar cabida a nuevas materias, como Género y Educación o Fundamentos de la inclusión educativa y atención a la diversidad” decía en otro artículo Mercedes Rodriguez en febrero de este año.

Entre múltiples referencias al ecologismo y alineada con la Agenda 2030, la nueva currícula eliminó la filosofía, y la historia ya no se enseña cronológicamente sino por bloques temáticos; ya no se menciona a la Revolución Francesa y desaparecen contenidos básicos de matemáticas. Las calificaciones en primaria y secundaria ya no son numéricas sino que se evalúa cualitativamente con Insuficiente, Suficiente, Bien, Notable y Sobresaliente; además de que no hay un límite de materias reprobadas para pasar de grado. Ello no con el objetivo de hacer alumnos más competitivos o mejor educados, sino para reducir el abandono escolar y la repetición de grado, ya que España triplica la tasa europea y a decir de la ministra de Educación “repetir curso no sirve de nada y es económicamente muy costoso”. Supongo que en su cálculo no toma en cuenta los costos económicos que tendrá “graduar” a carretadas de jóvenes que reprobaron materias constantemente; aunque eso sí, se promueve la igualdad pues todos serán igual de ignorantes.

El año pasado se presentó en Cataluña un programa de educación sexual que enseña a los niños a masturbarse desde los 3 años: durante el curso debe haber música tranquila y los alumnos pueden tomar objetos del salón para acariciar o masajear a algún otro niño y obtener sensaciones agradables y deseables. Por su parte, el Manual All About Me del Reino Unido enseña a los niños a partir de 9 años a masturbarse, y a partir de los 12 se abordan temas como el sexo anal, la homosexualidad y el cambio de sexo. Los libros de texto del distrito de Newport-Mesa en California afirman que existen 10 identidades sexuales incluyendo la skoliosexual ¿? y la ginesexual ¿? y se pide a los alumnos de 14 años que creen la suya.

¿Les suenan estas cosas?

Pues como podrá ver querido Único Lector, la Nueva Escuela Mexicana no es una idea peregrina de Palacio Nacional, sino que responde eficientemente a un movimiento globalista impuesto desde instancias supranacionales e inspirado en la Agenda 2030, del que difícilmente podremos escapar.


Twitter: MarinievesGM @gm_marinieves


Por Marinieves García-Manzano

“Los libros de texto se han convertido en catálogos de programas políticos con numerosos contenidos y conceptos que implican una carga ideológica muy importante y que no contribuyen a adquirir las competencias. Quieren crear activistas de sus leyes ideológicas”. Así reza un artículo escrito por Miguel Antón en junio del año pasado sobre los nuevos libros de texto españoles, a raíz de las reformas legales sobre educación promovidas por el Partido Socialista.

Hablando de la capacitación de los profesores de primaria, los futuros maestros españoles recibirán las mismas horas de matemáticas que de igualdad de género. Se reducen ”asignaturas como Matemáticas o Lengua para dejar cabida a nuevas materias, como Género y Educación o Fundamentos de la inclusión educativa y atención a la diversidad” decía en otro artículo Mercedes Rodriguez en febrero de este año.

Entre múltiples referencias al ecologismo y alineada con la Agenda 2030, la nueva currícula eliminó la filosofía, y la historia ya no se enseña cronológicamente sino por bloques temáticos; ya no se menciona a la Revolución Francesa y desaparecen contenidos básicos de matemáticas. Las calificaciones en primaria y secundaria ya no son numéricas sino que se evalúa cualitativamente con Insuficiente, Suficiente, Bien, Notable y Sobresaliente; además de que no hay un límite de materias reprobadas para pasar de grado. Ello no con el objetivo de hacer alumnos más competitivos o mejor educados, sino para reducir el abandono escolar y la repetición de grado, ya que España triplica la tasa europea y a decir de la ministra de Educación “repetir curso no sirve de nada y es económicamente muy costoso”. Supongo que en su cálculo no toma en cuenta los costos económicos que tendrá “graduar” a carretadas de jóvenes que reprobaron materias constantemente; aunque eso sí, se promueve la igualdad pues todos serán igual de ignorantes.

El año pasado se presentó en Cataluña un programa de educación sexual que enseña a los niños a masturbarse desde los 3 años: durante el curso debe haber música tranquila y los alumnos pueden tomar objetos del salón para acariciar o masajear a algún otro niño y obtener sensaciones agradables y deseables. Por su parte, el Manual All About Me del Reino Unido enseña a los niños a partir de 9 años a masturbarse, y a partir de los 12 se abordan temas como el sexo anal, la homosexualidad y el cambio de sexo. Los libros de texto del distrito de Newport-Mesa en California afirman que existen 10 identidades sexuales incluyendo la skoliosexual ¿? y la ginesexual ¿? y se pide a los alumnos de 14 años que creen la suya.

¿Les suenan estas cosas?

Pues como podrá ver querido Único Lector, la Nueva Escuela Mexicana no es una idea peregrina de Palacio Nacional, sino que responde eficientemente a un movimiento globalista impuesto desde instancias supranacionales e inspirado en la Agenda 2030, del que difícilmente podremos escapar.


Twitter: MarinievesGM @gm_marinieves