La Ciudad de México empezó a estrenar nuevos trolebuses a lo largo del Corredor Cero Emisiones del Eje Central “Lázaro Cárdenas”, después de 21 años de no haberse renovado el parque vehicular de este medio de transporte público.
Sin duda, es una buena acción a favor de la movilidad, la que tanto necesita esta capital; pero también es una buena medida para la sustentabilidad y el medio ambiente.
En una ciudad donde se registran más de 20.5 millones de viajes diarios y ante el crecimiento acelerado en las zonas del oriente y norte, el rescatar a los trolebuses como un medio de transporte es una necesidad.
El Sistema de Transporte Eléctrico es el de mayor antigüedad en esta capital. Estamos hablando de los trolebuses y el tren ligero. En el primer caso, circularán en total 62 nuevos trolebuses a lo largo del Corredor de Eje Central y, en el caso del tren ligero, hay una estrategia muy importante para darle mantenimiento y que esté en condiciones óptimas para los usuarios.
Actualmente, la Ciudad de México tiene ocho líneas de trolebuses que operan a lo largo de 203.64 kilómetros, con 209 unidades que circulan sobre el Eje 1, Eje 2 Sur, Eje 7 Sur, entre otras avenidas.
Si sumamos el Metrobús, el Metro y el servicio de RTP pareciera que fuera suficiente para atender la demanda de transporte, lo cual no es así. Por esa razón, en los últimos años han aumentado de manera exhorbitante las combis y taxis, en medio de un caos y con políticas públicas insuficientes para hacer frente a esta problemática.
Hoy vemos que el uso de la bicicleta ha aumentado. Datos de Ecobici mencionan que en los últimos 10 meses, se realizaron 6 millones 981 mil 478 viales, los cuales evitaron la emisión de 575 ton CO2eq. Además hay 21 mil 64 nuevos usuarios y 11 mil 771 temporales, lo que significa que las personas buscan medios de transporte eficientes, menos contaminantes y cómodos.
A pesar de todos los esfuerzos realizados, es necesario establecer proyectos integrales de transporte público que atiendan las movilidad y las demandas de la población; desarrollar una política urbana y de transporte desde una perspectiva ambiental; utilizar vehículos eléctricos e impulsar una partida presupuestal para acciones a favor de un buen transporte público limpio y eficaz.
También pensar en los operadores del transporte público, que tengan todo el apoyo para ofrecer el mejor servicio. Por eso, estoy convencido que la compra de nuevos trolebuses es un buen inicio para todas y todos.
