/ lunes 17 de agosto de 2020

Hugo y los contratos de protección

“Hugo Bello Valenzo es una leyenda urbana. No es líder, sino un empresario sindical que vende contratos de protección. Ha hecho un imperio económico al controlar el acarreo de materiales en el centro del país. El 70 por ciento de los camiones materialistas están afiliados al Sindicato Libertad”.

Así lo platicó a esta columna un litigante de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, donde el oriundo de Mochitlán, Guerrero sentó sus reales.

Se hablan muchas cosas de él y su presencia en diversas industrias. Y poco se toca su poder en los tribunales laborales. Es propietario de infinidad de camiones. Extendió sus tentáculos a la operación de las pipas que reparten agua y gas.

Parte de su fortuna la fraguó con los contratos de protección en contubernio con los grandes despachos patronales que operan en ese tribunal laboral, agregó la fuente.

La pregunta qué se hacen muchos se hacen es ¿quién lo protegía? ¿Por qué tiene tanto poder y tanto dinero? Eso le corresponde a las autoridades.

No hay tanta información del dirigente de la Confederación Libertad de Trabajadores de México, central que se consolidó en la 4T. En las redes se puede leer que llegó a la Ciudad de México proveniente de Guerrero. Y que comenzó su vida sindical a los 17 años.

Bello Valenzo es un hombre inteligente y audaz. Muy echado para adelante. Se maneja de bajo perfil, viste de manera sencilla y le agradan las gruesas cadenas de oro. No ostenta ser poderoso, pero si actúa como tal.

A la fecha, está en el penal de Barrientos bajo prisión preventiva. Se investiga como supuesto responsable de secuestro exprés.

En una entrevista con La Prensa, publicada el 5 de marzo de 2019 comentó no tener interés es un cargo público. Criticó a las centrales CIT y CATEM, que sólo quieren salir en la foto. Dijo ser simpatizante de Andrés Manuel López Obrador, pero en este gobierno lo detienen. Así las cosas.

EN ESE TENOR. Pese a la Reforma Laboral que obliga a los sindicatos a hacer públicos los recursos que manejan, esto no se ha hecho realidad. La transparencia no ha avanzado en el mundo del trabajo. Los viejos aparatos corporativos dominados por mafias sindicales, prácticamente siguen intocables. La crítica no se debe centrar sólo en la CLTM, hay muchas otras agrupaciones similares.

Sígueme @Patri17Carrasco

“Hugo Bello Valenzo es una leyenda urbana. No es líder, sino un empresario sindical que vende contratos de protección. Ha hecho un imperio económico al controlar el acarreo de materiales en el centro del país. El 70 por ciento de los camiones materialistas están afiliados al Sindicato Libertad”.

Así lo platicó a esta columna un litigante de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, donde el oriundo de Mochitlán, Guerrero sentó sus reales.

Se hablan muchas cosas de él y su presencia en diversas industrias. Y poco se toca su poder en los tribunales laborales. Es propietario de infinidad de camiones. Extendió sus tentáculos a la operación de las pipas que reparten agua y gas.

Parte de su fortuna la fraguó con los contratos de protección en contubernio con los grandes despachos patronales que operan en ese tribunal laboral, agregó la fuente.

La pregunta qué se hacen muchos se hacen es ¿quién lo protegía? ¿Por qué tiene tanto poder y tanto dinero? Eso le corresponde a las autoridades.

No hay tanta información del dirigente de la Confederación Libertad de Trabajadores de México, central que se consolidó en la 4T. En las redes se puede leer que llegó a la Ciudad de México proveniente de Guerrero. Y que comenzó su vida sindical a los 17 años.

Bello Valenzo es un hombre inteligente y audaz. Muy echado para adelante. Se maneja de bajo perfil, viste de manera sencilla y le agradan las gruesas cadenas de oro. No ostenta ser poderoso, pero si actúa como tal.

A la fecha, está en el penal de Barrientos bajo prisión preventiva. Se investiga como supuesto responsable de secuestro exprés.

En una entrevista con La Prensa, publicada el 5 de marzo de 2019 comentó no tener interés es un cargo público. Criticó a las centrales CIT y CATEM, que sólo quieren salir en la foto. Dijo ser simpatizante de Andrés Manuel López Obrador, pero en este gobierno lo detienen. Así las cosas.

EN ESE TENOR. Pese a la Reforma Laboral que obliga a los sindicatos a hacer públicos los recursos que manejan, esto no se ha hecho realidad. La transparencia no ha avanzado en el mundo del trabajo. Los viejos aparatos corporativos dominados por mafias sindicales, prácticamente siguen intocables. La crítica no se debe centrar sólo en la CLTM, hay muchas otras agrupaciones similares.

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