/ domingo 19 de diciembre de 2021

¿Cómo afecta la inflación el poder de compra?  

La inflación se entiende como el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado, es decir, que el aumento en los precios, golpea directamente a los que menos tienen, puesto que pagan más por los mismos bienes y servicios que adquirían tiempo atrás a un precio menor. De esta forma, ven reducido su poder adquisitivo en la medida que se incrementa la inflación.

Así que, los consumidores se ven obligados a dedicar más dinero que antes para la compra de productos y servicios, siendo una constante que los productos que más aumentan su precio en época de inflación son los de mayor consumo y de primera necesidad resultando casi imposible prescindir de ellos.

Ciertamente, un incremento de los precios empeora significativamente la capacidad adquisitiva de los consumidores, ya que normalmente los precios de los salarios no se ajustan a la misma velocidad con la que lo hacen los relacionados a los bienes.

La inflación viene aparejada de la existencia de muchos compradores y pocos productos para satisfacer a esos compradores, lo que genera escasez y por tanto alza del precio. También se da debido al alza del valor de la producción que obedece al incremento de los precios de las materias primas, como lo son el petróleo, la energía, el transporte y otros factores, tratando de mantener los márgenes de ganancia de toda la cadena de producción mediante el incremento de los precios.

Sin embargo, la inflación tiene efectos directos en las finanzas de las empresas ya que estas llegan a vender mucho menos de lo habitual, por la combinación de precios altos y un menor dinamismo en la economía cuando el consumo disminuye, lo que reduce los márgenes de ganancia y el crecimiento de las compañías.

Es así como en un ambiente inflacionario, la incertidumbre respecto de los precios de venta, así como de los costos de producción, hace que las actividades productivas sean un negocio más riesgoso, pues hay mayor incertidumbre al decidir continuar con los procesos productivos vigentes o al emprender nuevos proyectos.

Para mitigar la inflación, las principales medidas que toman los gobiernos son reduciendo la cantidad de dinero en circulación y aplicando alzas en las tasas de interés para frenar el alza de los precios. El riesgo para el consumidor es que esta medida se suele traducir en una congelación de sueldos y para muchos de quienes están endeudados, pueden llegar a incrementar aún más su débito.

Por ello, el consumidor siempre debe tratar de mantener una economía familiar sana y una fuente de ingresos segura, que le permita mantener su nivel de vida ante vaivenes inflacionarios cada vez más recurrentes.

La inflación se entiende como el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado, es decir, que el aumento en los precios, golpea directamente a los que menos tienen, puesto que pagan más por los mismos bienes y servicios que adquirían tiempo atrás a un precio menor. De esta forma, ven reducido su poder adquisitivo en la medida que se incrementa la inflación.

Así que, los consumidores se ven obligados a dedicar más dinero que antes para la compra de productos y servicios, siendo una constante que los productos que más aumentan su precio en época de inflación son los de mayor consumo y de primera necesidad resultando casi imposible prescindir de ellos.

Ciertamente, un incremento de los precios empeora significativamente la capacidad adquisitiva de los consumidores, ya que normalmente los precios de los salarios no se ajustan a la misma velocidad con la que lo hacen los relacionados a los bienes.

La inflación viene aparejada de la existencia de muchos compradores y pocos productos para satisfacer a esos compradores, lo que genera escasez y por tanto alza del precio. También se da debido al alza del valor de la producción que obedece al incremento de los precios de las materias primas, como lo son el petróleo, la energía, el transporte y otros factores, tratando de mantener los márgenes de ganancia de toda la cadena de producción mediante el incremento de los precios.

Sin embargo, la inflación tiene efectos directos en las finanzas de las empresas ya que estas llegan a vender mucho menos de lo habitual, por la combinación de precios altos y un menor dinamismo en la economía cuando el consumo disminuye, lo que reduce los márgenes de ganancia y el crecimiento de las compañías.

Es así como en un ambiente inflacionario, la incertidumbre respecto de los precios de venta, así como de los costos de producción, hace que las actividades productivas sean un negocio más riesgoso, pues hay mayor incertidumbre al decidir continuar con los procesos productivos vigentes o al emprender nuevos proyectos.

Para mitigar la inflación, las principales medidas que toman los gobiernos son reduciendo la cantidad de dinero en circulación y aplicando alzas en las tasas de interés para frenar el alza de los precios. El riesgo para el consumidor es que esta medida se suele traducir en una congelación de sueldos y para muchos de quienes están endeudados, pueden llegar a incrementar aún más su débito.

Por ello, el consumidor siempre debe tratar de mantener una economía familiar sana y una fuente de ingresos segura, que le permita mantener su nivel de vida ante vaivenes inflacionarios cada vez más recurrentes.