/ viernes 26 de febrero de 2021

Respeto a la mujer

Como sociedad debemos de recobrar los valores que nos habían distinguido; la mujer, es un elemento esencial y, la base del México actual. Trabajadoras, estudiantes, investigadoras, maestras, madres, amigas, hermanas, obreras, profesionistas.

Sin embargo, en los últimos años la violencia de género se convirtió en un problema de salud pública, el cual se agravó con el confinamiento social. Si bien es cierto que hay que combatir los efectos, también habrá que acabar con las causas para erradicar el problema.

Será un proceso largo para cambiar una cultura arraigada en el país, por lo que las autoridades son las primeras que deben de poner el ejemplo y no hacer ningún comentario machista ni discriminatorio.

Ayer, al presentar el informe de los primeros 15 meses de la Alerta por Violencia contra las Mujeres en la Ciudad de México, la fiscal general de Justicia local, Ernestina Godoy Ramos, reconoció que aún falta mucho por hacer.

Informó que las violaciones bajaron en un 3%, el abuso sexual en un 19%, el acoso sexual en un 16%, la violencia familiar tuvo una reducción del 4% y la trata de personas del 33%. Pero, en enero de 2021, los delitos contra la intimidad sexual en la Ciudad de México registraron un aumento del 64% en comparación con el mismo periodo del 2020. En ese mismo mes se cometieron 2.87 de estos delitos por día, de acuerdo con el informe.

La violencia familiar aumentó 5.4% pues en 2019 se registraron 55.51 casos y en 2020 aumentaron a 58.33 y en enero de este año se perpetraron 56.23 hechos lo cual indica una disminuir de 4% si se comparan con los cometidos el año pasado. Ahora se creará el Banco de ADN el cual comenzará operaciones el 30 de marzo de este año y en este mismo mes dará inicio el registro de sentencias en el Registro Público de Agresores Sexuales.

Textualmente hay que decirlo: la violencia de género es un problema que debe resolver la sociedad en su conjunto, el cual deberá arrancar desde la educación en casa y un cambio de cultura, para lo cual se requiere la participación y el compromiso de todos.

En Twitter @TXTUALes

Como sociedad debemos de recobrar los valores que nos habían distinguido; la mujer, es un elemento esencial y, la base del México actual. Trabajadoras, estudiantes, investigadoras, maestras, madres, amigas, hermanas, obreras, profesionistas.

Sin embargo, en los últimos años la violencia de género se convirtió en un problema de salud pública, el cual se agravó con el confinamiento social. Si bien es cierto que hay que combatir los efectos, también habrá que acabar con las causas para erradicar el problema.

Será un proceso largo para cambiar una cultura arraigada en el país, por lo que las autoridades son las primeras que deben de poner el ejemplo y no hacer ningún comentario machista ni discriminatorio.

Ayer, al presentar el informe de los primeros 15 meses de la Alerta por Violencia contra las Mujeres en la Ciudad de México, la fiscal general de Justicia local, Ernestina Godoy Ramos, reconoció que aún falta mucho por hacer.

Informó que las violaciones bajaron en un 3%, el abuso sexual en un 19%, el acoso sexual en un 16%, la violencia familiar tuvo una reducción del 4% y la trata de personas del 33%. Pero, en enero de 2021, los delitos contra la intimidad sexual en la Ciudad de México registraron un aumento del 64% en comparación con el mismo periodo del 2020. En ese mismo mes se cometieron 2.87 de estos delitos por día, de acuerdo con el informe.

La violencia familiar aumentó 5.4% pues en 2019 se registraron 55.51 casos y en 2020 aumentaron a 58.33 y en enero de este año se perpetraron 56.23 hechos lo cual indica una disminuir de 4% si se comparan con los cometidos el año pasado. Ahora se creará el Banco de ADN el cual comenzará operaciones el 30 de marzo de este año y en este mismo mes dará inicio el registro de sentencias en el Registro Público de Agresores Sexuales.

Textualmente hay que decirlo: la violencia de género es un problema que debe resolver la sociedad en su conjunto, el cual deberá arrancar desde la educación en casa y un cambio de cultura, para lo cual se requiere la participación y el compromiso de todos.

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