/ martes 28 de abril de 2020

Sin economía, no hay país

Por Édgar F. Garza Ancira

El Covid-19 OVID-19 es el mayor reto sanitario y económico para todos los países incluido México, que con una economía débil y finanzas públicas limitadas, requiere de medidas inmediatas y drásticas para sostener y reactivar la economía lo más pronto que se pueda una vez superada la pandemia, ya que de lo contrario, tendremos una economía contraída y sin posibilidades para atender la agenda social transformadora propuesta por el actual gobierno.


El pasado domingo 5 de abril, el Presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el Plan para hacer frente al impacto económico como consecuencia de la emergencia sanitaria.


Sin embargo, los expertos reiteran que las medidas anunciadas en nuestro país, parecen insuficientes para contener la magnitud de la crisis económica que está afectando a todos los sectores, principalmente a empresas, las cuales en México hasta antes de la contingencia sanitaria eran aproximadamente 4.9 millones, de las cuales, el 99.8% son Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) que aportan 42% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan alrededor del 78% del empleo formal en el país, es decir, más de 20 millones de empleos formales y son las que mayores afectaciones enfrentan.


Ante los problemas de solvencia y liquidez por el que atraviesa el sector empresarial, esperaban un mensaje flexible orientado a la reestructuración de créditos, recalendarización de pagos, acceso a nuevos créditos, que permitan contener la caída en el consumo privado. Empero, lo que se anunció, fue que los recursos estarán destinados a programas sociales y a obras de infraestructura que, en lo inmediato, todos pensarían que podrían ser aplazados.


La contingencia, está afectando a todos los sectores. Por tanto, se requiere del dialogo entre los tres órdenes de gobierno: Federal, Estatal y Municipal, sin dejar de lado al poder legislativo y a los empresarios, puesto que, sólo trabajando hombro a hombro se podrán lograr los acuerdos que permitan proteger empleos y amortiguar de la mejor manera el impacto de la crisis económica para todos los sectores de la población.


Por Édgar F. Garza Ancira

El Covid-19 OVID-19 es el mayor reto sanitario y económico para todos los países incluido México, que con una economía débil y finanzas públicas limitadas, requiere de medidas inmediatas y drásticas para sostener y reactivar la economía lo más pronto que se pueda una vez superada la pandemia, ya que de lo contrario, tendremos una economía contraída y sin posibilidades para atender la agenda social transformadora propuesta por el actual gobierno.


El pasado domingo 5 de abril, el Presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el Plan para hacer frente al impacto económico como consecuencia de la emergencia sanitaria.


Sin embargo, los expertos reiteran que las medidas anunciadas en nuestro país, parecen insuficientes para contener la magnitud de la crisis económica que está afectando a todos los sectores, principalmente a empresas, las cuales en México hasta antes de la contingencia sanitaria eran aproximadamente 4.9 millones, de las cuales, el 99.8% son Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) que aportan 42% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan alrededor del 78% del empleo formal en el país, es decir, más de 20 millones de empleos formales y son las que mayores afectaciones enfrentan.


Ante los problemas de solvencia y liquidez por el que atraviesa el sector empresarial, esperaban un mensaje flexible orientado a la reestructuración de créditos, recalendarización de pagos, acceso a nuevos créditos, que permitan contener la caída en el consumo privado. Empero, lo que se anunció, fue que los recursos estarán destinados a programas sociales y a obras de infraestructura que, en lo inmediato, todos pensarían que podrían ser aplazados.


La contingencia, está afectando a todos los sectores. Por tanto, se requiere del dialogo entre los tres órdenes de gobierno: Federal, Estatal y Municipal, sin dejar de lado al poder legislativo y a los empresarios, puesto que, sólo trabajando hombro a hombro se podrán lograr los acuerdos que permitan proteger empleos y amortiguar de la mejor manera el impacto de la crisis económica para todos los sectores de la población.