/ miércoles 6 de marzo de 2024

Ven pocos avances en rubro de igualdad; 18 millones de mujeres laboran en la informalidad

Tres de cada 10 mujeres han enfrentado violencia laboral a lo largo de su vida; 2 de cada diez dicen vivirla en el último año

Inicia marzo, y uno de los festejos más importantes del mes es el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, fecha en la que se busca que las mujeres sean consideradas como artífices de la historia y como participantes activas en la sociedad en igualdad con el hombre. Sin embargo, las mujeres aún padecen grave violencia, discriminación y desigualdad en diferentes ámbitos.

Las colectivas feministas denuncian que las mujeres mexicanas siguen indignadas, porque los avances son mínimos; se continúa con la brecha salarial entre hombres y mujeres en el mismo empleo, en la contratación de un empleo se favorece a los hombres, violencia obstétrica, se continúa con la misma tasa de feminicidios, 11 por día; es creciente la violencia sexual.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021 del INEGI, tres de cada 10 mujeres han enfrentado violencia laboral a lo largo de su vida y dos de cada 10 reportaron vivirla en el último año.

Con el paso de los años se han incrementado las exigencias como es la igualdad en los espacios laborales, que esto se refleje en los salarios, en ocupar cargos referentes y de toma de decisiones desde diferentes trincheras así como un alto a la violencia, agresiones y feminicidios.

Foto: Sergio Vázquez / La Prensa

Desde diferentes sectores se busca acabar con la pobreza y la desigualdad, que viven las mujeres, la cual proviene de muchos lados, pero uno muy claro es el acceso a oportunidades y educación, sobre todo para las niñas en todas las áreas.

En esta fecha, se conmemora la historia de resistencia femenina, de mujeres que a través del tiempo han alzado la voz para exigir sus derechos. Y para visibilizar el hecho de que aún hay un largo camino por recorrer para alcanzar la equidad.

Así, al hacer conciencia colectiva sobre la persistencia sistémica del machismo y desigualdad social, también surge el compromiso por continuar con la lucha a favor de los derechos de las mujeres.


Tasa de informalidad de mujeres no se mueve en México

Patricia Rodríguez López, académica del Instituto de Investigaciones Económicas IIEc, destacó que en México 32.4 millones de personas trabajan en la informalidad: de ellas, 18.4 millones son mujeres y 14 millones hombres; es decir, carecen de seguro social, acceso a créditos o contratos.

La experta en economía feminista y mercado laboral detalló que esto no necesariamente está relacionado con el grado de educación, pues mientras en el nivel primaria se ha logrado 50 y 50% en la matrícula, en el superior las mujeres ya son más, pues su inclusión está aumentando, lo cual es muy importante.

Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi de 2021, señalan que cuando se percibe un salario mínimo es igual para todos, pero al ganar más de cinco la proporción es de 72.4 por ciento en el caso de los hombres y sólo 27.6 en mujeres, refirió la especialista.

En el trimestre octubre-diciembre de 2023, la población económicamente activa (PEA) del país fue de 61 millones de personas; la PEA representó 60.5 % de la población de 15 años y más.

Por género, la PEA femenina en el periodo citado fue de 24 millones 916 mil 140, de las cuales 24 millones 241 mil 480 estuvieron ocupadas y 674 mil 660 desempleadas. Las mujeres tuvieron una tasa de participación de 46.5%.

En los últimos tres años, la mujer ha mantenido su participación del 55% en la informalidad, mientras que la participación del hombre presenta disminuciones cada inicio de año.

El Inegi reportó que en enero de este año, el porcentaje de hombres ocupados en la informalidad fue del 53.1% de la población ocupada. Este indicador bajó respecto a enero del año pasado con 54.3% y al antepasado de 54.4%.

“La informalidad en mujeres sigue siendo un reto importante para el mercado laboral mexicano, ya que seguirán ligadas a salarios bajos, sin prestaciones, subempleo y malas condiciones de trabajo”, subrayó el Director General de ManpowerGroup para México, Caribe y Centroamérica, Alberto Alesi.


77 años del voto femenino

La investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, Amneris Chaparro Martínez, comentó que nuestro país, la participación política de las mujeres ha tenido avances significativos a partir de que se garantizó su derecho al voto; pero cambios son insuficientes para asegurar la construcción de ciudadanías democráticas e incluyentes.

A 77 años de que se aprobó aquella reforma constitucional y ante la posibilidad de que por primera ocasión en México una mujer pudiera ocupar la presidencia de la República, externa que estamos frente a una conquista de relevancia y de larga data, como parte de las luchas históricas que se han librado para que las mujeres en este país accedan a esos cargos de representación.

Chaparro Martínez, precisó que en ocasión de la conmemoración de la reforma constitucional del 12 de febrero de 1947, que por primera vez estableció el derecho de las mexicanas a votar y ser votadas en elecciones municipales.

La universitaria resaltó que históricamente han mostrado un gran activismo y han sido partícipes de movilizaciones políticas y de los debates públicos, aunque desde una posición de marginalidad respecto a los varones.

Con un ímpetu feminista e igualitarista, a principios del siglo XX un grupo se organizó para demandar a los estados, al gobierno federal y al naciente gobierno posrevolucionario, el pleno ejercicio de sus garantías políticas.

A partir de esa demanda y de esa lucha de varias décadas se logró un cambio importante en la Constitución a nivel municipal, y después en 1953 a nivel federal donde ganaron la ciudadanía; eso significó participar formalmente en la política como representantes y electoras, detalla.

Tener candidaturas y vigilancia para que se cumpla la paridad de género de 50 por ciento es un gran progreso, pero la representación en sí misma no significa que van a defender los intereses e ideales de la lucha feminista, subraya en entrevista.

“Creo que necesitamos políticas educativas de mayor alcance en materia de género. La política educativa de un país debe tener un perfil feminista y humanista, en el sentido más estricto de la palabra, de tal forma que realmente busque la formación de ciudadanías democráticas, y eso es algo que sigue faltando en nuestro país”, destacó Chaparro Martínez.


Gasto de género

Si bien el gasto de género está reconocido y es aplicado a partir de 2011 para combatir la discriminación, su ejercicio presenta dificultades relacionadas con el tipo de programas que apoya, la duración de éstos y su cancelación por restricciones presupuestarias, consideró la académica del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Violeta Rodríguez del Villar.

En su exposición, la especialista en microeconomía y finanzas públicas, citó: “del gasto ejercido de 2011 a 2021 prácticamente la mitad se destinó a programas de corto plazo; es decir, se implementaron y al término de cuatro años se cancelaron”.

Foto: Sergio Vázquez / La Prensa

La ONU sobre el día de la mujer

En 1975 se celebró el Año Internacional de la Mujer, por lo que las Naciones Unidas empiezan a conmemorar el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo).

Dos años más tarde, la Asamblea General de las Naciones Unidas formalizó este día, pese a que su primera celebración se remonta al 28 de febrero de 1909, cuando el Partido Socialista de América designó el día en recuerdo de la huelga de trabajadoras del sector textil el año anterior en Nueva York, en la que exigían mejores condiciones laborales.

En México tiene lugar la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, del 19 de junio al 2 de julio de 1975. En dicha conferencia se formula un plan de acción mundial de diez años para su promoción, tras lo cual la Asamblea General de las Naciones Unidas proclama los años 1976-1985 como el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz a fin de implementarlo.

Nada que festejar: colectivas feministas

En la jornada de lucha del 8 de marzo queremos decirle al Gobierno Federal y al Gobierno de la Ciudad, “que este día es de lucha y de protesta y que no tenemos nada qué festejar”.

¿Qué podríamos festejar? Si enfrentamos día con día el recrudecimiento de la violencia feminicida, la esclavitud sexual, la desaparición y los desplazamientos forzados, el empobrecimiento y la devastación de los bienes naturales comunes, la crisis migratoria y la militarización y, por si fuera poco, la criminalización punitiva y persecutoria del movimiento feminista, incluso por aquellos organismos que deberían protegernos, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Las organizadoras del 8M afirmaron que la gran deuda que el Estado y sus instituciones patriarcales mantienen es por la falta de voluntad política que materialice y garantice el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres, “la crisis que experimentamos en todas las dimensiones de nuestra vida nos mueve nuevamente a salir a las calles y a dejar rastro con nuestra voz, nuestra protesta y nuestros cantos de la rabia pero también de la esperanza que nos mueve”.

Convocan a la gran manifestación el 8 de marzo, que partirá de la Glorieta de las mujeres que luchan hacia el zócalo. La cita será a las 3:30pm, para salir a las 4 de la tarde. Marcharán por Reforma, Juárez y 5 de mayo hasta llegar al zócalo en dónde realizarán un mitin político.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem



Inicia marzo, y uno de los festejos más importantes del mes es el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, fecha en la que se busca que las mujeres sean consideradas como artífices de la historia y como participantes activas en la sociedad en igualdad con el hombre. Sin embargo, las mujeres aún padecen grave violencia, discriminación y desigualdad en diferentes ámbitos.

Las colectivas feministas denuncian que las mujeres mexicanas siguen indignadas, porque los avances son mínimos; se continúa con la brecha salarial entre hombres y mujeres en el mismo empleo, en la contratación de un empleo se favorece a los hombres, violencia obstétrica, se continúa con la misma tasa de feminicidios, 11 por día; es creciente la violencia sexual.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021 del INEGI, tres de cada 10 mujeres han enfrentado violencia laboral a lo largo de su vida y dos de cada 10 reportaron vivirla en el último año.

Con el paso de los años se han incrementado las exigencias como es la igualdad en los espacios laborales, que esto se refleje en los salarios, en ocupar cargos referentes y de toma de decisiones desde diferentes trincheras así como un alto a la violencia, agresiones y feminicidios.

Foto: Sergio Vázquez / La Prensa

Desde diferentes sectores se busca acabar con la pobreza y la desigualdad, que viven las mujeres, la cual proviene de muchos lados, pero uno muy claro es el acceso a oportunidades y educación, sobre todo para las niñas en todas las áreas.

En esta fecha, se conmemora la historia de resistencia femenina, de mujeres que a través del tiempo han alzado la voz para exigir sus derechos. Y para visibilizar el hecho de que aún hay un largo camino por recorrer para alcanzar la equidad.

Así, al hacer conciencia colectiva sobre la persistencia sistémica del machismo y desigualdad social, también surge el compromiso por continuar con la lucha a favor de los derechos de las mujeres.


Tasa de informalidad de mujeres no se mueve en México

Patricia Rodríguez López, académica del Instituto de Investigaciones Económicas IIEc, destacó que en México 32.4 millones de personas trabajan en la informalidad: de ellas, 18.4 millones son mujeres y 14 millones hombres; es decir, carecen de seguro social, acceso a créditos o contratos.

La experta en economía feminista y mercado laboral detalló que esto no necesariamente está relacionado con el grado de educación, pues mientras en el nivel primaria se ha logrado 50 y 50% en la matrícula, en el superior las mujeres ya son más, pues su inclusión está aumentando, lo cual es muy importante.

Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi de 2021, señalan que cuando se percibe un salario mínimo es igual para todos, pero al ganar más de cinco la proporción es de 72.4 por ciento en el caso de los hombres y sólo 27.6 en mujeres, refirió la especialista.

En el trimestre octubre-diciembre de 2023, la población económicamente activa (PEA) del país fue de 61 millones de personas; la PEA representó 60.5 % de la población de 15 años y más.

Por género, la PEA femenina en el periodo citado fue de 24 millones 916 mil 140, de las cuales 24 millones 241 mil 480 estuvieron ocupadas y 674 mil 660 desempleadas. Las mujeres tuvieron una tasa de participación de 46.5%.

En los últimos tres años, la mujer ha mantenido su participación del 55% en la informalidad, mientras que la participación del hombre presenta disminuciones cada inicio de año.

El Inegi reportó que en enero de este año, el porcentaje de hombres ocupados en la informalidad fue del 53.1% de la población ocupada. Este indicador bajó respecto a enero del año pasado con 54.3% y al antepasado de 54.4%.

“La informalidad en mujeres sigue siendo un reto importante para el mercado laboral mexicano, ya que seguirán ligadas a salarios bajos, sin prestaciones, subempleo y malas condiciones de trabajo”, subrayó el Director General de ManpowerGroup para México, Caribe y Centroamérica, Alberto Alesi.


77 años del voto femenino

La investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, Amneris Chaparro Martínez, comentó que nuestro país, la participación política de las mujeres ha tenido avances significativos a partir de que se garantizó su derecho al voto; pero cambios son insuficientes para asegurar la construcción de ciudadanías democráticas e incluyentes.

A 77 años de que se aprobó aquella reforma constitucional y ante la posibilidad de que por primera ocasión en México una mujer pudiera ocupar la presidencia de la República, externa que estamos frente a una conquista de relevancia y de larga data, como parte de las luchas históricas que se han librado para que las mujeres en este país accedan a esos cargos de representación.

Chaparro Martínez, precisó que en ocasión de la conmemoración de la reforma constitucional del 12 de febrero de 1947, que por primera vez estableció el derecho de las mexicanas a votar y ser votadas en elecciones municipales.

La universitaria resaltó que históricamente han mostrado un gran activismo y han sido partícipes de movilizaciones políticas y de los debates públicos, aunque desde una posición de marginalidad respecto a los varones.

Con un ímpetu feminista e igualitarista, a principios del siglo XX un grupo se organizó para demandar a los estados, al gobierno federal y al naciente gobierno posrevolucionario, el pleno ejercicio de sus garantías políticas.

A partir de esa demanda y de esa lucha de varias décadas se logró un cambio importante en la Constitución a nivel municipal, y después en 1953 a nivel federal donde ganaron la ciudadanía; eso significó participar formalmente en la política como representantes y electoras, detalla.

Tener candidaturas y vigilancia para que se cumpla la paridad de género de 50 por ciento es un gran progreso, pero la representación en sí misma no significa que van a defender los intereses e ideales de la lucha feminista, subraya en entrevista.

“Creo que necesitamos políticas educativas de mayor alcance en materia de género. La política educativa de un país debe tener un perfil feminista y humanista, en el sentido más estricto de la palabra, de tal forma que realmente busque la formación de ciudadanías democráticas, y eso es algo que sigue faltando en nuestro país”, destacó Chaparro Martínez.


Gasto de género

Si bien el gasto de género está reconocido y es aplicado a partir de 2011 para combatir la discriminación, su ejercicio presenta dificultades relacionadas con el tipo de programas que apoya, la duración de éstos y su cancelación por restricciones presupuestarias, consideró la académica del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Violeta Rodríguez del Villar.

En su exposición, la especialista en microeconomía y finanzas públicas, citó: “del gasto ejercido de 2011 a 2021 prácticamente la mitad se destinó a programas de corto plazo; es decir, se implementaron y al término de cuatro años se cancelaron”.

Foto: Sergio Vázquez / La Prensa

La ONU sobre el día de la mujer

En 1975 se celebró el Año Internacional de la Mujer, por lo que las Naciones Unidas empiezan a conmemorar el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo).

Dos años más tarde, la Asamblea General de las Naciones Unidas formalizó este día, pese a que su primera celebración se remonta al 28 de febrero de 1909, cuando el Partido Socialista de América designó el día en recuerdo de la huelga de trabajadoras del sector textil el año anterior en Nueva York, en la que exigían mejores condiciones laborales.

En México tiene lugar la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, del 19 de junio al 2 de julio de 1975. En dicha conferencia se formula un plan de acción mundial de diez años para su promoción, tras lo cual la Asamblea General de las Naciones Unidas proclama los años 1976-1985 como el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz a fin de implementarlo.

Nada que festejar: colectivas feministas

En la jornada de lucha del 8 de marzo queremos decirle al Gobierno Federal y al Gobierno de la Ciudad, “que este día es de lucha y de protesta y que no tenemos nada qué festejar”.

¿Qué podríamos festejar? Si enfrentamos día con día el recrudecimiento de la violencia feminicida, la esclavitud sexual, la desaparición y los desplazamientos forzados, el empobrecimiento y la devastación de los bienes naturales comunes, la crisis migratoria y la militarización y, por si fuera poco, la criminalización punitiva y persecutoria del movimiento feminista, incluso por aquellos organismos que deberían protegernos, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Las organizadoras del 8M afirmaron que la gran deuda que el Estado y sus instituciones patriarcales mantienen es por la falta de voluntad política que materialice y garantice el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres, “la crisis que experimentamos en todas las dimensiones de nuestra vida nos mueve nuevamente a salir a las calles y a dejar rastro con nuestra voz, nuestra protesta y nuestros cantos de la rabia pero también de la esperanza que nos mueve”.

Convocan a la gran manifestación el 8 de marzo, que partirá de la Glorieta de las mujeres que luchan hacia el zócalo. La cita será a las 3:30pm, para salir a las 4 de la tarde. Marcharán por Reforma, Juárez y 5 de mayo hasta llegar al zócalo en dónde realizarán un mitin político.

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