/ miércoles 5 de agosto de 2020

Los Frankenstein de la política

Hace muchos años estuve muy de cerca con una Gobernadora de muy alta popularidad en su estado, y que dentro de su gabinete, nombró un Doctor como Secretario de Salud, muy querido y reconocido en la comunidad. Vinieron las elecciones intermedias, y a alguien se le ocurrió la “maravillosa idea” de hacerlo Diputado Federal.

Y sí, ganó. Así, se perdió un muy buen médico y se inventó un mal político. Con el tiempo, este Frankenstein traicionó a quien lo apoyó para hacerse Diputado Federal, se cambió de partido político, y hasta creyó que podría llegar a ser Presidente Municipal de su ciudad, y quien sabe, con el tiempo hasta Gobernador. Esto no sucedió. Lo único que aprendió de haberse hecho político es la forma “correcta” de saludar a sus excompañeros de gabinete y de partido.

Más recientemente, pasó algo similar con quien fuera un muy buen y reconocido abogado, quien llegó a ser Procurador de la Ciudad de México. Muy alto en su popularidad dentro del Gobierno de Marcelo Ebrard, se llevó de calle a Mario Delgado en su intención por ser el candidato y próximo Jefe de Gobierno, por las siglas del PRD.

Ganó con la más alta votación y porcentaje en la historia de la ciudad, pero terminó su gobierno como el peor evaluado de los gobernantes, postulado por el PAN al Senado, y muy confrontado con su predecesor y quien finalmente impulsó a ser Jefe de Gobierno, el actual Canciller Marcelo Ebrard. Vueltas que da la vida.

Sin duda, el Senador Miguel Ángel Mancera en su ámbito, el del Derecho, pudo haber llegado a la más alta cima. Y como político no le fue nada mal, gobernó su ciudad, la perdió, quedó como Senador de una fracción de 2 y con varios de sus colaboradores con orden de aprehensión.

¿Ya adivinó por qué le describo estos dos ejemplos de la política real?

El Dr. Hugo López-Gatell ya es más político que técnico, y no dude que lo vea de Senador o candidato a algo. Y lo desastroso que sería. Ojo Presidente, ya le costó una renuncia muy ostensible. Hay que aprender de la historia.

Twitter: @floresaquino (aunque siga suspendida)


Hace muchos años estuve muy de cerca con una Gobernadora de muy alta popularidad en su estado, y que dentro de su gabinete, nombró un Doctor como Secretario de Salud, muy querido y reconocido en la comunidad. Vinieron las elecciones intermedias, y a alguien se le ocurrió la “maravillosa idea” de hacerlo Diputado Federal.

Y sí, ganó. Así, se perdió un muy buen médico y se inventó un mal político. Con el tiempo, este Frankenstein traicionó a quien lo apoyó para hacerse Diputado Federal, se cambió de partido político, y hasta creyó que podría llegar a ser Presidente Municipal de su ciudad, y quien sabe, con el tiempo hasta Gobernador. Esto no sucedió. Lo único que aprendió de haberse hecho político es la forma “correcta” de saludar a sus excompañeros de gabinete y de partido.

Más recientemente, pasó algo similar con quien fuera un muy buen y reconocido abogado, quien llegó a ser Procurador de la Ciudad de México. Muy alto en su popularidad dentro del Gobierno de Marcelo Ebrard, se llevó de calle a Mario Delgado en su intención por ser el candidato y próximo Jefe de Gobierno, por las siglas del PRD.

Ganó con la más alta votación y porcentaje en la historia de la ciudad, pero terminó su gobierno como el peor evaluado de los gobernantes, postulado por el PAN al Senado, y muy confrontado con su predecesor y quien finalmente impulsó a ser Jefe de Gobierno, el actual Canciller Marcelo Ebrard. Vueltas que da la vida.

Sin duda, el Senador Miguel Ángel Mancera en su ámbito, el del Derecho, pudo haber llegado a la más alta cima. Y como político no le fue nada mal, gobernó su ciudad, la perdió, quedó como Senador de una fracción de 2 y con varios de sus colaboradores con orden de aprehensión.

¿Ya adivinó por qué le describo estos dos ejemplos de la política real?

El Dr. Hugo López-Gatell ya es más político que técnico, y no dude que lo vea de Senador o candidato a algo. Y lo desastroso que sería. Ojo Presidente, ya le costó una renuncia muy ostensible. Hay que aprender de la historia.

Twitter: @floresaquino (aunque siga suspendida)