Durante este lunes, Xóchitl Gálvez tomó una ruta que difícilmente tendrá retorno en caso de triunfar en las elecciones del 2 de junio.
Acudió a la Fiscalía General de la República (FGR) a presentar una denuncia por corrupción en la obra del Tren Maya.
El tema debió prender los focos rojos en Palacio Nacional, porque la denuncia es en contra de los hijos de Andrés Manuel López Obrador.
Con suma habilidad, la candidata presidencial de la oposición le pega en el ego a López Obrador, puesto que la principal bandera que ondeó fue la lucha contra la corrupción.
Pero las cosas dieron un drástico vuelco. Pronto salieron a la luz pública las andanzas de los hijos del Presidente.
“Para combatir la corrupción se deben tomar acciones, no dar discursos, como lo hace el Presidente”. afirmó Xóchitl.
La denuncia consiste en investigar la asignación directa de contratos en la compra de balasto para la construcción del Tren Maya.
Dentro de los acusados se encuentran Andrés Manuel López Beltrán y Gonzalo Alfonso López Beltrán, así como a sus sobrinos del Presidente Pedro Salazar Beltrán y Osterlen Salazar Beltrán, además del amigo de sus hijos, Jorge Amílcar Olán Aparicio.
Daniel Asaf, Jefe de la Ayudantía del Presidente, es mencionado en medios de comunicación como parte de la presunta red de “coyotes” que facilitan reuniones, contactos y contratos.
Xóchitl puso énfasis en investigar cómo se pasó de un costo de 120 mil millones a más de 500 mil millones de pesos en la compra de balasto.
“El Tren Maya es un proyecto noble, pero desafortunadamente el Presidente, sus funcionarios y familiares han hecho de él, un gran acto de corrupción”, dijo Xóchitl en su conferencia “Sin Miedo a la Verdad”.
Con ello, la aspirante presidencial mandó el mensaje directo al Zócalo, en cuanto a que su gobierno no combatirá la corrupción con “discursos y refranes”.
La ruta que ha trazado Xóchitl desde este momento, es que presentará denuncias penales y castigos ejemplares a los culpables.
¿Amenaza o advertencia? ¿Cacería de brujas o aplicación de la ley? Es claro el contraste de la posición. Pero más rudo en mensaje de que los primeros serán los hijos del Presidenta.
López Obrador siempre ha dado la cara por sus hijos. Pero nunca ha aclarado de qué viven, quién los mantiene o en qué trabajan.
Son múltiples las versiones de que tienen las manos metidas en múltiples transacciones al margen de la ley.
¿Librarán el brazo de la justicia? Por el momento no tienen ninguna preocupación. Su papá despacha en Palacio Nacional.
PROSPECCIÓN… Este domingo en La Laguna, Durango, hubo un “cachirulazo” en el equipo de Claudia Sheinbaum. Como si la candidata del segundo piso del obradorismo no pudiera defenderse por sí misma, la vocera de la campaña presidencial de Morena en esa entidad, Norma Huizar, se acreditó como reportera para hacerle preguntas a modo a la ex jefa de gobierno. El hecho generó enojo entre los periodistas duranguense que se dieron cuenta del montaje. Y para colmo, la vocera morenista se acreditó como representante de la “Unión Radio”, una concesión del esposo de Maribel Aguilera, la ahora tan mencionada titular de Talleres Gráficos. Vaya que son expertos en conflicto de interés.
X: @JoelSaucedo
