/ miércoles 26 de febrero de 2020

El talón de Aquiles de la 4T

¿A cuántos funcionarios del Presidente Andrés Manuel López Obrador conoce usted? ¿Sabe, por ejemplo, el nombre de quien es el actual Secretario de Salud, de Turismo, o el encargado del Infonavit? Ya no decir si conoce que el Instituto para devolver al pueblo lo robado si es real y no leyenda urbana.

Esto es porque el ya muy conocido modelo de comunicación del Presidente López Obrador, centraliza todo en la imagen presidencial y en las mundialmente conocidas mañaneras, pero esto genera una gran paradoja: mientras más se posiciona la imagen del Presidente, más opaca la de sus funcionarios, y por ende, el trabajo que sus dependencias realizan.

Si le agregamos que erróneamente se piensa que las redes sociales sustituyen a los medios de comunicación, llámense prensa, radio y televisión, los resultados no se hacen esperar: pasan como sombras y sin conocerse su trabajo o funciones que realizan más de dos terceras partes del actual gabinete, según la medición de diversas encuestadoras.

Súmele además que hay funcionarios que recién se estrenan, con cargos de muy alta responsabilidad, y que no dimensionan ni conocen el trabajo de los medios de comunicación. Piensan que con que les den “retuit” o likeds a sus publicaciones en Facebook o Instagram, publicitan su trabajo.

Ya no decir aquellos que pierden piso rápidamente y no saben cómo manejar una entrevista, vaya, desde la cita para acudir, pues cuando se les ocurre cancelar algún compromiso adquirido, todos salen con el mismo pretexto: “me llamó el Presidente de último momento” Andan perdidos pues.

Pero todo esto no es nuevo, Siempre, a la llamada izquierda, se les ha complicado históricamente el manejo y trabajo con los medios de comunicación, aunque al final de sus gobiernos o campañas, terminan reculando. Piensan que con un comunity manager resuelven su problema. La comunicación es y seguirá siendo, el talón de Aquiles de la 4T, y hay que tener claro, no todo el sexenio podrán vivir como rémoras del Presidente.

¿A cuántos funcionarios del Presidente Andrés Manuel López Obrador conoce usted? ¿Sabe, por ejemplo, el nombre de quien es el actual Secretario de Salud, de Turismo, o el encargado del Infonavit? Ya no decir si conoce que el Instituto para devolver al pueblo lo robado si es real y no leyenda urbana.

Esto es porque el ya muy conocido modelo de comunicación del Presidente López Obrador, centraliza todo en la imagen presidencial y en las mundialmente conocidas mañaneras, pero esto genera una gran paradoja: mientras más se posiciona la imagen del Presidente, más opaca la de sus funcionarios, y por ende, el trabajo que sus dependencias realizan.

Si le agregamos que erróneamente se piensa que las redes sociales sustituyen a los medios de comunicación, llámense prensa, radio y televisión, los resultados no se hacen esperar: pasan como sombras y sin conocerse su trabajo o funciones que realizan más de dos terceras partes del actual gabinete, según la medición de diversas encuestadoras.

Súmele además que hay funcionarios que recién se estrenan, con cargos de muy alta responsabilidad, y que no dimensionan ni conocen el trabajo de los medios de comunicación. Piensan que con que les den “retuit” o likeds a sus publicaciones en Facebook o Instagram, publicitan su trabajo.

Ya no decir aquellos que pierden piso rápidamente y no saben cómo manejar una entrevista, vaya, desde la cita para acudir, pues cuando se les ocurre cancelar algún compromiso adquirido, todos salen con el mismo pretexto: “me llamó el Presidente de último momento” Andan perdidos pues.

Pero todo esto no es nuevo, Siempre, a la llamada izquierda, se les ha complicado históricamente el manejo y trabajo con los medios de comunicación, aunque al final de sus gobiernos o campañas, terminan reculando. Piensan que con un comunity manager resuelven su problema. La comunicación es y seguirá siendo, el talón de Aquiles de la 4T, y hay que tener claro, no todo el sexenio podrán vivir como rémoras del Presidente.