/ jueves 27 de agosto de 2020

¿Vale la pena juntar mi cuenta de banco con la de mi pareja?

Una de las principales causas de divorcio son las frecuentes discusiones sobre el dinero. Xavier Serbiá, experto en finanzas personales nos dice lo que debemos saber antes de tomar la decisión.

Compartir cuentas con tu pareja tiene ventajas y desventajas, entre los pros puedes encontrar:

Promueve la confianza y la transparencia. Saber lo que está haciendo cada uno es clave para fortalecer la confianza entre ambos. Al unir las cuentas hay controles y equilibrios, se pueden tomar mejores decisiones en grupo y puede servir para que haya más responsabilidad a la hora de gastar, de ahorrar y de invertir.

Es más fácil planificar. Al saber qué están haciendo con el dinero, es más fácil tener una foto clara de las finanzas en el hogar. Lo que entra, lo que sale, los impuestos que se pagan, cuánto efectivo hay, las inversiones, las deudas, etc.

Crea sentido de igualdad y seguridad. Habrá momentos en los que uno traiga más dinero que el otro, incluso habrá momentos en los que uno ayudará más que el otro, pero ambos recogen el beneficio del sacrifico. Además cuando uno no está, el otro queda protegido legalmente porque ambos comparten las cuentas.

Se gana más trabajando en equipo. Si los dos tienen el mismo fin si mientras uno produce y el otro cuida y administra, no hay que dudar que sí es una buena opción compartir cuentas.

Serbia dice que la mejor forma de construir riqueza es cuando ambos comparten las responsabilidades y los beneficios. No solo comparte las cuentas, también la comunicación, la toma de decisiones. Pues los dos están en las buenas y en las malas.

Una de las claves del éxito de los matrimonios es cuando ambos diseñan, siembran y construyen y sacan beneficio de lo que hicieron juntos.

Algunos contras que hay sobre compartir las cuentas son:

No promueves la autonomía: Una vez que unes las cuentas, tienes que asumir que viene lo bueno y lo malo. Puede que tengas que ceder lo que crees es “tuyo” para que ambos puedan estar en la misma página. O que debas cambiar tus hábitos que puede que no sean buenos para el futuro económico y de la relación.

Demasiada transparencia. Ahora tu pareja sabrá en qué gastas y cómo lo haces. Esto puede ser utilizado para un mecanismo de control para bien o para mal. Según una encuesta del portal Nerdwallet alrededor de 1 de cada 5 personas decidieron no juntar cuentas con su pareja porque no quieren tener que dar explicaciones o justificar sus gastos.

Complicado en caso de separación. En caso de que lleguen a separarse no es tan fácil decir ‘adiós’. Porque ahora hay que dividir lo correspondiente a cada uno y lo que cada uno cree que le corresponde y muchas veces terminan ganando los abogados.

Sigue estos cinco tips para tener unas finanzas sanas en pareja:

Hay que hablar de dinero. Saber el estado financiero de tu pareja, cuáles son los valores, las aspiraciones y las prioridades de cada uno.

Hay que atacar los problemas temprano: el problema no es el dinero, sino en la necesidad de controlar, en la adicción, en la necesidad de poder, en la desconfianza. Sabiendo lo que le pasa al otro es más fácil encontrar la solución.

Puedes usar una combinación de ambos casos: Por ejemplo, el dinero entra en una cuenta conjunta en la que ambos son dueños para cubrir ciertas cosas. Y de ahí determinan qué compromisos se pagarán con esa cuenta y qué compromisos les toca pagar a cada uno. Es necesario establecer ante el banco que en caso de que alguno falte o se invalide, tu pareja podrá tener acceso a esa cuenta maestra donde está el dinero concentrado.

Juega en equipo al 100%. La fórmula perfecta para lograr la riqueza es cuando ambos están en la misma página y uno protegiendo al otro.

Considera un acuerdo prenupcial. Aquel que tiene activos acumulados al momento de unirse, que tiene hijos de relaciones anteriores o ingresos y riquezas significativas deben considerar la opción.

Al final hay que hacer lo que mejor funcione a la pareja y eso depende de cada caso. ¡Suerte!

@Lady_varo

ladyvaro.fp@gmail.com

Una de las principales causas de divorcio son las frecuentes discusiones sobre el dinero. Xavier Serbiá, experto en finanzas personales nos dice lo que debemos saber antes de tomar la decisión.

Compartir cuentas con tu pareja tiene ventajas y desventajas, entre los pros puedes encontrar:

Promueve la confianza y la transparencia. Saber lo que está haciendo cada uno es clave para fortalecer la confianza entre ambos. Al unir las cuentas hay controles y equilibrios, se pueden tomar mejores decisiones en grupo y puede servir para que haya más responsabilidad a la hora de gastar, de ahorrar y de invertir.

Es más fácil planificar. Al saber qué están haciendo con el dinero, es más fácil tener una foto clara de las finanzas en el hogar. Lo que entra, lo que sale, los impuestos que se pagan, cuánto efectivo hay, las inversiones, las deudas, etc.

Crea sentido de igualdad y seguridad. Habrá momentos en los que uno traiga más dinero que el otro, incluso habrá momentos en los que uno ayudará más que el otro, pero ambos recogen el beneficio del sacrifico. Además cuando uno no está, el otro queda protegido legalmente porque ambos comparten las cuentas.

Se gana más trabajando en equipo. Si los dos tienen el mismo fin si mientras uno produce y el otro cuida y administra, no hay que dudar que sí es una buena opción compartir cuentas.

Serbia dice que la mejor forma de construir riqueza es cuando ambos comparten las responsabilidades y los beneficios. No solo comparte las cuentas, también la comunicación, la toma de decisiones. Pues los dos están en las buenas y en las malas.

Una de las claves del éxito de los matrimonios es cuando ambos diseñan, siembran y construyen y sacan beneficio de lo que hicieron juntos.

Algunos contras que hay sobre compartir las cuentas son:

No promueves la autonomía: Una vez que unes las cuentas, tienes que asumir que viene lo bueno y lo malo. Puede que tengas que ceder lo que crees es “tuyo” para que ambos puedan estar en la misma página. O que debas cambiar tus hábitos que puede que no sean buenos para el futuro económico y de la relación.

Demasiada transparencia. Ahora tu pareja sabrá en qué gastas y cómo lo haces. Esto puede ser utilizado para un mecanismo de control para bien o para mal. Según una encuesta del portal Nerdwallet alrededor de 1 de cada 5 personas decidieron no juntar cuentas con su pareja porque no quieren tener que dar explicaciones o justificar sus gastos.

Complicado en caso de separación. En caso de que lleguen a separarse no es tan fácil decir ‘adiós’. Porque ahora hay que dividir lo correspondiente a cada uno y lo que cada uno cree que le corresponde y muchas veces terminan ganando los abogados.

Sigue estos cinco tips para tener unas finanzas sanas en pareja:

Hay que hablar de dinero. Saber el estado financiero de tu pareja, cuáles son los valores, las aspiraciones y las prioridades de cada uno.

Hay que atacar los problemas temprano: el problema no es el dinero, sino en la necesidad de controlar, en la adicción, en la necesidad de poder, en la desconfianza. Sabiendo lo que le pasa al otro es más fácil encontrar la solución.

Puedes usar una combinación de ambos casos: Por ejemplo, el dinero entra en una cuenta conjunta en la que ambos son dueños para cubrir ciertas cosas. Y de ahí determinan qué compromisos se pagarán con esa cuenta y qué compromisos les toca pagar a cada uno. Es necesario establecer ante el banco que en caso de que alguno falte o se invalide, tu pareja podrá tener acceso a esa cuenta maestra donde está el dinero concentrado.

Juega en equipo al 100%. La fórmula perfecta para lograr la riqueza es cuando ambos están en la misma página y uno protegiendo al otro.

Considera un acuerdo prenupcial. Aquel que tiene activos acumulados al momento de unirse, que tiene hijos de relaciones anteriores o ingresos y riquezas significativas deben considerar la opción.

Al final hay que hacer lo que mejor funcione a la pareja y eso depende de cada caso. ¡Suerte!

@Lady_varo

ladyvaro.fp@gmail.com

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