/ jueves 14 de marzo de 2024

SIN PROTOCOLO | El golpista

La palabra “golpismo” siempre ha estado en el vocabulario del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

En el pasado, durante su época de jefe de gobierno, siempre argumentó “complot” en contra de su gobierno.

Y después, durante la elección de 2006 donde fue derrotado por Felipe Calderón, arguyó fraude. En protesta bloqueó 50 días todo Paseo de Reforma.

A partir de esa fecha López Obrador inició un periplo por todo el país. Se autonombró “presidente legítimo” y nombró un gabinete espurio, que incluyó pago de salarios.

Todo ese tiempo y hasta la fecha, usa como bandera el “fraude” de 2006, al tiempo de mantener constantes ataques en contra de los organismos electorales.

Para este proceso, López Obrador puso en marcha una narrativa que ha abordó a partir de 2021 y en distintos momentos de sus conferencias matutinas.

De acuerdo a datos de la consultora SPIN a lo largo de mil 298 conferencias el Presidente citó 167 veces “golpe de Estado”.

En cuatro ocasiones habló de “golpe de Estado técnico” y en una ocasión “golpe blando”.

De hecho, en abril 2021 calificó como “golpe de Estado técnico” que el Instituto Nacional Electoral (INE) le prohibiera realizar expresiones que incidieran en el proceso electoral.

Posteriormente, en marzo de 2022 el mandatario acusó a los medios de comunicación de orquestar un “golpe blando” en contra de su administración.

En mayo de 2023, el Presidente volvió a tocar el tema pero ahora acusando a los jueces de intentar un “golpe de Estado técnico”

Y el pasado 12 de mayo, López Obrador retomó su estrategia de tiempo atrás. Dijo que el Poder Judicial y la oposición preparan un “golpe de Estado”.

Por lo observado, el Ejecutivo tiene una ruta que en nada puede abonar a la democracia y a un terso proceso electoral.

Para López Obrador todos los demás actores políticos, judiciales y periodistas, están en su contra, por lo que recurre al esquema de “golpe de Estado”.

En el fondo, lo que prepara es la ruta para desconocer el resultado de las elecciones en caso de que le sean adversos.

De antemano busca plasmar en el imaginario colectivo que los responsables son el INE, el Poder Judicial, los medios de comunicación y la oposición.

Todos están en su contra, argumenta el mandatario una y otra vez, lo que significa el terror que lo tiene preso ante la realidad político electoral.

Pero insisten en mantener una estrategia de ganar las elecciones a “golpe de encuestas”. ¿Quién o quiénes son los golpistas?

PROSPECCIÓN… Los partidos que integran la alianza Va Por La CDMX hicieron un llamado a todas las fuerzas políticas de la capital a firmar un “Pacto de Civilidad” que permita a las y los candidatos ir en busca del voto de manera libre, sin temor y respetando las reglas del juego, pues de lo contrario las elecciones podrían pasar a la historia manchadas por la violencia. Esa postura la hicieron pública los presidentes del PAN, Andrés Atayde, del PRI, Israel Betanzos y del PRD, Nora Arias Contreras.

X: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

La palabra “golpismo” siempre ha estado en el vocabulario del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

En el pasado, durante su época de jefe de gobierno, siempre argumentó “complot” en contra de su gobierno.

Y después, durante la elección de 2006 donde fue derrotado por Felipe Calderón, arguyó fraude. En protesta bloqueó 50 días todo Paseo de Reforma.

A partir de esa fecha López Obrador inició un periplo por todo el país. Se autonombró “presidente legítimo” y nombró un gabinete espurio, que incluyó pago de salarios.

Todo ese tiempo y hasta la fecha, usa como bandera el “fraude” de 2006, al tiempo de mantener constantes ataques en contra de los organismos electorales.

Para este proceso, López Obrador puso en marcha una narrativa que ha abordó a partir de 2021 y en distintos momentos de sus conferencias matutinas.

De acuerdo a datos de la consultora SPIN a lo largo de mil 298 conferencias el Presidente citó 167 veces “golpe de Estado”.

En cuatro ocasiones habló de “golpe de Estado técnico” y en una ocasión “golpe blando”.

De hecho, en abril 2021 calificó como “golpe de Estado técnico” que el Instituto Nacional Electoral (INE) le prohibiera realizar expresiones que incidieran en el proceso electoral.

Posteriormente, en marzo de 2022 el mandatario acusó a los medios de comunicación de orquestar un “golpe blando” en contra de su administración.

En mayo de 2023, el Presidente volvió a tocar el tema pero ahora acusando a los jueces de intentar un “golpe de Estado técnico”

Y el pasado 12 de mayo, López Obrador retomó su estrategia de tiempo atrás. Dijo que el Poder Judicial y la oposición preparan un “golpe de Estado”.

Por lo observado, el Ejecutivo tiene una ruta que en nada puede abonar a la democracia y a un terso proceso electoral.

Para López Obrador todos los demás actores políticos, judiciales y periodistas, están en su contra, por lo que recurre al esquema de “golpe de Estado”.

En el fondo, lo que prepara es la ruta para desconocer el resultado de las elecciones en caso de que le sean adversos.

De antemano busca plasmar en el imaginario colectivo que los responsables son el INE, el Poder Judicial, los medios de comunicación y la oposición.

Todos están en su contra, argumenta el mandatario una y otra vez, lo que significa el terror que lo tiene preso ante la realidad político electoral.

Pero insisten en mantener una estrategia de ganar las elecciones a “golpe de encuestas”. ¿Quién o quiénes son los golpistas?

PROSPECCIÓN… Los partidos que integran la alianza Va Por La CDMX hicieron un llamado a todas las fuerzas políticas de la capital a firmar un “Pacto de Civilidad” que permita a las y los candidatos ir en busca del voto de manera libre, sin temor y respetando las reglas del juego, pues de lo contrario las elecciones podrían pasar a la historia manchadas por la violencia. Esa postura la hicieron pública los presidentes del PAN, Andrés Atayde, del PRI, Israel Betanzos y del PRD, Nora Arias Contreras.

X: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx