La pornografía infantil, ha encontrado en las nuevas tecnologías un aliado para propagarse y evadir fronteras, para sumar a sus filas víctimas que ofrecen al mejor postor, dentro y fuera de México, siendo la capital y el Estado de México las entidades donde más crece este delito.
La Guardia Nacional sustenta los datos del Consejo Ciudadano y la Línea Nacional y Chat Contra la Trata de Personas en que el mayor número de menores captados, proviene de la CDMX, así como del Estado de México, siendo Jalisco, Querétaro y Yucatán otras de las regiones con mayor vulnerabilidad.
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El Suboficial Juan Manuel Delgadillo Marín, de la dirección General Científica, nos comentó sobre el trabajo en investigación y prevención de pornografía infantil, con gran presencia en dichas entidades, que además colaboran con el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, la Interpol y el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados.
Las niñas representan seis de cada diez víctimas
Las cifras a nivel nacional, revelan que el 49.7 por ciento del total de víctimas identificadas, son menores de 18 años, y de ellos, el 23.4 por ciento tiene entre 13 y 17 años; 13.6 por ciento entre siete y 12; 11.4 por ciento menos de seis años y en el resto de los casos no se especificó la edad. Las niñas representan seis de cada diez víctimas. En el caso de explotación sexual, 80 por ciento de las víctimas son niñas.
En el caso de los niños, ocupan el mayor porcentaje en trabajo o servicio forzado, con 64 por ciento y, al comparar los primeros seis meses de 2023 con los de 2022, el número de víctimas menores de 18 años disminuyó 24 por ciento, según el reporte de LNCTP.
Las cifras han reforzado los patrullajes cibernéticos de la Guardia Nacional y, “en la semana de la ciberseguridad brindamos capacitación a las entidades federativas, a los ministerios públicos para poder llevar a cabo un trabajo en coordinación adecuado”, dijo Juan Manuel a LA PRENSA.
Sobre los ciberpatrullajes, comentó que se llevan a cabo tanto en la web pública, como en la deep web (internet profunda), se rastrea hasta donde nosotros podemos ingresar”, para investigar sobre el uso de imágenes y videos de contenido sexual con menores de edad.
“Este tipo de usuarios usualmente usan proxys (servidores) para enmascarar direcciones IP y, al buscar esa dirección, nos aparece una dirección en otro país en el Oriente o en otra ciudad”, por lo que a veces las investigaciones pueden tomar un poco más de tiempo.
Delgadillo Marín, dice que este tipo de delincuentes, dedicados a engañar a los menores de edad, tienen un perfil muy específico, “lo principal que buscan son personas vulnerables, personas que en algún momento del día saben que un menor se encuentra solo y empiezan con la seducción, empiezan a hablarle de cosas bonitas, incluso hay gente que, por ejemplo, les pide su número de teléfono o que porque si tienen alguna cuenta, que si juegan algún juego en línea, esto a cambio de material o de imágenes o de videos con contenido sexual”.
Facebook y WhatsApp, los métodos de enganche más usados
Con decepción, el Suboficial reconoce que “México es uno de los principales productores y consumidores de material de abuso sexual infantil”, y sabe que una de las piezas fundamentales es hacer conciencia en los padres o tutores de los menores de edad, sobre el “manejo adecuado de los dispositivos de los medios de las nuevas tecnologías de la información”.
En el caso de WhatsApp, el medio por el que con mayor facilidad llegan a sus víctimas, con un 28 por ciento, en Facebook con 20 por ciento, 14 en otras aplicaciones, 6 por ciento en páginas web y 4 por ciento en apps de citas, según el informe de la LNCTP.
Las formas más comunes para enganchar a los menores, son las ofertas de empleo. El 25 por ciento de ellos, fue reclutada de esta manera, el 13 por ciento por ofrecimiento de apoyo para resolver una emergencia, 11 por medio del enamoramiento — método más empleado hasta antes de la pandemia—, el 9 por ciento por la manipulación de un familiar y el 2, a través de ofrecimientos de estudios o cursos, mientras que el resto de las víctimas no especificó.
Los ciberdelincuentes siguen el patrón al seducir al menor de edad, al enamorarlo para posteriormente caer en el delito en el sexting (o sexteo es un término que se refiere al envío de mensajes sexuales, eróticos o pornográficos), en el grooming (acoso sexual de una persona adulta a una niña, un niño o un adolescente por medio de internet) y en la sextorsión (tipo de extorsión sexual en la que la persona que sufre el chantaje es amenazada con la publicación de su contenido).
Los reportes indican que las niñas, niños y adolescentes se concentra en entidades del centro y sur del país, como la Ciudad de México, a donde llegan, y desde estados como Estado de México, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala.
El comparativo entre el periodo de enero-junio 2022, reveló que en el 2023 hubo una baja del 54 por ciento en los reportes de pornografía infantil, lo que también se debe al trabajo de la Guardia Nacional, “nosotros realizamos campañas de concientización, pláticas a escuelas de todos los niveles, de todos los niveles educativos, desde preescolar hasta nivel medio superior, sin embargo, falta impulsar por parte de las comunidades, estudiantiles, sociedad de padres de familia etcétera”, dijo Marín.
La denuncia es clave
El trabajo coordinado que la Guardia Nacional desempeña con las diferentes fiscalías es posible tras una denuncia, que muchas veces tarda en llegar y desemboca en consecuencias fatales como el suicidio, por temor al enojo de los padres de familia o, en la desaparición de la víctima.
Es estudio de la LNCTP, dio a conocer que el 64 por ciento de los tratantes son hombres, el 31 por ciento son mujeres, generalmente dedicadas al enganche y cuidado de las víctimas y, en el resto de los casos no se especifica el sexo, solo se menciona que el victimario es una persona adulta, en el 26% su edad está entre los 25 y 45 años.
Entre las razones por las que no llega la denuncia, es por temor a un proceso legal al encontrarse de manera irregular en algún país de destino. Las víctimas de origen extranjero consideran que su condición se debe a que no negociaron adecuadamente su traslado y tienen sentimientos de culpa.
Aceptan las condiciones peligrosas de trabajo a cambio de un salario. Las víctimas de explotación sexual enfrentan sentimientos de culpa. Desconocen que la explotación que viven es un delito. Por aislamiento, desconocimiento de las leyes del país de destino y la barrera del idioma o lengua. Minimizan los hechos para evitar vivirlos como algo grave y eludir la estigmatización. Carecen de información sobre el funcionamiento del sistema de justicia.
El suboficial Delgadillo, asegura que las amenazas de muerte son frecuentes, “que le van a hacer daño a su familia, entre las principales cosas, que van a difundir el material, que se los van a enviar a sus familiares, a sus papás a sus mamás, entonces ellos por el temor de que esa información se haga viral, pues deciden mejor este seguir compartiendo”.
En la mayoría de los casos avisan a sus padres sobre lo que ocurre, “llega el momento en que el menor ya no puede por el miedo y, por situaciones, tiene que avisarle a alguien de confianza, en este caso cuando la problemática avanzó y se complicó”.
Las campañas para crear conciencia son necesarias para proteger a los menores, por medio de acciones por parte de los padres, por lo que la Guardia Nacional lleva a cabo diversas actividades, “como Guardia Nacional, damos conferencias, damos pláticas, se pone en marcha el plano operativo salvación que se coordina con las fiscalías, las policías cibernéticas de las entidades federativas, así como las fiscalías de trata, las fiscalías de violencia de género”, precisó Delgadillo.
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