A unos meses de cumplir cinco años de abandonar sus viviendas, los propietarios del 550 de Calzada de Tlalpan, no ven la fecha para regresar a su casa después de que el sismo del 2017 los obligó a desalojar, viven con temor de perder su patrimonio por atraso en los pagos y buscan transparencia sobre 120 millones de pesos en la restructuración del edificio.
La deficiente construcción afectó 390 departamentos y alrededor de 1,200 personas que actualmente pagan una renta y algunos de ellos, no han podido abonar a la cuota mensual de la hipoteca de un departamento, que tampoco pueden habitar desde el movimiento telúrico que cobró alrededor de 370 vidas y cuantiosas pérdidas materiales.
Para Verónica Serrano, la espera se ha hecho interminable ante la reparación de los daños que les permita volver al departamento que habitó en el 2012, y el movimiento telúrico la forzó a salir del 550.
“Esto se ha pospuesto imagínate, nos lo prometieron desde que empezó la obra en septiembre del 2018 luego diciembre de ese mismo año, después para el 2019, luego que para 2020, después que para 2021, que para junio de 2022 y ahorita para 2023 en enero”, comentó Serrano para LA PRENSA.
Verónica, recalcó que "vivimos con incertidumbre, de si realmente va a quedar al 100, si va a quedar seguro y, sobre todo, si realmente nos lo van a entregar”, por lo que pide que las autoridades no se desentiendan del seguimiento de la reconstrucción.
RIESGO DE PERDER PATRIMONIO
La situación no ha dejado de ser crítica para la mayoría de los afectados, ya que además del sismo, varios de ellos no han podido continuar con los pagos hipotecarios para liquidar sus departamentos, lo que significa que, a pesar de que queden habitables y seguros, han pasado a manos de los bancos.
“Gran remate bancario de bonito departamento en calz. Tlalpan #550”, se puede leer en algunos anuncios en internet, que ofrecen las propiedades que no se pusieron al corriente con los pagos, en especial, después de la pandemia que dejó sin empleo a muchos de ellos y ahora, sin hogar.
La batalla no la ven perdida, Verónica asegura que “las cuestiones técnicas nos han costado tres años de retraso, que encontraron algo de origen de la primera etapa de rehabilitación y seguimos batallando con esto, para pagar hipotecas y créditos bancarios. Estamos viendo, tocando puertas para esos temas”.
Con esfuerzo, Serrano realiza los pagos de su departamento, pero también el pago de un alquiler donde vive desde el 2017, “todos estamos en la misma situación, rentando, algunos vecinos se fueron a otros estados porque aquí es más caro, se ha complicado mucho la situación”.
UN FRAUDE SIN RESOLVER
Los vecinos, organizados han acudido a diversas instancias para esclarecer el faltante de 120 millones de pesos que presuntamente se utilizaron en la reconstrucción, aunque es un dinero que no aparece y no se ha podido justificar, mismo que, al parecer, quedó en manos de otros habitantes del mismo complejo habitacional.
“Sobre la transparencia no nos han dicho nada, se ha solicitado pero ya llevamos casi cinco años. Todavía el gobierno anterior tenía información en la plataforma, pero este no ha subido nada, se ha estado solicitando pero no nos han contestado oficios, mismos que se van posponiendo y ya llevamos de la nueva administración, casi cuatro años”, explicó la vecina.
Verónica lanzó un llamado a la población, “estamos en una ciudad sísmica, debemos tener una conciencia como sociedad, como ciudadanos y autoridades. Hay muchísimas construcciones que no cumplen con la normatividad y suceden tantas tragedias con un sismo, es considerar siempre nosotros como ciudadanos y estar a la expectativa de que realmente la construcción está bien hecha”, dijo Verónica.
Detalló que muchas veces como compradores, “solamente vemos que está bonito, está céntrico, tiene características que me gustan, pero hasta ahí nos quedamos y no investigamos más allá, si tienen permisos y cumplen con la normatividad, si son seguros y si la estructura cumple con la normatividad”.
La vecina afectada, sabe que esa no debería ser labor de quienes adquieren un inmueble, sino de quienes lo construyen y las autoridades, pero busca que lo que les ha ocurrido a ellos, sirva de experiencia para otras personas que pretenden comprar vivienda.
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Verónica Serrano y sus vecinos han trabajado de la mano del Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México, “que realmente nos ayuden con una formulación de una rehabilitación que de por sí ha costado mucho trabajo redireccionar, pero que sea segura 100 por ciento, 100 por ciento habitable, 100 por ciento con el reglamento en la construcción porque hay algunos detalles que no están considerando”.
Por último, hace un llamado para el tema de las hipotecas, “que es otro punto importante, (...) se van a entregar los departamentos a los bancos y ese es un tema para derechos humanos que también apoya en esta causa”.
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