/ lunes 30 de agosto de 2021

Adán López, El Secretario Garrote

Por Alejandro Lelo de Larrea

Con la llegada de Adán López Hernández a la titularidad de la Secretaría de Gobernación (Segob), se vislumbra que la dependencia dejará de ser la “Secretaría de los Derechos Humanos” –como la llama AMLO–, para convertirse en la Secretaría del Garrote.


Como gobernador de Tabasco, Adán López le hizo el trabajo sucio al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y tal parece que se repetirá esta historia en Segob.


El caso más notorio del trabajo sucio de Adán López fue en julio de 2019, cuando contra la Constitución, eliminó obstáculos a los magnos proyectos de AMLO: la construcción de la refinería en Dos Bocas, Tabasco; el Tren Maya y el corredor transístmico.


En esos días, Adán López promovió lo que se bautizó como Ley Garrote, con la cual criminalizaron las protestas sociales –como las que hacía AMLO–, y se aseguraron que nada entorpeciera la construcción de esos tres proyectos.


Se inventaron el delito de extorsión con hasta 20 años de prisión, para quienes impidieran la realización de una obra; una pena de 13 años de cárcel a quien obstruyera por cualquier medio la ejecución de obras públicas o privadas, así como imposibilitara el acceso a maquinarias para las obras. Además, el cierre de calles, carreteras y avenidas, se sancionó con 5 años de prisión.


A pregunta expresa de quien esto escribe, el 30 de julio de 2019, López Obrador respondió sobre el tema: “Yo pienso que se estaba abusando, había extorsiones, corrupción y era necesario poner orden…”


Contra la Ley Garrote se presentó un juicio de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte. Los cuatro artículos que criminalizaban la protesta social fueron declarados contrarios a la Constitución, pero ello ocurrió apenas el pasado 2 de marzo.


La Ley Garrote fue vigente durante casi 2 años, tiempo suficiente para que las magnas obras tuvieran un avance importante, y ninguna protesta social las frenara.


Ahora en la Segob, para el trabajo sucio, Adán López posee una ventaja que no tenía su antecesora, Olga Sánchez Cordero: es paisano y aliado absoluto del director general del Centro Nacional de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Audomaro Martínez –quien se dice controla toda la dependencia federal–, con lo cual tendrá acceso ilimitado también a la información de espionaje político.


Así, bienvenidos a la nueva realidad del Secretario Garrote.