/ viernes 20 de marzo de 2020

¿Patio trasero?

Las elecciones presidenciales en los países latinoamericanos siempre provocan interés de los vecinos porque sus resultados pueden cambiar toda la situación regional. Ahora prestamos atención al proceso de Bolivia donde los seguidores de Evo tratan de recuperar el poder después de lo que llaman golpe de estado.

Al analizar la coyuntura política en cualquier país, los especialistas en procesos electorales estudian en primer lugar los intereses de las principales fuerzas ¿qué vemos ahora en Bolivia? El gobierno interino encabezado por el exsenadora Añez según las últimas encuestas no goza de la popularidad de la población por que su llegada al poder carece de legitimidad y la gente no puede olvidar sus órdenes de usar fuerzas militares contra manifestaciones civiles.

Su manera de gobernar reprime los intereses de los pueblos originarios (recordemos su intento de prohibir vestidos tradicionales indígenas) no le permite contar con mucha confianza en el estado plurinacional. Entonces ¿Por qué no solo sigue en el poder, sino que en serio planea ganar elecciones? De nuevo se aparece actor externo y tradicionalmente en tales casos son los EUA.

En octubre del año pasado Washington sin esperar resultados oficiales de la votación y con base en un polémico reporte de la delegación de la OEA (lea por ejemplo reporte de los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusets John Ciruel y Jack Williams publicado el 25 de febrero en el Washington Post) acuso al gobierno de Morales de fraude electoral, lo cual provocó crisis político-humanitaria en el país para agradar a los patrones en la Casa Blanca; Añez cambio en solo un mes toda la política exterior del país y convirtió a Bolivia en fiel aliado de los EUA – suspendió participación en ALBA y UNASUR, se adjuntó al Grupo de Lima, reconoció a Guaido como presidente de Venezuela, rompió relaciones diplomáticas con Cuba y mucho más.

Textualmente hay que decirlo: A pesar de los intentos del gobierno interino de debilitar al movimiento de izquierda en el país, las encuestas recientes muestran que los candidatos del MAS tienen gran aceptación entre la población. Es la prueba clara de que la gente de Bolivia cree en este partido y considera que sus líderes son capaces de recuperar estabilidad y desarrollo sostenible del país sin injerencia extranjera y sin caer al patio trasero.

En Twitter @TXTUALes

Las elecciones presidenciales en los países latinoamericanos siempre provocan interés de los vecinos porque sus resultados pueden cambiar toda la situación regional. Ahora prestamos atención al proceso de Bolivia donde los seguidores de Evo tratan de recuperar el poder después de lo que llaman golpe de estado.

Al analizar la coyuntura política en cualquier país, los especialistas en procesos electorales estudian en primer lugar los intereses de las principales fuerzas ¿qué vemos ahora en Bolivia? El gobierno interino encabezado por el exsenadora Añez según las últimas encuestas no goza de la popularidad de la población por que su llegada al poder carece de legitimidad y la gente no puede olvidar sus órdenes de usar fuerzas militares contra manifestaciones civiles.

Su manera de gobernar reprime los intereses de los pueblos originarios (recordemos su intento de prohibir vestidos tradicionales indígenas) no le permite contar con mucha confianza en el estado plurinacional. Entonces ¿Por qué no solo sigue en el poder, sino que en serio planea ganar elecciones? De nuevo se aparece actor externo y tradicionalmente en tales casos son los EUA.

En octubre del año pasado Washington sin esperar resultados oficiales de la votación y con base en un polémico reporte de la delegación de la OEA (lea por ejemplo reporte de los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusets John Ciruel y Jack Williams publicado el 25 de febrero en el Washington Post) acuso al gobierno de Morales de fraude electoral, lo cual provocó crisis político-humanitaria en el país para agradar a los patrones en la Casa Blanca; Añez cambio en solo un mes toda la política exterior del país y convirtió a Bolivia en fiel aliado de los EUA – suspendió participación en ALBA y UNASUR, se adjuntó al Grupo de Lima, reconoció a Guaido como presidente de Venezuela, rompió relaciones diplomáticas con Cuba y mucho más.

Textualmente hay que decirlo: A pesar de los intentos del gobierno interino de debilitar al movimiento de izquierda en el país, las encuestas recientes muestran que los candidatos del MAS tienen gran aceptación entre la población. Es la prueba clara de que la gente de Bolivia cree en este partido y considera que sus líderes son capaces de recuperar estabilidad y desarrollo sostenible del país sin injerencia extranjera y sin caer al patio trasero.

En Twitter @TXTUALes