/ miércoles 19 de junio de 2019

¿Le interesa la cultura a la 4T?

Jesusa Rodríguez en algo tiene razón, durante muchos años se desparramaron recursos públicos a diestra y siniestra a quienes podríamos llamar líderes charros de la cultura, y otros pseudo intelectuales que pactaban prebendas a cambio de apoyar al gobierno en turno, eso no lo podemos negar.

Pero también es cierto que a casi un año de que Andrés Manuel López Obrador arrasara las elecciones del 1º de julio, hasta la fecha no hay un plan bien definido, sobre una política cultural clara y definida en nuestro país, y en el Plan Nacional de Desarrollo, tampoco existe certeza de hacia dónde vamos.

Alejandra Frausto, que había generado una gran expectativa en esta responsabilidad, solo se ha sabido de ella por garrafales y novatos errores de comunicación. Ni mencionar el escandalazo de Bellas Artes por haberlo prestado a la iglesia de la Luz del Mundo y donde justos pagaron por pecadores, ya que cancelaron la realización de importantes eventos este año en este majestuoso lugar.

En la Ciudad de México, que también es un importante referente de la cultura, don Alfonso Suárez del Real, erudito y tremendo intelectual, anda extraviado, poco se sabe de él, y su representante, Ernesto Cabrera Brugada, Director General de Organización y Desempeño de Cultura en el Gobierno de Sheinbaum, despacha desde suntuosa oficina en San Ángel, sin mirar de frente a los pocos que recibe, con una sobrada soberbia. Eso sí, con un cuadro del Che Guevara en la pared principal.

Sergio Mayer sería el mejor reflejo de lo que para MORENA representa la cultura: puro aparador.

Los más afectados en esta indefinición, son quienes si han estado trabajando por años y comprometidos con la cultura, y no me refiero a Susana Zabaleta, sino a personajes de la talla de un joven y destacado Rodrigo de la Cadena, promotor cultural extraordinario, por poner sólo un ejemplo.

La cultura en México debe ser impuslada desde el Estado, ¿cuál sería la justificación para apoyar a jóvenes en edad de laborar, y dejar fuera a artistas y promotores culturales? Ojalá nos lo respondan pronto.

Jesusa Rodríguez en algo tiene razón, durante muchos años se desparramaron recursos públicos a diestra y siniestra a quienes podríamos llamar líderes charros de la cultura, y otros pseudo intelectuales que pactaban prebendas a cambio de apoyar al gobierno en turno, eso no lo podemos negar.

Pero también es cierto que a casi un año de que Andrés Manuel López Obrador arrasara las elecciones del 1º de julio, hasta la fecha no hay un plan bien definido, sobre una política cultural clara y definida en nuestro país, y en el Plan Nacional de Desarrollo, tampoco existe certeza de hacia dónde vamos.

Alejandra Frausto, que había generado una gran expectativa en esta responsabilidad, solo se ha sabido de ella por garrafales y novatos errores de comunicación. Ni mencionar el escandalazo de Bellas Artes por haberlo prestado a la iglesia de la Luz del Mundo y donde justos pagaron por pecadores, ya que cancelaron la realización de importantes eventos este año en este majestuoso lugar.

En la Ciudad de México, que también es un importante referente de la cultura, don Alfonso Suárez del Real, erudito y tremendo intelectual, anda extraviado, poco se sabe de él, y su representante, Ernesto Cabrera Brugada, Director General de Organización y Desempeño de Cultura en el Gobierno de Sheinbaum, despacha desde suntuosa oficina en San Ángel, sin mirar de frente a los pocos que recibe, con una sobrada soberbia. Eso sí, con un cuadro del Che Guevara en la pared principal.

Sergio Mayer sería el mejor reflejo de lo que para MORENA representa la cultura: puro aparador.

Los más afectados en esta indefinición, son quienes si han estado trabajando por años y comprometidos con la cultura, y no me refiero a Susana Zabaleta, sino a personajes de la talla de un joven y destacado Rodrigo de la Cadena, promotor cultural extraordinario, por poner sólo un ejemplo.

La cultura en México debe ser impuslada desde el Estado, ¿cuál sería la justificación para apoyar a jóvenes en edad de laborar, y dejar fuera a artistas y promotores culturales? Ojalá nos lo respondan pronto.