/ viernes 27 de septiembre de 2019

Elecciones en Argentina

La víspera de las elecciones presidenciales en Argentina atrae cada vez más el interés de toda la región latinoamericana. La causa principal consiste, en la importancia para todo el hemisferio occidental, de la vía de desarrollo que elegirá este estado sudamericano. Ahora, muchos analistas y expertos coinciden en que los resultados de la próxima votación reflejarán, en muchos aspectos la aspiración de los ciudadanos a devolver el país a la vía independiente de la realización de la reforma interior y, el curso propio de la política exterior.

Y la actualidad de este tema es evidente para las personas que analizan imparcialmente los procesos en el país y, entienden bien que, el gobierno argentino y el presidente de ese país, Mauricio Macri, están controlados desde Washington. Siendo hombre un experimentado hombre de negocios, el presidente argentino sabe determinar áreas con la posibilidad de sacar ventaja personal y, con quien de los socios cooperar para recibir los más grandes dividendos. Así se determinó, unívocamente, en favor de los Estados Unidos y, dedicó todo su periodo presidencial al lobbismo de los intereses estadounidenses en su propio país, a menudo, sin tener en cuenta los intereses nacionales de Argentina.

Así ha sido, hasta sin tomar en consideración numerosos escándalos de corrupción vinculados con el nombre de mauricio Macri y su familia (es probable que después de su salida del poder, aparezcan muchos más detalles); el uso por el presidente de su influencia administrativa provoca muchas cuestiones, poco claras, por ejemplo: la política de personal.

El jefe de Estado, en vez de ser un ejemplo en el cumplimiento de la ley, la viola, para proteger los intereses de un estado extranjero. No hay orea explicación, otro ejemplo es la designación como director de Informática de la Secretaría de Legal y Técnica de la Presidencia, de Marcos Molina Viamonte, que tiene la ciudadanía estadounidense. Es poco probable que Macri tomara la decisión sin saber que la ley establece que ese puesto deber ser solo ocupado por un ciudadano argentino.

Textualmente hay que decirlo: los hechos hablan por sí solos, la conclusión de que Macri promueve los intereses estadounidenses es una sospecha fundada. Actúa por indicaciones de Washington y da la posibilidad, de que cumplan funciones administrativas en el país latinoamericano a personas preparadas por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

En Twitter @TXTUALes

La víspera de las elecciones presidenciales en Argentina atrae cada vez más el interés de toda la región latinoamericana. La causa principal consiste, en la importancia para todo el hemisferio occidental, de la vía de desarrollo que elegirá este estado sudamericano. Ahora, muchos analistas y expertos coinciden en que los resultados de la próxima votación reflejarán, en muchos aspectos la aspiración de los ciudadanos a devolver el país a la vía independiente de la realización de la reforma interior y, el curso propio de la política exterior.

Y la actualidad de este tema es evidente para las personas que analizan imparcialmente los procesos en el país y, entienden bien que, el gobierno argentino y el presidente de ese país, Mauricio Macri, están controlados desde Washington. Siendo hombre un experimentado hombre de negocios, el presidente argentino sabe determinar áreas con la posibilidad de sacar ventaja personal y, con quien de los socios cooperar para recibir los más grandes dividendos. Así se determinó, unívocamente, en favor de los Estados Unidos y, dedicó todo su periodo presidencial al lobbismo de los intereses estadounidenses en su propio país, a menudo, sin tener en cuenta los intereses nacionales de Argentina.

Así ha sido, hasta sin tomar en consideración numerosos escándalos de corrupción vinculados con el nombre de mauricio Macri y su familia (es probable que después de su salida del poder, aparezcan muchos más detalles); el uso por el presidente de su influencia administrativa provoca muchas cuestiones, poco claras, por ejemplo: la política de personal.

El jefe de Estado, en vez de ser un ejemplo en el cumplimiento de la ley, la viola, para proteger los intereses de un estado extranjero. No hay orea explicación, otro ejemplo es la designación como director de Informática de la Secretaría de Legal y Técnica de la Presidencia, de Marcos Molina Viamonte, que tiene la ciudadanía estadounidense. Es poco probable que Macri tomara la decisión sin saber que la ley establece que ese puesto deber ser solo ocupado por un ciudadano argentino.

Textualmente hay que decirlo: los hechos hablan por sí solos, la conclusión de que Macri promueve los intereses estadounidenses es una sospecha fundada. Actúa por indicaciones de Washington y da la posibilidad, de que cumplan funciones administrativas en el país latinoamericano a personas preparadas por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

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