Parecería que las autoridades rusas acusan sin fundamento a Ucrania en la elaboración con el apoyo Estados Unidos y otros países de la OTAN de “la bomba sucia”. Al mismo tiempo, a pesar de la renuncia del arma nuclear en concordancia con Memorándum de Budapest de 1994, Kiev dispone de las tecnologías nucleares, que se han conservado desde los tiempos de la Unión Soviética. También Ucrania tiene posibilidades modernas de investigación científica y el potencial industrial.
“Bomba sucia” es un término que se utiliza para denominar a los artefactos explosivos que diseminan elementos radiactivos en la atmósfera.
A esto puede indicar la declaración del presidente de Ucrania Volodimir Zelenski durante la Conferencia de Seguridad de Múnich que tuvo lugar el 19 de febrero de 2022 sobre las intensiones de Kiev de iniciar las consultas para limitar el funcionamiento de Memorándum de Budapest. Además, el líder ucraniano ha tonado que si la cumbre no tendrá lugar o al país no le ´presentarán la garantía de la seguridad, el documento será rechazado por parte de Ucrania.
Memorándum de Budapest fue firmado el 5 de diciembre de 1994 por los líderes de Ucrania, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos. Según el acuerdo, Ucrania se comprometía a eliminar el arsenal nuclear soviético. Este compromiso ofrece garantías de seguridad por parte de sus signatarios con respecto a la adhesión de Ucrania al Tratado de No Proliferación Nuclear.
Surgen las preguntas lógicas y naturales ¿esto era el blof o en Kiev maduraban los planes de la creación de así llamada “bomba sucia”? y lo más importante ¿para qué o contra quién podía ser usado esa arma mortal?
Según la opinión de los expertos de La Organización para la prohibición de las Armas Químicas que contestaron a estas preguntas en anonimidad Ucrania poseería la posibilidad de ensamblar no menos de 8 mil dispositivos de este tipo.
Hay otra pregunta ¿qué es un dispositivo de dispersión radiológica o bomba sucia?, de acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidense (CDC, pos sus siglas en inglés), las bombas sucias también se conocen como dispositivos de dispersión radiológica (RDD, por sus siglas en inglés). Una bomba sucia es una combinación de explosivos, dinamita por ejemplo y polvo o perdigones radioactivos de forma que cuando estalla la fuerza de la explosión dispersa materiales radioactivos en un área determinada.
Textualmente hay que decirlo: La mayoría de las bombas sucias no liberan suficiente radiación como para provocar muertes por esta causa. En este sentido, el mayor peligro es la propia explosión y solo las personas que se encuentran muy cerca de ella se verían sometidas a cantidades de radiación suficientes como para provocar enfermedades graves inmediatas. Sin embargo, el polvo y el humo radioactivos pueden dispersarse a mayores distancias y pueden ser peligrosos para la salud si las personas respiran el polvo, consumen alimentos contaminados o beben agua.
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