/ viernes 5 de abril de 2024

SIN PROTOCOLO | De partidos a movimientos…

Según Giovanni Sartori, los partidos políticos son un “grupo de individuos que participan en elecciones competitivas con el fin de hacer acceder a sus candidatos a cargos públicos”.

Para Maurice Duverger, los partidos políticos se dividen en “cuadros”, “masas” o “militantes”.

El destacado ideólogo priista Jesús Reyes Heroles, contribuyó a darle vida a los partidos de oposición permitiendo su registro en beneficio de la pluralidad.

Hoy la participación de las fuerzas políticas se divide en dos grupos, con sus matices, como representantes del espectro político nacional.

A diferencia de sus antecesores, el Presidente Andrés Manuel López Obrador destila odio contra la oposición.

A punto de terminar su mandato, el mandatario nunca se ha reunido con los dirigentes de los partidos políticos.

En contraste, José López Portillo, fue más demócrata que él pues durante su gobierno se aprobó la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales (LOPEE).

Dicho norma definió a los partidos como de interés público, con acceso a medios de comunicación; permitió su registro y amplió el número de integrantes de la Cámara de Diputados, de 300 a 400; 100 plurinominales.

Posteriormente, en 1997, durante el gobierno de Ernesto Zedillo se amplió el financiamiento público a los partidos, a fin de evitar el dinero del narcotráfico.

Hoy López Obrador encabeza un movimiento, no definido como partido por él mismo, el cual usa a su antojo como dirigente nacional de facto.

Sin embargo, Morena es el partido con más prerrogativas para este año con 3 mil 159 millones de pesos, 386% más que lo recibido en 2018.

Pero la estrategia del político de Tabasco es la de debilitar a toda costa a los partidos de oposición.

Por ejemplo hay propuestas que buscan reducir el financiamiento público y eliminar la representación de legisladores plurinominales.

Ese tipo de acciones sólo tienen como objetivo debilitar al sistema de partidos; y fortalecer mediante financiamiento ilegal a Morena.

De lo anterior, se puede desprender que el mayor peligro para la democracia es López Obrador.

Su empecinamiento por debilitar las instituciones electorales responsables de calificar las elecciones, es otra de las grandes obsesiones del Presidente.

La cuestión es que sendas movilizaciones llamadas “marea rosa” han demostrado un abierto respaldo a las instituciones electorales y a la democracia.

Tres poderosos partidos nacionales, le disputan en campo abierto la Presidencia a Morena en estas elecciones.

Pelean contra Morena que -más que partido- funciona como una oficina de Palacio Nacional.

PROSPECCIÓN… Por lo visto, no las trae consigo Morena en la alcaldía Magdalena Contreras, donde su candidato Fernando Mercado, tuvo dificultades para convocar al arranque de su campaña. Quien salió en su auxilio fue el alcalde con licencia de Cuajimalpa, convertido a morenista, Adrián Rubalcava, al llevarle un contingente de acarreados insuficientes para llenar la pequeña plaza donde el aspirante inició su carrera por la alcaldía que gobierna desde hace casi tres años, el priista Luis Gerardo Quijano, quien por cierto también se encuentra en campaña por su reelección en el cargo.

X: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

Según Giovanni Sartori, los partidos políticos son un “grupo de individuos que participan en elecciones competitivas con el fin de hacer acceder a sus candidatos a cargos públicos”.

Para Maurice Duverger, los partidos políticos se dividen en “cuadros”, “masas” o “militantes”.

El destacado ideólogo priista Jesús Reyes Heroles, contribuyó a darle vida a los partidos de oposición permitiendo su registro en beneficio de la pluralidad.

Hoy la participación de las fuerzas políticas se divide en dos grupos, con sus matices, como representantes del espectro político nacional.

A diferencia de sus antecesores, el Presidente Andrés Manuel López Obrador destila odio contra la oposición.

A punto de terminar su mandato, el mandatario nunca se ha reunido con los dirigentes de los partidos políticos.

En contraste, José López Portillo, fue más demócrata que él pues durante su gobierno se aprobó la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales (LOPEE).

Dicho norma definió a los partidos como de interés público, con acceso a medios de comunicación; permitió su registro y amplió el número de integrantes de la Cámara de Diputados, de 300 a 400; 100 plurinominales.

Posteriormente, en 1997, durante el gobierno de Ernesto Zedillo se amplió el financiamiento público a los partidos, a fin de evitar el dinero del narcotráfico.

Hoy López Obrador encabeza un movimiento, no definido como partido por él mismo, el cual usa a su antojo como dirigente nacional de facto.

Sin embargo, Morena es el partido con más prerrogativas para este año con 3 mil 159 millones de pesos, 386% más que lo recibido en 2018.

Pero la estrategia del político de Tabasco es la de debilitar a toda costa a los partidos de oposición.

Por ejemplo hay propuestas que buscan reducir el financiamiento público y eliminar la representación de legisladores plurinominales.

Ese tipo de acciones sólo tienen como objetivo debilitar al sistema de partidos; y fortalecer mediante financiamiento ilegal a Morena.

De lo anterior, se puede desprender que el mayor peligro para la democracia es López Obrador.

Su empecinamiento por debilitar las instituciones electorales responsables de calificar las elecciones, es otra de las grandes obsesiones del Presidente.

La cuestión es que sendas movilizaciones llamadas “marea rosa” han demostrado un abierto respaldo a las instituciones electorales y a la democracia.

Tres poderosos partidos nacionales, le disputan en campo abierto la Presidencia a Morena en estas elecciones.

Pelean contra Morena que -más que partido- funciona como una oficina de Palacio Nacional.

PROSPECCIÓN… Por lo visto, no las trae consigo Morena en la alcaldía Magdalena Contreras, donde su candidato Fernando Mercado, tuvo dificultades para convocar al arranque de su campaña. Quien salió en su auxilio fue el alcalde con licencia de Cuajimalpa, convertido a morenista, Adrián Rubalcava, al llevarle un contingente de acarreados insuficientes para llenar la pequeña plaza donde el aspirante inició su carrera por la alcaldía que gobierna desde hace casi tres años, el priista Luis Gerardo Quijano, quien por cierto también se encuentra en campaña por su reelección en el cargo.

X: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx