Hay una preocupante situación en el país, por la fata de una estrategia y acciones claras de fomento y fortalecimiento de un trabajo digno y claro. En el grupo en el poder sólo se habla de repartir dinero y/o sacarlo de las afores para el gasto, pero no vemos en el horizonte un proyecto de nación que vea por el fortalecimiento del campo, de la industria y la producción en general.
Habrá que recordar que, antes de la multiplicación del pan y los pescados había en la canasta pan y pescados; de igual forma, antes de convertir el agua en vino, se necesitó del líquido primero.
Entonces el gobierno debe crear las condiciones para que la mayoría de la población tenga un empleo productivo con un salario adecuado, para cubrir sus necesidades básicas y recreativas, de tal manera que sean felices, ya que será un factor que se medirá.
Las cifras dadas a conocer por el INEGI esta semana reportan la salida de 12 millones de personas de la fuerza laboral, por primera vez en la historia reciente del país, hay menos personas económicamente activas de las que no lo están, acusó la Coparmex.
Y hay que recordar que los “programas sociales” o como los quiera llamar el gobierno en turno, dependen de la clase trabajadora que paga impuestos en este país.
Sin base trabajadora no hay nada y, eso no tiene que ver con ideologías de izquierda, centro o derecha; todos los países del mundo protegen el trabajo.
Hay un desalentador panorama, sólo resta a los administradores de la nación implementar cuanto antes medidas para proteger el empleo que aún queda, con herramientas como el salario solidario, que de implementarse permitirá proteger 19.9 millones de puestos de trabajo formales.
Existe una población desocupada, es decir, la que no tiene trabajo pero que reportó estar buscando activamente el mismo, en abril de 2020 se estimó en 2.1 millones de personas, que equivalen a 4.7% de la Población Económicamente Activa, tasa superior en 1.7 puntos porcentuales respecto a marzo 2020 y en 1.2 puntos porcentuales mayor a la de abril del año pasado.
Textualmente hay que decirlo: Para ser solidarios con los que no tienen, primero hay que tener que dar. Urge proteger los empleos que aún quedan y crear opciones a la población no ocupada con disponibilidad para trabajar.
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