Fiel a su estilo contradictorio y ambiguo, la 4T anuncia que Campeche será el primer estado en pasar al color verde en el semáforo epidemiológico, lo que en teoría permitiría el regreso a clases presenciales. Sin embargo -ahora sí- el doctor Hugo López-Gatell recomendó esperar y no apresurar la apertura de los recintos escolares.
El Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán confirmó que esta semana se reunirá con autoridades de Campeche para alistar un protocolo sanitario “muy cuidado” con el que se reanudarán las clases en la entidad.
¿Qué pasa?, ¿Cuál es el color del semáforo epidemiológico en Campeche?, ¿Por qué si está en verde pareciera estar en naranja tirándole al rojo?, ¿Cuándo pasó a semáforo amarillo?, fueron algunas de las muchas preguntas que hizo la población en las redes sociales y no faltó el ingenio mexicano para explicar que el color del semáforo en Campeche estaba en “verde-limón”.
Ante tal anuncio, surgieron voces que pidieron a los padres de familia no llevar a sus hijos a las escuelas, otros argumentaron que no tenía caso exponer a los niños a dos meses del inicio del periodo vacacional decembrino, otros más reclamaron no experimentar con la salud y la vida de los infantes y exigieron a las autoridades ponerse de acuerdo.
¡Qué bueno! que el doctor López-Gatell haga este tipo de recomendaciones. Lo malo es que llegan justo cuando su rating de credibilidad se encuentra en el peor momento y la ciudadanía desconfía seriamente de todo lo que dice y de su gestión al frente de la pandemia, que lleva más de 76 mil muertos y más de 726 mil casos confirmados.
Lo que revela el caso Campeche es “la sana distancia” que se acentúa cada vez más en la relación del subsecretario de Salud y los estados, (no olvidar el caso de la ciudad de México y Jalisco), y ahora también con los titulares de las distintas dependencias del gobierno federal.