/ miércoles 1 de septiembre de 2021

¡Qué papelón!

Hoy da su 3er informe de Gobierno el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y en la Ciudad de México, la polarización y confrontación política, va en aumento.

La razón, el fondo de todo este desbarajuste, es que a 3 años de que finalice su gobierno, AMLO decidió ya por su favorita para sucederlo, la morenista Claudia Sheinbaum, la actual Jefa de Gobierno.

Así, desafortunadamente todo gira en función de una posible candidatura, más que de los resultados de un gobierno y el interés ciudadano. Lo peor, es que sabiendo ya toda la clase política lo que va a suceder, la oposición (que será gobierno en la mitad de la Ciudad de México) no alcanza a dimensionar la popularidad que siguen manteniendo López Obrador y la propia Sheinbaum.

Es decir, aún y cuando todos vimos lo que pasó este lunes afuera del Congreso, hay quienes –como el comunicador Genaro Lozano- afirmaron (a su conveniencia) que se trató de un montaje. Y mucha gente lo podrá creer, con todo lo debatible que pueda ser (ya me imagino a Lía Limón estrellando su rostro contra un escudo de granadero).

Por otro lado, es grave que la izquierda que históricamente ha estado del lado de las causas sociales, el derecho a la manifestación, a la libre expresión, y a los derechos humanos, no sepa diferenciar que ahora son gobierno ¡qué papelón!

Qué peligroso sería que la soberbia, la irritación y el resentimiento, se mantuvieran en una candidatura presidencial que se ve ya muy hecha. Qué mal cuando teniendo el poder, no se tenga la capacidad del diálogo y la apertura democrática, y, al contrario, regresen prácticas autoritarias que costó mucho trabajo erradicar.

Lo peor para la ciudadanía, es no encontrar alternativas reales en la oposición, cuando lo único que saben hacer, es pedir absurdamente la renuncia del Secretario de Gobierno Martí Batres, que precisamente en el momento de la trifulca, se encontraba dialogando con sus líderes parlamentarios. Ahí se ve la limitación política.

La carrera por la sucesión presidencial la comenzó ya el propio López Obrador, ojalá Claudia Sheinbaum priorice el interés colectivo por encima de su interés particular y de partido, porque le puede salir el tiro por la culata. Los vecinos ya no nos chupamos el dedo.

Twitter: @floresaquino

Hoy da su 3er informe de Gobierno el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y en la Ciudad de México, la polarización y confrontación política, va en aumento.

La razón, el fondo de todo este desbarajuste, es que a 3 años de que finalice su gobierno, AMLO decidió ya por su favorita para sucederlo, la morenista Claudia Sheinbaum, la actual Jefa de Gobierno.

Así, desafortunadamente todo gira en función de una posible candidatura, más que de los resultados de un gobierno y el interés ciudadano. Lo peor, es que sabiendo ya toda la clase política lo que va a suceder, la oposición (que será gobierno en la mitad de la Ciudad de México) no alcanza a dimensionar la popularidad que siguen manteniendo López Obrador y la propia Sheinbaum.

Es decir, aún y cuando todos vimos lo que pasó este lunes afuera del Congreso, hay quienes –como el comunicador Genaro Lozano- afirmaron (a su conveniencia) que se trató de un montaje. Y mucha gente lo podrá creer, con todo lo debatible que pueda ser (ya me imagino a Lía Limón estrellando su rostro contra un escudo de granadero).

Por otro lado, es grave que la izquierda que históricamente ha estado del lado de las causas sociales, el derecho a la manifestación, a la libre expresión, y a los derechos humanos, no sepa diferenciar que ahora son gobierno ¡qué papelón!

Qué peligroso sería que la soberbia, la irritación y el resentimiento, se mantuvieran en una candidatura presidencial que se ve ya muy hecha. Qué mal cuando teniendo el poder, no se tenga la capacidad del diálogo y la apertura democrática, y, al contrario, regresen prácticas autoritarias que costó mucho trabajo erradicar.

Lo peor para la ciudadanía, es no encontrar alternativas reales en la oposición, cuando lo único que saben hacer, es pedir absurdamente la renuncia del Secretario de Gobierno Martí Batres, que precisamente en el momento de la trifulca, se encontraba dialogando con sus líderes parlamentarios. Ahí se ve la limitación política.

La carrera por la sucesión presidencial la comenzó ya el propio López Obrador, ojalá Claudia Sheinbaum priorice el interés colectivo por encima de su interés particular y de partido, porque le puede salir el tiro por la culata. Los vecinos ya no nos chupamos el dedo.

Twitter: @floresaquino