/ jueves 25 de junio de 2020

¿Un papá o mamá se pueden robar a los hijos?

Ayer hubo una fuerte campaña en redes sociales para ubicar a una menor de edad, quien pedía el apoyo incluyó la foto de una niña y solicitaba compartir, a lo que muchos se sumaron, incluso cuando no había una ficha de búsqueda; pero es que, dijeron, las primeras horas son vitales.

Quien hizo el llamado dijo “Se acaban de robar a la hija de mi amigo (… ) se la arrebataron de los brazos de su esposa cerca del Metro Zaragoza”.

En el texto incluyeron el nombre de la menor, además de asegurar que ya la mamá estaba levantando la denuncia.

Incluso aportaron un teléfono, al que debía comunicarse quien tuviera algún dato de la ubicación de esta infante.

En algún momento estuve tentado a sumarme a la búsqueda, creo entender el dolor de perder a un hijo, peor si desaparece en esas condiciones; pero la experiencia me ha enseñado a leer entre líneas y esperar un tiempo prudente.

Al final encontré elementos que me indicaron había algo raro en el tema, dadas las señales enviadas por quienes pedían la ayuda.

En menos de 24 horas apareció una nueva información: a la bebé se la llevó el papá, quien había quedado de verse con la mamá de la bebé por el metro Zaragoza.

Según el mismo informe, el apoyo fue solicitado 30 minutos después de ocurridos los hechos.

No digo que sea menos el dolor de que se lleven a tus hijos, pero hay una diferencia entre el robo propiamente hecho por un o una desconocida, o que alguno de los padre o madre se apropien de ellos.

A esto último le llaman sustracción de menor y el único que lo puede resolver es un juez, que luego de estudios socioeconómicos decide dónde estará el hijo, clara privilegiando los derechos y bienestar del menor.

Sígueme en twitter @Antoniodemrcel
Escribeme a antonio.marcelo@oem.com.mx


Ayer hubo una fuerte campaña en redes sociales para ubicar a una menor de edad, quien pedía el apoyo incluyó la foto de una niña y solicitaba compartir, a lo que muchos se sumaron, incluso cuando no había una ficha de búsqueda; pero es que, dijeron, las primeras horas son vitales.

Quien hizo el llamado dijo “Se acaban de robar a la hija de mi amigo (… ) se la arrebataron de los brazos de su esposa cerca del Metro Zaragoza”.

En el texto incluyeron el nombre de la menor, además de asegurar que ya la mamá estaba levantando la denuncia.

Incluso aportaron un teléfono, al que debía comunicarse quien tuviera algún dato de la ubicación de esta infante.

En algún momento estuve tentado a sumarme a la búsqueda, creo entender el dolor de perder a un hijo, peor si desaparece en esas condiciones; pero la experiencia me ha enseñado a leer entre líneas y esperar un tiempo prudente.

Al final encontré elementos que me indicaron había algo raro en el tema, dadas las señales enviadas por quienes pedían la ayuda.

En menos de 24 horas apareció una nueva información: a la bebé se la llevó el papá, quien había quedado de verse con la mamá de la bebé por el metro Zaragoza.

Según el mismo informe, el apoyo fue solicitado 30 minutos después de ocurridos los hechos.

No digo que sea menos el dolor de que se lleven a tus hijos, pero hay una diferencia entre el robo propiamente hecho por un o una desconocida, o que alguno de los padre o madre se apropien de ellos.

A esto último le llaman sustracción de menor y el único que lo puede resolver es un juez, que luego de estudios socioeconómicos decide dónde estará el hijo, clara privilegiando los derechos y bienestar del menor.

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