/ viernes 2 de octubre de 2020

Doctrina Monroe

El discurso de Donald Trump ante la Asamblea General de la ONU, así como el viaje de Mike Pompeo a los países latinoamericanos y caribeños en septiembre, confirman la importancia para Washington de la renovación de su Doctrina Monroe. Los intentos de inmiscuirse en los asuntos internos de los países de la región se intensificaron con la agudización de las contradicciones entre Estados Unidos y China.

Ahora una de las tareas principales de la política de EUA consiste en debilitar la presencia del gigante asiático en nuestro hemisferio. Como instrumentos se utilizan la presión a los contradictores, intentos de desestabilizar los gobiernos legítimos y romper lazos políticos entre los países que están en contra de la hegemonía estadounidense.

Los ejemplos de esa actividad destructiva son el golpe de estado en Bolivia, suspensión de la UNASUR, crisis social, económica y migratoria en Venezuela. Entre otros países México también sufre efectos negativos de este rumbo.

En este sentido merece la mención Bolivia. Este país muy pronto puede convertirse en la siguiente colonia en Washington en caso de la victoria de tales personas como Carlos Mesa o Luis Camacho en las próximas elecciones presidenciales. Cualquiera de los candidatos de derecha esté en poder. Los EUA sería el único ganador, y no solo en el sentido político sino también quedándose con las reservas naturales del estado plurinacional, sobre todo sus yacimientos estratégicos de litio. No es la sorpresa que el expresidente Calos Mesa es uno de los beneficiarios principales de los honorarios estadounidenses (recibió desde la Casa Blanca al menos tres millones de dólares para su campaña electoral). Tiene razón Evo Morales cuando dice que “la línea para que Jeanin Anez renuncie a su candidatura vino desde Estados Unidos para juntar a la derecha alrededor de la Mesa” quien en convertirse en presidente garantizara la impunidad del gobierno golpista. Vale la pena recordar que Carlos Mesa ya tuvo oportunidad de gobernar y fracasó totalmente durante su mandato presidencial en los años de 2003-2005.

Textualmente hay que decirlo: Los analistas internacionales están preocupados por nuevos intentos de la OEA de meterse en las elecciones, como pasó en octubre de 2019. La organización ya anunció planes de desplegar la misión de observación en Bolivia. El monitoreo del año pasado fue criticado no solo por la diplomacia mexicana sino también en el Congreso de los Estados Unidos. Que en esta vez la OEA no eche abajo la victoria al MAS cuyo candidato Luis Arce quien puede ganar en la primera vuelta, de acuerdo con las preferencias del pueblo.

En Twitter @TXTUALes

El discurso de Donald Trump ante la Asamblea General de la ONU, así como el viaje de Mike Pompeo a los países latinoamericanos y caribeños en septiembre, confirman la importancia para Washington de la renovación de su Doctrina Monroe. Los intentos de inmiscuirse en los asuntos internos de los países de la región se intensificaron con la agudización de las contradicciones entre Estados Unidos y China.

Ahora una de las tareas principales de la política de EUA consiste en debilitar la presencia del gigante asiático en nuestro hemisferio. Como instrumentos se utilizan la presión a los contradictores, intentos de desestabilizar los gobiernos legítimos y romper lazos políticos entre los países que están en contra de la hegemonía estadounidense.

Los ejemplos de esa actividad destructiva son el golpe de estado en Bolivia, suspensión de la UNASUR, crisis social, económica y migratoria en Venezuela. Entre otros países México también sufre efectos negativos de este rumbo.

En este sentido merece la mención Bolivia. Este país muy pronto puede convertirse en la siguiente colonia en Washington en caso de la victoria de tales personas como Carlos Mesa o Luis Camacho en las próximas elecciones presidenciales. Cualquiera de los candidatos de derecha esté en poder. Los EUA sería el único ganador, y no solo en el sentido político sino también quedándose con las reservas naturales del estado plurinacional, sobre todo sus yacimientos estratégicos de litio. No es la sorpresa que el expresidente Calos Mesa es uno de los beneficiarios principales de los honorarios estadounidenses (recibió desde la Casa Blanca al menos tres millones de dólares para su campaña electoral). Tiene razón Evo Morales cuando dice que “la línea para que Jeanin Anez renuncie a su candidatura vino desde Estados Unidos para juntar a la derecha alrededor de la Mesa” quien en convertirse en presidente garantizara la impunidad del gobierno golpista. Vale la pena recordar que Carlos Mesa ya tuvo oportunidad de gobernar y fracasó totalmente durante su mandato presidencial en los años de 2003-2005.

Textualmente hay que decirlo: Los analistas internacionales están preocupados por nuevos intentos de la OEA de meterse en las elecciones, como pasó en octubre de 2019. La organización ya anunció planes de desplegar la misión de observación en Bolivia. El monitoreo del año pasado fue criticado no solo por la diplomacia mexicana sino también en el Congreso de los Estados Unidos. Que en esta vez la OEA no eche abajo la victoria al MAS cuyo candidato Luis Arce quien puede ganar en la primera vuelta, de acuerdo con las preferencias del pueblo.

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