/ martes 10 de agosto de 2021

Falta mano de obra en el campo

Productores del campo enfrentan severos problemas por falta de mano de obra para levantar las cosechas. Sufren por encontrar personas que quieran laborar en sus tierras. Aunque la paga no es mala, mínimo les dan 500 pesos diarios, tres alimentos al día y transporte, aún así, la gente no quiere trabajar cortando tunas, nopales u otras verduras o frutas.

Esta situación forma parte de los problemas de los productores del Valle de Teotihuacán, que padecen por encontrar trabajadores que quieran cortar tunas, nopales y xoconostles.

Los jóvenes que nacieron en esas zonas agrícolas se resisten a continuar con el trabajo de sus padres. No quieren a jornadas bajo el rayo del sol, al polvo a las espinas; o andar todo el día en la tierra, y prefieren buscar suerte en otras actividades o emigrar hacia las ciudades.

Otros prefieren acogerse a programas sociales implementados por el gobierno federal o local de apoyos al campo, a madres solteras, por discapacidad, de adultos mayores o becas. Y dejan de trabajar al conformarse con esas ayudas, que no generan bienestar ni empleo, sólo un paliativo para salir al paso.

“Pocos quieren trabajar en el corte de la tuna o en actividades en el campo. Los jóvenes se van, dice el productor Juan Hernández Céspedes.

Es una crisis a nivel nacional señala Álvaro Díaz, productor de nopal y tuna y frutos orgánicos selectos en Otumba, Estado de México, por ello se pronunció por programas que dignifiquen el trabajo en el campo, su importancia, para que miles de personas puedan consumir alimentos frescos en sus mesas.

La escasez de mano de obra para productores comenzó a afectar la agricultura en el Estado de México, y particularmente a las entidades de exportación como: Sonora, Sinaloa, Baja California, Chihuahua, Jalisco y Michoacán, entre otros. Esta es una verdadera amenaza real y preocupante, dijeron.

EN ESE TENOR. También es importante resaltar que de acuerdo a informes de ONG´s, en los campos agrícolas de Sonora, Baja California, Sinaloa, Jalisco y Chihuahua, prevalece un modelo de explotación y desigualdad que se ha fortalecido a lo largo de los años.

De ahí se dice que pocos empresarios se han valido de sus conexiones políticas para aumentar su dominio y obtener subsidios gubernamentales para mejorar la producción, mientras que mantienen a sus jornaleros en condiciones indignas, inseguras y de explotación laboral, situación que ha documentado la STPS.


Sígueme @Patri17Carrasco


Productores del campo enfrentan severos problemas por falta de mano de obra para levantar las cosechas. Sufren por encontrar personas que quieran laborar en sus tierras. Aunque la paga no es mala, mínimo les dan 500 pesos diarios, tres alimentos al día y transporte, aún así, la gente no quiere trabajar cortando tunas, nopales u otras verduras o frutas.

Esta situación forma parte de los problemas de los productores del Valle de Teotihuacán, que padecen por encontrar trabajadores que quieran cortar tunas, nopales y xoconostles.

Los jóvenes que nacieron en esas zonas agrícolas se resisten a continuar con el trabajo de sus padres. No quieren a jornadas bajo el rayo del sol, al polvo a las espinas; o andar todo el día en la tierra, y prefieren buscar suerte en otras actividades o emigrar hacia las ciudades.

Otros prefieren acogerse a programas sociales implementados por el gobierno federal o local de apoyos al campo, a madres solteras, por discapacidad, de adultos mayores o becas. Y dejan de trabajar al conformarse con esas ayudas, que no generan bienestar ni empleo, sólo un paliativo para salir al paso.

“Pocos quieren trabajar en el corte de la tuna o en actividades en el campo. Los jóvenes se van, dice el productor Juan Hernández Céspedes.

Es una crisis a nivel nacional señala Álvaro Díaz, productor de nopal y tuna y frutos orgánicos selectos en Otumba, Estado de México, por ello se pronunció por programas que dignifiquen el trabajo en el campo, su importancia, para que miles de personas puedan consumir alimentos frescos en sus mesas.

La escasez de mano de obra para productores comenzó a afectar la agricultura en el Estado de México, y particularmente a las entidades de exportación como: Sonora, Sinaloa, Baja California, Chihuahua, Jalisco y Michoacán, entre otros. Esta es una verdadera amenaza real y preocupante, dijeron.

EN ESE TENOR. También es importante resaltar que de acuerdo a informes de ONG´s, en los campos agrícolas de Sonora, Baja California, Sinaloa, Jalisco y Chihuahua, prevalece un modelo de explotación y desigualdad que se ha fortalecido a lo largo de los años.

De ahí se dice que pocos empresarios se han valido de sus conexiones políticas para aumentar su dominio y obtener subsidios gubernamentales para mejorar la producción, mientras que mantienen a sus jornaleros en condiciones indignas, inseguras y de explotación laboral, situación que ha documentado la STPS.


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