/ viernes 15 de marzo de 2024

PODER CIUDADANO | Chapulineo nivel 4T


El chapulineo no es nuevo, viene prácticamente desde que el PRI empezó a aflojar un poquito, en aquella reforma político electoral de 1977, reconociendo la necesidad del pluripartidismo, después de décadas de partido hegemónico, que concluyó 23 años después, en el 2000, con la llegada de Fox a la Presidencia.

La diferencia de aquel chapulineo, fue que no había otra opción partidista que fuera el PRI, así que Cuauhtémoc Cárdenas, Pablo Emilio Madero, Porfirio Muñoz Ledo, entre cientos más, tuvieron como única alternativa formar nuevos partidos, que en los hechos fue, brincar a otro. En términos estrictos, fueron los primeros chapulines, incluido el propio Presidente López Obrador.

Por eso aquel dicho que aún subsiste en política, que dice “todos llevamos un priista dentro”, aunque hemos visto últimamente que algunos han exagerado, sobre todo en Morena; tanto que desde hace rato, pasaron del PRIMOR al nuevo PRI. Dicen.

En el PRD, cuando fue aquella opción democrática que actualmente ya no es, la clave de sus primeros triunfos electorales fue con base al chapulineo, de ahí provinieron sus primeros gobernadores, prácticamente todos provenían del PRI y uno que otro extraviado del PAN.

En el PAN, por su adoctrinamiento ideológico, difícilmente llegaban de otros partidos, aunque también hubo casos, como el del repudiado Javier Lozano, priista converso; otros como el del candidato Álvarez Máynez, que pasó del PRD al PRI y ahora a MC, en menos de 15 años, son pocos conocidos, pero así fue.

Pero bueno, ¿Cuál es la diferencia entre aquellos chapulineos del siglo pasado a los actuales? Que en aquel entonces, el único objetivo era la alternancia democrática, ni siquiera transición, que solo se lograría sacando al PRI de los Pinos, como le decíamos en aquel entonces.

Ahora, esa justificación ya no existe, porque el PRI (aunque después regresó) salió del poder hace 24 años. Y por primera vez en nuestra historia política, llevamos tres sexenios con tres partidos diferentes, no hay que olvidarlo.

Entonces, ¿cómo le podemos llamar al chapulineo político del siglo XXI? Algunos le llaman vendidos, arribistas, oportunistas, prostitución política, otros dirían “vivir fuera del presupuesto público es vivir en el error” o “el hueso por el hueso”.

Esos rollos de ser incluyentes, de sumar, de “encontrar el verdadero camino” sólo se los creen quienes lo dicen, y quienes los reciben en sus partidos.

Los absurdos, hay grandes ejemplos, sobre todo el trapecismo político hacia el partido gobernante. Solo por citar algunos, porque no cabrían en todo el espacio, ¿Qué de incluyente puede ser recibir a los caciques priistas Eruviel Ávila y Alejandro Murat en Morena?

¿Cómo nos explicamos que el brazo derecho de Murillo Karam, la ultra priista oaxaqueña Mariana Benitez, ahora sea pluri para Diputada Federal por Morena? ¿Cómo explicarse el paso de una diputada local, ultra panista, que siempre presumió el padrinazgo de Romero Herrera, ahora como la militante más morenista en la Ciudad de México. de una semana a otra?

¿Cómo Germán Martínez pasó del PAN a Morena y regresa al PAN? ¿Cómo sigue trepado en el hueso moreno Manuel Espino? Y así podría hacer 10 planas más de ejemplos. Es el chapulineo de la 4T ¡Eso de incluyentes qué!

¿Cuál es tu chapulín o chapulina favorita? Escríbemelo.

X: @floresaquino

FB: Juan Carlos Flores (fan page)



El chapulineo no es nuevo, viene prácticamente desde que el PRI empezó a aflojar un poquito, en aquella reforma político electoral de 1977, reconociendo la necesidad del pluripartidismo, después de décadas de partido hegemónico, que concluyó 23 años después, en el 2000, con la llegada de Fox a la Presidencia.

La diferencia de aquel chapulineo, fue que no había otra opción partidista que fuera el PRI, así que Cuauhtémoc Cárdenas, Pablo Emilio Madero, Porfirio Muñoz Ledo, entre cientos más, tuvieron como única alternativa formar nuevos partidos, que en los hechos fue, brincar a otro. En términos estrictos, fueron los primeros chapulines, incluido el propio Presidente López Obrador.

Por eso aquel dicho que aún subsiste en política, que dice “todos llevamos un priista dentro”, aunque hemos visto últimamente que algunos han exagerado, sobre todo en Morena; tanto que desde hace rato, pasaron del PRIMOR al nuevo PRI. Dicen.

En el PRD, cuando fue aquella opción democrática que actualmente ya no es, la clave de sus primeros triunfos electorales fue con base al chapulineo, de ahí provinieron sus primeros gobernadores, prácticamente todos provenían del PRI y uno que otro extraviado del PAN.

En el PAN, por su adoctrinamiento ideológico, difícilmente llegaban de otros partidos, aunque también hubo casos, como el del repudiado Javier Lozano, priista converso; otros como el del candidato Álvarez Máynez, que pasó del PRD al PRI y ahora a MC, en menos de 15 años, son pocos conocidos, pero así fue.

Pero bueno, ¿Cuál es la diferencia entre aquellos chapulineos del siglo pasado a los actuales? Que en aquel entonces, el único objetivo era la alternancia democrática, ni siquiera transición, que solo se lograría sacando al PRI de los Pinos, como le decíamos en aquel entonces.

Ahora, esa justificación ya no existe, porque el PRI (aunque después regresó) salió del poder hace 24 años. Y por primera vez en nuestra historia política, llevamos tres sexenios con tres partidos diferentes, no hay que olvidarlo.

Entonces, ¿cómo le podemos llamar al chapulineo político del siglo XXI? Algunos le llaman vendidos, arribistas, oportunistas, prostitución política, otros dirían “vivir fuera del presupuesto público es vivir en el error” o “el hueso por el hueso”.

Esos rollos de ser incluyentes, de sumar, de “encontrar el verdadero camino” sólo se los creen quienes lo dicen, y quienes los reciben en sus partidos.

Los absurdos, hay grandes ejemplos, sobre todo el trapecismo político hacia el partido gobernante. Solo por citar algunos, porque no cabrían en todo el espacio, ¿Qué de incluyente puede ser recibir a los caciques priistas Eruviel Ávila y Alejandro Murat en Morena?

¿Cómo nos explicamos que el brazo derecho de Murillo Karam, la ultra priista oaxaqueña Mariana Benitez, ahora sea pluri para Diputada Federal por Morena? ¿Cómo explicarse el paso de una diputada local, ultra panista, que siempre presumió el padrinazgo de Romero Herrera, ahora como la militante más morenista en la Ciudad de México. de una semana a otra?

¿Cómo Germán Martínez pasó del PAN a Morena y regresa al PAN? ¿Cómo sigue trepado en el hueso moreno Manuel Espino? Y así podría hacer 10 planas más de ejemplos. Es el chapulineo de la 4T ¡Eso de incluyentes qué!

¿Cuál es tu chapulín o chapulina favorita? Escríbemelo.

X: @floresaquino

FB: Juan Carlos Flores (fan page)