/ martes 12 de enero de 2021

Bailarinas de ballet abusadas

DOBLE EFECTO

La violencia en contra de las mujeres en México sigue en las sombras y sólo en contadas ocasiones llega hasta las autoridades judiciales.

Aunque cada día, muchas de las afectadas se atreven a alzar la voz. Ello ocurrió en octubre pasado, cuando tres bailarinas de ballet iniciaron una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México contra un profesor de danza.

Dos de ellas por presentaron una demanda por supuesto abuso infantil, las otras dos por acoso sexual y por corrupción de menores.

Las afectadas dicen que a tres meses de haber presentado la denuncia no hay avances, ni le han notificado al profesor que está imputado por tres delitos.

Estas mujeres apoyadas por decenas de organizaciones feministas, enviaron una carta abierta al Instituto Nacional de las Mujeres, a las Secretaría de Cultura y de Educación Pública; al gobierno capitalino y a la Comisión de Derechos Humanos local, así como a las trabajadoras de la cultura y las artes.

A través del Twitter @OdileOdile4 “justicia para las bailarinas #MeToo Ballet #NomassilencioenBellasArtes citan el tema. En la plataforma Change.org lanzaron la petición: “Fuera los acosadores, pedófilos y abusadores sexuales en el ámbito del arte y la cultura.

Narran que siendo mujeres menores de edad, fueron víctimas de violencia psicológica y sexual infligida por un profesor de ballet .Y comentan que en ese momento se sentían en completa indefensión, pero no tenían conocimiento que lo que él hacía con ellas era un delito.

Años después, tras sufrir depresión y otros trastornos propios de quienes hemos sido víctimas de abuso sexual y violación, decidieron no callar más.

Al ir a la Fiscalía General de Justicia local, se llevaron la gran sorpresa que fueron criminalizadas y revictimizadas con las preguntas de “¿por qué hasta ahora denuncian?”, “¿estás segura de que no lo disfrutaste?”, “¿sabes las consecuencias de lo que estás denunciando?” entre otros más.

En ningún momento les brindaron asistencia psicológica por parte de la Fiscalía. Tal vez, su titular, Ernestina Godoy no tenga noticia del maltrato de sus funcionarios.

Por esa revictimización, acudieron a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México a presentar una queja.

EN ESE TENOR.

El delito no prescribe. Ya que el año pasado, la Cámara de Diputados aprobó una reforma para que prescriban hasta que la víctima cumpla 30 años y las denunciantes tienen menos de esa edad.

Sígueme @Patri17Carrasco

DOBLE EFECTO

La violencia en contra de las mujeres en México sigue en las sombras y sólo en contadas ocasiones llega hasta las autoridades judiciales.

Aunque cada día, muchas de las afectadas se atreven a alzar la voz. Ello ocurrió en octubre pasado, cuando tres bailarinas de ballet iniciaron una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México contra un profesor de danza.

Dos de ellas por presentaron una demanda por supuesto abuso infantil, las otras dos por acoso sexual y por corrupción de menores.

Las afectadas dicen que a tres meses de haber presentado la denuncia no hay avances, ni le han notificado al profesor que está imputado por tres delitos.

Estas mujeres apoyadas por decenas de organizaciones feministas, enviaron una carta abierta al Instituto Nacional de las Mujeres, a las Secretaría de Cultura y de Educación Pública; al gobierno capitalino y a la Comisión de Derechos Humanos local, así como a las trabajadoras de la cultura y las artes.

A través del Twitter @OdileOdile4 “justicia para las bailarinas #MeToo Ballet #NomassilencioenBellasArtes citan el tema. En la plataforma Change.org lanzaron la petición: “Fuera los acosadores, pedófilos y abusadores sexuales en el ámbito del arte y la cultura.

Narran que siendo mujeres menores de edad, fueron víctimas de violencia psicológica y sexual infligida por un profesor de ballet .Y comentan que en ese momento se sentían en completa indefensión, pero no tenían conocimiento que lo que él hacía con ellas era un delito.

Años después, tras sufrir depresión y otros trastornos propios de quienes hemos sido víctimas de abuso sexual y violación, decidieron no callar más.

Al ir a la Fiscalía General de Justicia local, se llevaron la gran sorpresa que fueron criminalizadas y revictimizadas con las preguntas de “¿por qué hasta ahora denuncian?”, “¿estás segura de que no lo disfrutaste?”, “¿sabes las consecuencias de lo que estás denunciando?” entre otros más.

En ningún momento les brindaron asistencia psicológica por parte de la Fiscalía. Tal vez, su titular, Ernestina Godoy no tenga noticia del maltrato de sus funcionarios.

Por esa revictimización, acudieron a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México a presentar una queja.

EN ESE TENOR.

El delito no prescribe. Ya que el año pasado, la Cámara de Diputados aprobó una reforma para que prescriban hasta que la víctima cumpla 30 años y las denunciantes tienen menos de esa edad.

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