/ jueves 20 de agosto de 2020

Identifica y modifica tus hábitos crediticios

Solo 8.3% de la población de nuestro país ha tomado algún curso sobre ahorro, crédito o cómo hacer un presupuesto. El 65.1% no registra sus gastos, lo que puede generar problemas financieros, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor.

No tener un registro de tus gastos puede llevarte a no tener un buen control de tus finanzas y bien dicen que lo que no se registra no se puede medir y lo que no se mide, no se puede corregir.

Si ya identificaste que tienes malos hábitos financieros como gastar en cosas que no necesitas o que no te alcance el dinero para terminar la quincena, tienes que cambiarte el chip:

Presupuesto. Haz un presupuesto para tener un panorama de tus ingresos y egresos para cubrir tus gastos habituales y compromisos financieros, entre ellos los créditos.

Procura. Paga más del mínimo solicitado, así cubres tu deuda en menos tiempo y con menos intereses.

Prioriza. Dale prioridad a las compras realmente necesarias. La mejor opción de compra es aquella que se adapta a sus necesidades y posibilidades de pago.

Evita. No adquieras deudas que no puedes pagar. El crédito y las tarjetas de crédito son útiles para adquirir ciertos bienes o servicios, pero podrán convertirse en un enemigo si los usas de manera irracional.

Reduce. No deberías destinar más de 25% de tus ingresos mensuales a pagar tus deudas. Si rebasas este porcentaje tu liquidez se verá afectada.

Consulta. Échale un ojo a tu reporte de crédito en caso de que quieras hacer alguna aclaración. Recuerda, lo puedes solicitar una vez al año de forma gratuita.

Sé puntual. Al pagar en las fechas indicadas construirás un buen historial crediticio. Utiliza un calendario para indicarlas. Revisa estados de cuenta para comprobar que se vean reflejados tus pagos y llevar un control o hacer una aclaración si es necesario.

Ten cuidado. La tarjeta de crédito no es una extensión de tu sueldo. Es dinero prestado que tendrás que pagar. Recuerda, la tarjeta de crédito por sí misma no es un problema. Los problemas surgen cuando compras cantidades mayores a las de tu capacidad de pago.

Al ser responsable con tus créditos incrementará las posibilidades para solicitar uno mejor que podrá ayudarte en proyectos personales y profesionales.

@Lady_Varo

Ladyvaro.fp@gmail.com




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Solo 8.3% de la población de nuestro país ha tomado algún curso sobre ahorro, crédito o cómo hacer un presupuesto. El 65.1% no registra sus gastos, lo que puede generar problemas financieros, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor.

No tener un registro de tus gastos puede llevarte a no tener un buen control de tus finanzas y bien dicen que lo que no se registra no se puede medir y lo que no se mide, no se puede corregir.

Si ya identificaste que tienes malos hábitos financieros como gastar en cosas que no necesitas o que no te alcance el dinero para terminar la quincena, tienes que cambiarte el chip:

Presupuesto. Haz un presupuesto para tener un panorama de tus ingresos y egresos para cubrir tus gastos habituales y compromisos financieros, entre ellos los créditos.

Procura. Paga más del mínimo solicitado, así cubres tu deuda en menos tiempo y con menos intereses.

Prioriza. Dale prioridad a las compras realmente necesarias. La mejor opción de compra es aquella que se adapta a sus necesidades y posibilidades de pago.

Evita. No adquieras deudas que no puedes pagar. El crédito y las tarjetas de crédito son útiles para adquirir ciertos bienes o servicios, pero podrán convertirse en un enemigo si los usas de manera irracional.

Reduce. No deberías destinar más de 25% de tus ingresos mensuales a pagar tus deudas. Si rebasas este porcentaje tu liquidez se verá afectada.

Consulta. Échale un ojo a tu reporte de crédito en caso de que quieras hacer alguna aclaración. Recuerda, lo puedes solicitar una vez al año de forma gratuita.

Sé puntual. Al pagar en las fechas indicadas construirás un buen historial crediticio. Utiliza un calendario para indicarlas. Revisa estados de cuenta para comprobar que se vean reflejados tus pagos y llevar un control o hacer una aclaración si es necesario.

Ten cuidado. La tarjeta de crédito no es una extensión de tu sueldo. Es dinero prestado que tendrás que pagar. Recuerda, la tarjeta de crédito por sí misma no es un problema. Los problemas surgen cuando compras cantidades mayores a las de tu capacidad de pago.

Al ser responsable con tus créditos incrementará las posibilidades para solicitar uno mejor que podrá ayudarte en proyectos personales y profesionales.

@Lady_Varo

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