No debe haber nada peor que revictimizar a alguien que ha sufrido un delito, más cuando se trata de un asesinato, y cuando quiénes sufren las consecuencias son los familiares o las amistades de una persona que ya no puede defenderse.
En el caso de Norberto, la exigencia social fue que se hiciera una investigación real y evitar que la corrupción en los cuerpos policiacos y de investigación pervirtieran el caso. Tal parece que esto no se cumplió.
Es una infamia que haya quienes piensen -dentro del equipo de gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum- que le hacen un favor a la Jefa de Gobierno, distrayendo la opinión pública. Es decir, que ahora resulta que una mujer es asesinada por andar tarde fuera de su casa tomando taxis o algún joven es secuestrado por ir de antro. O que se pretenda distorsionar la verdad con filtraciones, revictimizando criminalmente a quiénes han sufrido el delito.
Por conocimiento propio, así como lo saben y conocen sus amistades y compañeros de la Universidad del Pedregal, Norberto Ronquillo era un joven intachable, que en su tiempo libre se dedicaba a hacer servicio a la comunidad. Por ello, es miserable que sin ningún tipo de sustento, pueda alguien filtrar -mañosamente- que su secuestro y cobarde asesinato se debió casi casi “a una deuda de juego”.
Cuándo entenderán aquéllos “queda bien” del gobierno que quienes se ven mal con ese tipo de filtraciones son la propia Dra. Sheinbaum y su Procuradura, y no ellos.
A diario, quienes vivimos en la Ciudad de México “por las benditas redes sociales” nos damos cuenta de jóvenes -principalmente mujeres- qué han sido secuestradas o han sufrido intento de secuestro; no olvidemos la pifia de quienes negaron los intentos de rapto en el metro, que después obligaron a la Dra. Sheinbaum a dar la cara junto a las víctimas para enmendar tan grave error.
Filtradores, mejor dedíquense a terminar con la corrupción en sus corporación es policiacas y de investigación, en lugar de cobardemente difamar a quiénes ya no están.
@floresaquino
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