/ sábado 9 de abril de 2022

EPR vs el Ejército de la 4T

Por Alejandro Jiménez


Replegado en un periodo de acumulación de fuerzas y trabajo de masas, el Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR) limita sus acciones públicas, ha cesado la difusión intensiva de comunicados guerrilleros y se ha limitado a la difusión de sus ideas a través de su revista mensual digital El Insurgente, que ya va en su número 215.

Lejos parecen haber quedado los días de 1996, en los que con gran estruendo de fusiles anunciaron su presencia nacional en Guerrero y Oaxaca, así como su renovación tras haberse reconstruido de las cenizas del Partido de los Pobres de Lucio Cabañas. También los aciagos días de 2007 en el que hicieron explotar ductos de Pemex, en el Bajío, con la exigencia de que aparecieran sus militantes Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.

Hoy, siguen siendo comunistas, buscan el cambio de régimen por la vía de las armas (no han renunciado a ellas), se sabe que han sufrido necesarios relevos generacionales en su cúpula directiva, y que tienen una base social de importancia en los estados más pobres del sur del país.

No consideran que el de López Obrador sea un régimen de izquierda, sino apenas el representante en turno de la burguesía dominante, capaz de manejar un discurso más social, pero incapaz de tocar las bases del régimen de acumulación y trabajo capitalista.

Lo consideran un desactivador de la inconformidad popular, pero no un partidario de una sociedad radicalmente igualitaria. Que reparte migajas en programas sociales pero no busca que los trabajadores posean los medios de producción.

En particular desconfían de su enorme predilección por el Ejército, al que los guerrilleros no consideran “pueblo uniformado”, sino el brazo armado de un Estado represor, que busca acallar la inconformidad social.

“El Ejército Mexicano, dicen, es instrumento de la burguesía con el que impone la opresión, resguarda sus intereses y poder. Nada más ajeno de la realidad el plantear que un ejército con antecedentes criminales y un presente lleno de impunidad e inmunidad sea pueblo uniformado. El destacamento de hombres armados nombrado Ejército Mexicano no defiende los intereses del pueblo, al contrario, lo veja, se saña contra las masas populares que se organizan y luchan por mejoras materiales y su libertad.

“La tropa del ejército de la burguesía es de origen popular, no por ello se reviste de popular, ya que, en su mayoría son desclasados cuyo criterio para estar en filas es don dinero, con la voluntad de emancipación quebrada e implantada en su lugar aquella que obedece a la personificación institucional de la dictadura capitalista.

“En toda la estructura del ejército no existen representantes de los obreros ni campesinos, lo que existe son hombres del régimen que defienden los intereses de la burguesía en el poder, a cambio, la cúpula militar recibe dispendiosos sueldos y prebendas.

“Por último, en la época actual, donde domina la tiranía capitalista y gobierna el interés de los monopolios, la categoría de ejército popular significa la organización armada del pueblo revolucionario que lucha por la emancipación popular. Nada es ahistórico en la lucha de clases.”

Una dura definición izquierdista de cómo ven desde las todavía existentes guerrillas a la 4T. Un día de estos, darán una sorpresa, no les quepa duda.

Por Alejandro Jiménez


Replegado en un periodo de acumulación de fuerzas y trabajo de masas, el Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR) limita sus acciones públicas, ha cesado la difusión intensiva de comunicados guerrilleros y se ha limitado a la difusión de sus ideas a través de su revista mensual digital El Insurgente, que ya va en su número 215.

Lejos parecen haber quedado los días de 1996, en los que con gran estruendo de fusiles anunciaron su presencia nacional en Guerrero y Oaxaca, así como su renovación tras haberse reconstruido de las cenizas del Partido de los Pobres de Lucio Cabañas. También los aciagos días de 2007 en el que hicieron explotar ductos de Pemex, en el Bajío, con la exigencia de que aparecieran sus militantes Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.

Hoy, siguen siendo comunistas, buscan el cambio de régimen por la vía de las armas (no han renunciado a ellas), se sabe que han sufrido necesarios relevos generacionales en su cúpula directiva, y que tienen una base social de importancia en los estados más pobres del sur del país.

No consideran que el de López Obrador sea un régimen de izquierda, sino apenas el representante en turno de la burguesía dominante, capaz de manejar un discurso más social, pero incapaz de tocar las bases del régimen de acumulación y trabajo capitalista.

Lo consideran un desactivador de la inconformidad popular, pero no un partidario de una sociedad radicalmente igualitaria. Que reparte migajas en programas sociales pero no busca que los trabajadores posean los medios de producción.

En particular desconfían de su enorme predilección por el Ejército, al que los guerrilleros no consideran “pueblo uniformado”, sino el brazo armado de un Estado represor, que busca acallar la inconformidad social.

“El Ejército Mexicano, dicen, es instrumento de la burguesía con el que impone la opresión, resguarda sus intereses y poder. Nada más ajeno de la realidad el plantear que un ejército con antecedentes criminales y un presente lleno de impunidad e inmunidad sea pueblo uniformado. El destacamento de hombres armados nombrado Ejército Mexicano no defiende los intereses del pueblo, al contrario, lo veja, se saña contra las masas populares que se organizan y luchan por mejoras materiales y su libertad.

“La tropa del ejército de la burguesía es de origen popular, no por ello se reviste de popular, ya que, en su mayoría son desclasados cuyo criterio para estar en filas es don dinero, con la voluntad de emancipación quebrada e implantada en su lugar aquella que obedece a la personificación institucional de la dictadura capitalista.

“En toda la estructura del ejército no existen representantes de los obreros ni campesinos, lo que existe son hombres del régimen que defienden los intereses de la burguesía en el poder, a cambio, la cúpula militar recibe dispendiosos sueldos y prebendas.

“Por último, en la época actual, donde domina la tiranía capitalista y gobierna el interés de los monopolios, la categoría de ejército popular significa la organización armada del pueblo revolucionario que lucha por la emancipación popular. Nada es ahistórico en la lucha de clases.”

Una dura definición izquierdista de cómo ven desde las todavía existentes guerrillas a la 4T. Un día de estos, darán una sorpresa, no les quepa duda.